La Academia contesta a la Xunta que el único topónimo oficial es Galicia


La institución es partidaria de que el país no tenga más que un solo nombre en su propio idioma
La Consellería de Cultura había solicitado una aclaración sobre la pertinencia ortográfica de la variante Galiza




Demora. Cultura fechó su consulta a la Real Academia Galega el 19 de septiembre del 2007, pero en la institución no se recibió hasta el 11 de enero del 2008 Aunque Galicia y Galiza son formas históricas legítimas gallegas, a la primera corresponde la denominación oficial del país. Con este argumento ha respondido la Real Academia Galega a una consulta formulada hace meses por la Consellería de Cultura acerca de la «pertinencia ortográfica» del topónimo Galiza. La petición, fechada el 19 de septiembre del 2007 -aunque la Academia la recibió finalmente el 11 de enero del 2008-, solicitaba una aclaración por parte de los académicos, «á vista das diferentes interpretacións existentes sobre a lexitimidade do uso do topónimo 'Galiza' nas publicacións oficiais da Xunta de Galicia». La disparidad de criterios a los que hace referencia la carta de Cultura se había concretado dos meses antes, durante una reunión del Consello Coordinador de Publicacións, dependiente de la consellería: el PSOE frenó las aspiraciones del BNG de introducir Galiza en las publicaciones oficiales del Gobierno autonómico, cuestión que quedó sin resolver, a la espera del informe solicitado a la Academia.
Según la contestación que el presidente de la institución, Xosé Ramón Barreiro, remite a la conselleira de Cultura, Ánxela Bugallo, «Galicia e Galiza son formas históricas lexítimas galegas no sentido filolóxico. As dúas circularon na época medieval, pero só Galicia mantivo un uso ininterrompido ao longo da historia na lingua oral». Galiza, en cambio, cayó en desuso en la lengua oral y se recuperó en el gallego contemporáneo. Por este motivo, los académicos entienden que de las dos variantes, para la única que sus normas ortográficas y morfológicas predica la condición de «oficialidade» es para Galicia.
Silencio
Los argumentos con los que la Academia responde a la Consellería de Cultura fueron debatidos y aprobados en una reunión del Plenario, celebrada el 29 de marzo de este año. Esa misma fecha figura en la contestación de la entidad al departamento autonómico, aunque en los casi tres meses transcurridos desde entonces la consellería ha guardado silencio sobre el informe de de los académicos.
La contestación firmada por Xosé Ramón Barreiro también se remite a los debates y trabajos de la comisión que hizo la propuesta del texto sobre el topónimo y que finalmente fue aprobado por el Plenario. La Academia aclara expresamente que la comisión encargada en su día de analizar el tema nunca «cuestionou que o nome oficial do país é Galicia, tal como consta nos textos legais como o Estatuto de Galicia». No obstante, una parte de la comisión quiso que «dalgunha maneira se fixese constar que a forma Galiza tamén era unha forma histórica auténtica galega».
La redacción del texto también fue objeto de debate. Ante la expresión «Galiza é tamén unha forma lexitimamente galega», un miembro de la comisión llamó la atención sobre el hecho de que «lexitimamente» se pudiese interpretar como «con valor legal»; se le aclaró que la palabra se utilizaba con el valor de «autenticamente, xenuinamente», y no con connotaciones de legalidad.
Esquizofrenia lingüística
También resulta especialmente llamativo que la comisión, en un determinado momento, reflexionó acerca de la conveniencia de que se aceptasen ambas denominaciones, «pero rexeitou esta posibilidade porque consideraba que un país non debe ter máis ca un nome na súa propia lingua, e que aceptar esta vía sería unha mostra dunha esquizofrenia lingüística non desexable». Por tanto, a pesar de que las dos variantes son legítimas en el sentido filológico, «a denominación oficial do país normativa e xuridicamente lexítima é Galicia», según concluye la Academia. En el 2003, la institución, el órgano competente para fijar la normativa del gallego, admitió en sus Normas ortográficas e morfolóxicas Galiza como denominación tradicional y literaria. A esta inclusión apelaba el BNG para hacer valer el topónimo en usos oficiales igual que Galicia.



_http://www.lavozdegalicia.es/galicia/2008/06/08/0003_6886803.htm