El 23 de noviembre 1910, un grupo de magnates se reunían en la Isla de Jekyll (New Jersey). Entre ellos:
- senador Nelson Aldrich, del trust del caucho y del tabaco.
- Abraham Piatt Andrew, economista ayudante del Secretario del Tesoro de EEUU,
- Frank Vanderlip, Presidente del National City Bank de New York (propiedad Rockefeller).
- Henry P. Davidson, ejecutivo de la Banca "John Perpont Morgan",
- Charles D. Norton, Presidente del "First National City Bank" del trust Morgan.
- Benajamín Strong, lugarteniente de Morgan.
- Paul Moritz Warburg, asociado de la banca neoyorkina Kuhn, Loeb and Co.

Estos poderosos y archirricos magnates redactaron el proyecto de un "Banco de la Reserva Federal" cuyo empaque oficial cubriría, a la vista del público, su realidad PRIVADA (Eustace Mullins en "A Study of the Federal Reserve", pags. 10-15).

El 21 de diciembre de 1913, cuando la mayoría de los miembros del Congreso estaban pasando las vacaciones de Navidad se hizo votar de manera subrepticia, la ley: Federal Reserve, Act, que era el borrador redactado por los nueve magnates citados. Luego se supo que varios miembros fueron chantajeados y presionados para votar a favor, y aún así no se logró reunir el quórum legal preceptivo, pero la ley fue aprobada de todas formas.

Grosso modo la ley autorizaba (y autoriza) el establecimiento de una Corporación de la Reserva Fedeal, entidad PRIVADA, con fondos iniciales privados, y dirigida por un Consejo de Directores, llamado: Federal Reserve Board (Oficina de la Reserva Federal).
La ley arrebataba al Congreso el derecho a la creación y el control del dinero para concederlo al Federal Reserve Corporation.


El pretexto aducido para aprobar esta insólita ley fue "separar el dinero de la política" pero la realidad fue que, en una gran "Democracia" que suele presentarse como prototipo ideal de esta forma de gobierno, el poder de crear y controlar el dinero le fue arrebatado a los "representantes" del pueblo para concedérselo a una empresa privada.

No parece descabellado pensar una empresa privada, por definición, tenderá a buscar su propio provecho, coincida o no con el interés general de la nación.




EL MODUS OPERANDI DEL FEDERAL RESERVE.

Cuando el Gobierno Federal de EEUU precisa acometer una inversión (guerra, infraestructura, enseñanza, justicia, etc.) se dirige al Federal Reserve y le solicita el dinero que precise, supongamos 1.000 millones $ para crear hospitales y autopistas.
El Federal Reserve da su acuerdo al préstamo, pero un préstamo CON INTERESES.

Entonces el Congreso autorizará al Departamento del Tesoro a imprimir 1.000 millones $ e bonos de los EEUU, que se entregarán a los banqueros de la Federal Reserve. Luego ésta pagará los gastos de emisión (sobre 500$ en tinta y papel) y realiza el cambio.
El Gobierno usa los 1.000 millones $ para los fines previstos.

¿Qué ha ocurrido? ¿Qué consecuencias trae esta transacción?
Sencillamente que el Gobierno de EEUU ha endeudado al pueblo ante el Federal Reserve por 1.000 millones $, más sus intereses acumulados, hasta que se paguen.
Debido a que transacciones de este tipo se han realizado desde 1913 hasta ahora, nos encontramos que al cabo de 100 años el Pueblo "soberano" de EEUU está endeudado con "su" Federal Reserve en más de 500 billones $, los que devengan unos intereses de 2,5 billones $ MENSUALES (Sheldon Emry, Op. Cit. y James C. Oliver: "A Treatise on Money").

Es decir unos 200 millones de estadounidenses están endeudados, irremesiblemente, con otros 10.000 más o menos americanos. Decimos irremesiblemente porque no es posible pagar siquiera los intereses de la Deuda y el importe total de ésta supera el valor real de TODAS las riquezas del país. Es decir si EEUU decidiera pagar tendría que vender todo su territorio, patentes, know how, infraestructuras, edificios, obras arte, cosechas, industrias, etc. y NO podría pagar ni los intereses.

Y todos sabemos que la mano que da siempre está por encima de la que recibe.

A esas 10.000 personas, beneficiarias de estas transacciones, es a lo que se denomina en EEUU el "Establishment", los archiricos del mundo que expolian al resto de ciudadanos de una forma más o menos legal.

Ergo el poder FINANCIERO y por tanto POLÍTICO de estos hombres es inmenso, como Dinero = Poder, y más en épocas tan materialistas como la actual, el Federal Reserve Board puede decidir, y decide, la política a seguir sin que los teatros publicitarios, denominados elecciones democráticas, tengan ninguna trascendencia.

Ambos candidatos presidenciales han debido recurrir a los señores del dinero para presentarse ante el "pueblo" y para que les paguen sus costosísimos circos electorales, pero nadie da algo a cambio de nada, y menos un financiero que además exige avales y garantías de cobro.

En resumen, las decisiones en EEUU, modelo de democracias las toman, en última instancia, hombres que no son conocidos ni elegidos jamás por el Pueblo soberano. ¿quién eligió a Kissinger? ¿Bernard Mannes Baruch, el llamado procónsul de Judá en América y mentor de presidentes desde Wilson, Hoover, Roosvelt, Truman y Eisenhower?

Como decía el famoso pensador y escritor inglés Gilbert keith Chesterton: "la característica del gobierno moderno es que no se sabe quién gobierna de hecho. Podemos ver al político profesional, pero no a quien le respalda y menos aún a quién financia al respaldador, ni -lo que es más importante- al banquero del respaldador ... "

Entronizado entre nosotros con firmeza increíble, es el profeta oculto de las finanzas, gobernando las vidas y haciendas de los hombres y lanzando exorcismos en una lengua desconocida para todos. La prensa habla mucho de las penalidades de los rusos bajo el poder soviético. Los periódicos preguntan con indignación de dónde sale el dinero comunista. Pero ¿es que hay alguien que sepa de dónde sale ningún dinero? (en England's Little History).


Otro inglés Brailsford sostuvo: "las Finanzas son el verdadero soberano y el árbitro de la Economía Moderna. es la única autocracia que sobrevive en nuestra época. Produce los menguantes y crecientes del comercio, igual que la Luna gobierna las mareas. Regula los negocios y raciona los empleos" (Hector N. Brailsford en "Finance").