Teoría cuantitativa del dinero y crédito social [o dividendo social]

Por Socred - B.A., SCMP

La teoría cuantitativa del dinero puede ser expresada de manera simple por la ecuación: MV = PQ, donde M es la cantidad de dinero en la economía, V es la “velocidad de circulación” del dinero, P es la media del nivel de precios, y Q es la producción real. Los proponentes del teorema generalmente argumentan que Q y V son constantes, o al menos no están influenciados por la cantidad de dinero. Esto implica que cualquier cambio en la cantidad de dinero tiene una relación directa con el nivel de precios. En otras palabras, haz crecer la oferta monetaria y crecerá el nivel de precios (es decir, inflación), o haz decrecer la oferta monetaria y decrecerá el nivel de precios (esto es, deflación). El teorema deduce que la fuente principal de la inflación es el incremento en la cantidad de dinero “en circulación”. El teorema asume además que el dinero es una variable exógena a esta ecuación.

C. H. Douglas era bastante crítico de esta teoría, afirmando que “la velocidad de circulación del dinero es un completo mito”. Mientras los modelos econométricos han demostrado generalmente la correlación entre dinero y precios a largo plazo (que es lo que la teoría predice) no existe esa correlación a corto plazo, y debería tenerse en cuenta que la correlación no prueba que haya causación. ¿No existe quizá otra variable que esté causando un incremento de en la oferta monetaria y un incremento en la inflación a largo plazo? Antes de explorar esta posibilidad, fijémonos en la “velocidad de circulación”, lo que significa, y por qué Douglas lo llamó un “mito”.

Si reajustamos la teoría cuantitativa del dinero (MV = PQ) vemos que V = (PQ)/M, y si asumimos que PQ es igual al PIB nominal (una presunción que implica equilibrio), entonces la velocidad de circulación puede ser calculada dividiendo el PIB nominal por la oferta monetaria. ¿Este reajuste de la ecuación nos da la velocidad de circulación? ¿O es meramente un ejemplo de “petitio principia” (petición de principio)? Dejando a un lado la presunción de equilibrio, exploremos con mayor detalle esta “velocidad de circulación”, y por qué los economistas creen que el dinero “circula”.

La más temprana teoría cuantitativa puede remontarse a hace más de 200 años, al menos tan lejos hacia atrás hasta el filósofo David Hume (Blomquist, Wonnacott and Wonnacott “Economics First Canadian Edition”, pag. 248). Los primeros teóricos creían que la inflación en ese tiempo era debido al influjo del oro y la plata proveniente del Nuevo Mundo. Creían que ese aumento en la oferta monetaria acompañado de una relativamente fija cantidad de bienes disponibles para la venta conducía a una subida de los precios. Como podemos ver, esta teoría sostiene que el dinero es una variable exógena, y que la cantidad de dinero viene determinada por fuerzas exteriores a la ecuación misma (esto es, el influjo del oro proveniente del Nuevo Mundo). Hasta qué extensión el oro es realmente usado como dinero es una discusión más allá del alcance de este ensayo, pero incluso en el siglo XVIII (e incluso más atrás en el pasado) puede mostrarse que la vasta mayor parte del dinero consistía realmente en crédito (véase Alfred Mitchell-Iness, “What is Money”).

Uno de los sucesos que Douglas afirmaba que le condujo al desarrollo de su análisis fue el de una conversación que sostuvo con el contable general de Bengala, llamado J. C. E. Branson. Branson solía tener largas discusiones con Douglas acerca del crédito, y una de las cosas que le dijo a Douglas fue “La plata y el oro no tienen nada que ver con la situación. Ésta depende casi enteramente del crédito” (J. W. Hughes “Major Douglas. The Policy of a Philosophy, pag. 34). La idea de que el dinero “circula” se remonta a la idea de que el dinero es una materia prima (como el oro o la plata) y que va circulando a través de la economía a medida que los bienes y servicios sean adquiridos. Un buen ejemplo de la teoría cuantitativa es dado por el Comité de Reconstrucción de Posguerra de Alberta:

“Un perceptor de salario A usa su billete de $10 de su ingreso para comprar dos pares de zapatos de un comerciante zapatero B, el cual inmediatamente va a la tienda de al lado y gasta los $10 en comprar algunas camisas a C. C a su vez cruza inmediatamente la calle hacia el tendero D y compra algunas provisiones que le cuestan $10; entonces el tendero D toma los $10 y va hasta el taller local de E, para comprar algo de gasolina y aceite.

El argumento es que el billete de $10 proporcionó poder adquisitivo en una cantidad de $40 durante el día en virtud de su “velocidad de circulación” permitiendo que bienes por valor de $40 pudieran ser adquiridos por los consumidores”.

