En días recientes hemos tenido la desagradable oportunidad de asistir a un acto de apología del terrorismo en nuestra tierra sin que ningún órgano judicial les haya puestos los puntos sobre las íes a los apóstoles del racismo antiespañol.
El pasado 12 de Agosto tuvo lugar en Ferrol un homenaje al terrorista Xosé Ramón Neboiras (Moncho Reboiras), supuesta versión del Che Guevara a la gallega, o tonto útil de la UPG que junto con diez tontos más formaron un grupo armado allá por los años 70. La cosa terminó como era previsible, el tonto útil acabó tiroteado por la policía en un enfrentamiento armado, a los demás se les detuvo poco después y los que quedaban huyeron como conejos a Portugal.
No fué el único intento de organizar un grupo terrorista en Galicia. A finales de los años 70 aparece LAR (Loita Armada Revolucionaria) que pasaron sin pena ni gloria hasta que dos años después de su fundación este grupo de giliguerrilleros de salón fué totalmente desarticulado y sus miembros detenidos, con el iluminado de Antón Arias Curto a la cabeza.
En 1986 tenemos el único intento serio de formar un grupo armado en condiciones en Galicia, el EGPGC (Exército Guerrilheiro do Povo Galego Ceive). Y cuando decimos serio hay que cogerlo con pinzas, porque ni en infraestructura, ni en apoyo, ni en…nada… estuvieron a la altura de sus mentores de Vascongadas. Estos terroristas tienen en su haber, entre otras cosas, el asesinato de dos personas. A principios de los años 90 este grupo desaparece totalmente desarticulado por las fuerzas de seguridad; ¿y adivinan quién era su jefe? Antón Arias Curto. Este señor debería dedicarse a otra cosa, porque en cualquier “guerra” seria como la que él decía mantener con el Estado, ya habría muerto varias veces por ineptitud. Dos grupos que forma, dos grupos que acaban en el desastre, así que o es un infiltrado, o es un inútil.
Eran años oscuros para el separatismo, una extraña maldición se cernía sobre sus proyectos guerrilleros, sus líderes militares sufrían una pandemia de estupidez que llevaba a generaciones de jóvenes terroristas sedientos de sangre a dar con sus huesos en la cárcel. Pero el buen Stalin se compadeció desde el infierno de estos jóvenes consumidores de hierba y les mandó al Elegido, al Profeta de la Revolución: Uxío Caamaño. Una imagen vale más que mil palabras:
Su rostro denota la experiencia guerrillera acumulada a lo largo de años de lucha, siempre en primera línea, realizando las más arriesgadas acciones. Padeció la represión de la policía, como cuando en el 2002 se dedicaba a quitar banderas de España y fué detenido. A saber las horribles torturas que sufrió en comisaría: la bolsa, la bañera, electrodos… o leer un libro, quién sabe. Estas y otras gestas heroicas iban incrementando su popularidad entre las jóvenes separatistas, se hablaba del Comandante Uxío entre porro y raya, era el hombre del momento, y la jovencita Xiana ya sentía una atracción especial por nuestro superhéroe. Le aplaudían los más jóvenes, los más mayores se frotaban las manos viendo en él a un nuevo tonto útil… otros directamente se partían el culo al verle. Pero no importaba, él tenía un destino que cumplir.En el 2005 Uxío estaba espiritual y físicamente preparado para pasar a la historia. En ese año aparece un nuevo grupo terrorista: Resistencia Galega. ¿Adivinan quién se dice que está al mando? Como no podía ser de otra manera, Antón Arias Curto. Éxito garantizado. Es de todos sabido que a la tercera va la vencida, y sino se vuelve a intentar una cuarta o una quinta, que total de borregos para ir a la cárcel están llenos los Centros Sociales.Un buen día Uxío decidió llevar a cabo junto con su binomio, Xiana Rodríguez, una acción de castigo contra el capitalismo. Deciden colocar una bomba en la sede de Caixa Galicia de Santiago de Compostela y por supuesto Uxío planificó cuidadosamente todos los detalles de la acción. Desgraciadamente la policía se dió cuenta de que alguien con cara de… ehem… de que alguien había entrado con un paquete y poco después había salido sin él, por lo que fueron inmediatamente detenidos. Total, de todos es sabido que el Día de Santiago en esta ciudad no hay policías. Posteriormente sus compañeros, que son muy cachondos, abrieron una cuenta en Caixa Galicia para recaudar fondos. Pero Uxío no estaba hecho para la cárcel, no señor. Un buen día tuvo la original idea de romper los barrotes de su celda con una lima y descolgarse por la ventana ayudado por sábanas atadas a modo de cuerda. A pesar de lo brillante del plan, del increíble despliegue de medios, Uxío no tuvo en cuenta que en las prisiones hay guardias malvados que no permiten que los presos se fuguen. Cuando ya estaba próximo a partirse los dientes contra el suelo, un guardia se le acercó y frustró sus ansias de libertad ahora que casi estaba a un paso de correr cual cervatillo, ya podía saborear el calimocho que sus amigos tomaban todos los días a su salud, reunidos en el bar, la casa okupa o en el centro de drogodependientes; Uxío, siempre estarás en nuestros corazones. Porque para tenerte de nuevo a nuestro lado deberemos esperar 20 años, que es lo que el fiscal ha pedido por tu gamberrada. Pero tranquilo hombre, si 20 años no son nada, pasan volando, y más cuando estás rodeado de Mohameds impacientes por darte todo su amor. El intercambio fluído de cultura sin duda resultará muy gratificante para ti.
Con los principales oficiales en la cárcel, la guerrilla gallega precisaba de sangre joven que asegurara los bolsillos de sus dirigentes. No les quedaba otro remedio que agarrarse a lo que pudieran, y hay lo que hay, que no es mucho. Decidieron probar suerte con tres cachorros separatistas que ya apuntaban maneras, José Manuel Sánchez Gorgas, Santiago Vigo Domínguez y Adrián Ponte Sande. La cosa es que en diciembre del 2007 los cachorros pretendían poner un petardito en una inmobiliaria pero la Guardia Civil les echó el guante cuando iban en el coche por su pinta sospechosa. Creo que pasaron unas muy felices navidades.
Cabe destacar que la habilidad guerrillera a Santi Vigo le viene de familia. Su hermano Eduardo el 14 de enero del 2006 se presentó en el hospital Clínico de Santiago con un tiro en la pierna. La versión que él dió fué que se encontró una pistola, creyó que era de juguete y se pegó un tiro accidentalmente. No, no es coña, dijo eso. La verdad probablemente sea más interesante, y el desarrollo de los hechos indudablemente más gracioso.
Las noticias que tenemos es que el pobre Santi no lo pasa muy bien en la cárcel, los otros presos no comprenden los altos ideales por los que lucha y de vez en cuando surgen choques culturales que acaban con el pobre guerrillero magullado. Además al parecer los crueles guardias obligan a Santi a desnudarse para efectuarle registros integrales y de postre lo mandan a aislamiento. Santi, tranquilo, tú como Uxío tendreis la grata oportunidad de probar la Alianza de Civilizaciones en carne propia. Y no te preocupes que una pancartita de Ceivar nunca te va a faltar, que tus líderes necesitan explotar tu desgracia para ganar votos. Mientras, tú, pobre diablo, a pringar.
Triskel
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