ESPAÑOLES FUNDADORES: EL JEREZANO QUE FUNDÓ EN EL BÁLTICO


Catedral de Oliva (en el Báltico)

EL CABALLERO DE JEREZ DE LA FRONTERA QUE FUNDÓ OLIVA DEL BÁLTICO.

Se admitirá que es un hermoso nombre, para un tratado de paz, el de la Paz de Oliva. Fue la que firmaron, el 3 de mayo de 1660, el emperador Leopoldo I, Federico Guillermo I de Brandeburgo, Magnus Gabriel de la Gardie, regente de Suecia, y el rey de Polonia, Juan II Casimiro de Polonia.

Oliva está cerca de Dantzig, en el Báltico. Este topónimo no extrañaría tanto en el Mediterráneo como en las nórdicas aguas del Báltico. Cuando en 1942 la visitó Víctor de la Serna (algún día hablaremos de este gran escritor español, tan olvidado) tuvo ocasión de hablar con el obispo de Oliva. Oliva, a la sazón, era la última diócesis católica de la Europa oriental, lindando con los cismáticos rusos. Y esto fue lo que el Obispo de Oliva le contó a D. Víctor:

"Hace siglos un caballero español, de Jerez de la Frontera, vino a Dantzig. Venía con su esposa, que se llamaba doña Oliva, en viaje comercial. Había navegado en una polacra desde España y había entrado por el Vístula hasta el muelle de la Grúa. Un día salieron de casa por el robledo del Puerto de los Godos. Doña Oliva cabalgaba en un caballo prusiano, bravo y rústico, que tropezó y derribó a su tierna señora. Ella se atravesó el corazón con una jabalina. El caballero de Jerez mandó levantar esta iglesia en honor de la Virgen de la Oliva. En torno suyo ha nacido esta ciudad".
No se dice el nombre del caballero, tampoco su apellido. Pero es una leyenda fundacional tan hermosa que quisimos recordarla, agradeciéndole a D. Víctor de la Serna que levantara acta de ella en su espléndido Discurso "Jerez, ciudad castellana", pronunciado con motivo de los Juegos Florales de la Fiesta de la Vendimia, siendo 11 de Noviembre de 1956.

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