El problema con esta teoría es el olvido del dinero en cuanto crédito (o deuda). Implícitamente se asume que el dinero simplemente “cae del cielo”, y no se examina cómo el dinero viene a la existencia como deuda que necesita se repagada. La vasta mayor parte del dinero es crédito creado por los bancos a través de los préstamos a los negocios y los individuos. Este dinero no “circula”, sino que en su lugar opera dentro de un “ciclo contable”. Ignorando momentáneamente los créditos al consumo, que son sólo una hipoteca sobre ingresos futuros, el dinero fluye del banco a los negocios y finalmente a los consumidores como ingreso. El ingreso entonces es gastado por los consumidores en bienes y servicios y fluye de vuelta al banco vía los negocios, y en el proceso cancela todas las deudas que se crearon para producir aquel bien o servicio. En otras palabras, el dinero no es un stock que pueda ser simplemente añadido; es un flujo que tiene dirección (o bien fluyendo del banco al consumidor como ingreso, o bien es recuperado del consumidor en forma de precios e impuestos y fluyendo de vuelta al banco y cancelándose la deuda). El dinero que se crea como una deuda del consumidor también opera en un ciclo contable, pero no implica la intermediación de negocios en la primera parte del proceso. La deuda del consumidor es el intento fútil de cancelar una deuda con una deuda. En la deuda del consumidor, el dinero fluye directamente al consumidor, y es recuperado por el negocio por medio del precio y entonces fluye de vuelta al banco mientras éste cancela la deuda.

Si el dinero no “circula”, entonces toda la teoría cuantitativa del dinero es una falacia. La “velocidad” de circulación es meramente un ejemplo de petitio principia, y se define dentro de los confines de la ecuación misma (esto es, PIB/oferta monetaria). Si la teoría cuantitativa del dinero es una falacia, entonces ¿por qué parece que existe una relación directa entre la oferta monetaria y el nivel de precios a largo plazo? Se debe a un tercer factor que influye en ambos. Este factor es el incremento de los costes indirectos en relación a los ingresos a medida que se realizan eficiencias en la producción. Douglas señalaba en su primer artículo, “El engaño de la sobreproducción”: “casi podría establecerse como una ley que la producción intensificada conlleva una progresivamente más alta proporción de costes indirectos en relación a costes laborales directos”.

De acuerdo con el teorema de Douglas A + B, los precios equivalen a A (ingresos) + B (costes indirectos). Si los costes indirectos están constantemente creciendo en relación a los ingresos, entonces para mantener o incrementar los ingresos, los precios deben subir. Más aún, puesto que la vasta mayoría de la producción se financia a través de de la emisión de nuevo crédito (es decir, a través de préstamos a los negocios), la capitalización de la industria se produce con un incremento en la oferta monetaria. En otras palabras, el hecho de que los costes indirectos estén incrementándose en relación a los ingresos, hace crecer los precios y la oferta monetaria.

Un tercer factor está incrementando tanto la oferta monetaria como los precios; no es el incremento en la oferta monetaria lo que está causando la inflación, sino el incremento de los costes indirectos en relación a los ingresos el que está causando ambos.

Si la cantidad de dinero no está causando la inflación, y si el dinero es realmente un flujo en lugar de un stock, entonces podemos incrementar la oferta monetaria y reducir los precios. Esto se hace introduciendo dinero como un “flujo revertido”. Un “flujo revertido” de dinero cancelaría los costes indirectos. Esto igualaría el poder adquisitivo con los precios y reduciría los precios. Dando a los consumidores créditos directamente en el punto de venta al por menor en forma de un descuento de precio, podríamos incrementar la cantidad de dinero y reducir precios al consumidor. La razón de hacer esto se basa en el teorema A + B de Douglas y su demostración de que la economía no está en equilibrio en ninguna forma permanente. La teoría cuantitativa del dinero implícitamente insinúa el equilibrio y discrepa con el análisis del crédito social. Un descuento de precio dado a los consumidores es necesario en el paradigma del crédito social puesto que el coste real de la producción es el consumo a lo largo de un periodo equivalente de tiempo, y en cualquier sociedad avanzada tecnológicamente, el consumo es siempre menor que la producción potencial. El descuento de precio está diseñado para poner en equilibrio el consumo y la producción, y para reducir precios. Las manifestaciones de que las políticas del crédito social son inflacionarias están basadas explícita o implícitamente en la teoría cuantitativa del dinero. El propósito de este ensayo es ayudar a exponer la teoría cuantitativa del dinero como una falacia, y ayudar a mitigar las preocupaciones de algunas gentes acerca de un aspecto de la política del crédito social.

Fuente: SOCIAL CREDIT