Serie Hitoria de Gibraltar Tres Siglos de Oprobio y Traiciones.
2ª Parte : EL GRAN SITIO (1779-1783).
Carlos III firmó el Tercer Pacto de Familia para recuperar Gibraltar y Menorca entrando en la Guerra de los Siete Años, Inglaterra obtuvo a cambio las dos Floridas y Portugal la Colonia del Sacramento (recuperada en 1724 y luego en 1777).
Renovado el pacto en 1779 por la Guerra de Independencia de los EEUU Inglaterra ofreció Gibraltar a cambio de Orán, Mazalquivir, Puerto Rico u otros enclaves.
El capitán general, Martín Álvarez de Sotomayor reactivó el sitio el 21 junio 1779 iniciando obras de aproximación con 14.000 infantes. Mientras D. Luis de Córdova disponía una flota de 11 navíos y 2 fragatas en el golfo de Cádiz. Con base en Algeciras, al mando de D. Antonio Barceló había 1 navío de línea, 1 fragata, 3 jabequs y 5 jabequillos, 12 galeotasy 20 embarcaciones menores y lanchas cañoneras.
El Gobernador de Gibraltar disponía de 5.300 hombres y el almirante Robert Duff de 1 navío, 3 fragatas y 1 goleta.
El 12 de septiembre se rompe fuego.
El bloqueo naval español surte efectos, pese a los socorros marroquíes y a fines de 1779 el hambre hace estragos en el Peñón. El almirante George Brydges consigue entrar en Gibraltar (18 enero 1780) tras derrotar una fracción de la flota de Cádiz en el cabo de San Vicente.
España continúa los trabajos de fortificación, avanza trincheras y establece duelos artilleros. En el invierno de 1780-81 hasta 130 piezas españolas baten las fortificaciones del Norte del Peñón mientras España negociaba con Marruecos consiguiendo cerrar los suministros de esa procedencia a los británicos.
Una segunda flota inglesa con 100 barcos, 2/3 de ellos transportes de aprovisionamiento consigue romper el cerco y entran en el Peñón (12 abril 1781) ante la incomprensible pasividad de la escuadra española.
La noche del 26 al 27 de noviembre los ingleses hacen una salida con unos 2.500 efectivos desmontando obras, inutilizando artillería, explotando polvorines, retrasando el cerco en varios meses pero especialmente acaba con el crédito de Álvarez de Sotomayor que será destituido y es reemplazado por el duque de Crillón (liberador de Menorca el 5 de febrero de 1782) que era pesimista respecto a poder recuperar Gibraltar.
Otra vez los españoles sufren un revés con ocasión del que debía ser un gran ataque (13 septiembre 1782) en que el peso de la ofensiva debían efectuarlo 10 grandes baterías flotantes de modelo francés que debían preparar el desembarco de 2000 barcas en Muelle Nuevo, pero el mal despliegue, el desorden que deja a muchas en posición fuera de alcance efectivo, debido a la falta de dotaciones adecuadas (no había ni marinos ni artilleros formados específicamente) acabó en completo desastre, fruto de la improvisacion y falta de medios.
Al poco otro convoy inglés entra incólume en Gibraltar prolongando la posibilidad de defensa estancando la guerra. Por la presión sobre Jamaica, Inglaterra se apresura a firmar la paz y entregar Menorca, Florida y territorios en Honduras, pero no Gibraltar (tratado de Versalles del 30 enero 1783).
Francia no quiso seguir la guerra y así acabó la participación española en la Guerra de Independencia EEUU cuyo principal motivo había sido recuperar Gibraltar, algo que estuvo a punto de conseguirse vía diplomática entre 1779 y 1782) y que el seguidismo familiar borbónico volvió a frustrar.
EEUU nunca ha agradecido la ENORME AYUDA ESPAÑOLA para su independencia de Inglaterra, tanto en armas, como en dinero, como por la toma de Pensacola (Florida) y el frente abierto en Gibraltar.
EL PEÑÓN HASTA LA II GM.
La paz no hizo que España se olvidara de Gibraltar, y así, por ejemplo, Floridablanca durante su negociación de los límites de Honduras (1876) trató de canjear el Peñón por Caracas y Puerto Rico.
Pero el estallido de la Revolución “francesa” en 1789 trastocó el panorama internacional. La ejecución de Luis XVI en 1793 impulsó a la monarquía española a aliarse con Inglaterra contra la Convención francesa.
Sobre el particular el judío Karl Marx escribió en la España Revolucionaria, pg. 49: “es curioso que la mera fuerza de las circunstancias empujara a estos EXALTADOS católicos españoles a una alianza con Inglaterra, potencia que los españoles acostumbraban a mirar como la encarnación de la herejía más condenable, poco mejor que el Gran Turco. Atacados por el ateísmo “francés” se arrojaron en brazos del protestantismo británico”.
Como comenta Manuel Fernández Espinosa y ello cuando “bien estuviera bajoun monarca o bien se convirtiera transitoriamente en una república, Inglaterra mantenía su hostilidad contra España sin varianza, y el plan maestro de john Dee, de Walter Raleigh, de Francis Bacon, de Thomas Hubbes, el plan de aniquilar a España, para adueñarse del mundo, permanecía inalterado”.
En 1795 las fuerzas revolucionarias penetran en Españay en 1796 se firma la paz volviendo a la alianza con Francia al año siguiente originando la guerra contra Inglaterra en 1797 (batallas del Cabo de San Vicente; defensa de Cádiz, Puerto Rico y Santa Cruz de Tenerife).
Entre 1795 y 1796 Godoy intenta sublevar Gibraltar y entregar a Francia La Lusiana si nos ayudaba en el rescate del Peñón, pero como en los pactos de “familia” el gobierno “francés” revolucionario firmaría la paz con Inglaterra dejando España al margen, y cayendo Godoy en desgracia.
En 1800 la Francia napoleónica adquiere Lusiana mediante el Tratado de San Ildefonso. Y la llegada de Napoléon al poder aupó de nuevo a Godoy y en 1801 (7 julio) tiene lugar la batalla naval de Algeciras en que la escuadra inglesa de Saumarez con 6 navíos, que acosaba a la división naval francesa de Linois con 3 navíos refugiada en la bahía, se rinde por el fuego de los cañones del fuerte de Santiago de Algeciras, derrotados los ingleses por el fuego de costa español pero en este contexto la Batalla de Trafalgar puso fin a nuestra Armada.
Durante la Guerra de Independencia Gibraltar será la base de los bloqueos de puertos en manos francesas y la entrada de fuerzas y suministros.
Es imposible comprender la Guerra de Independencia sin la TRAICIÓN de toda la familia real borbónica, en Francia, ante Napoleón que consiguió que Carlos IV y Fernando VII abadicaran a favor de José Bonaparte en 1808, mientras ya había estallado la guerra. El nombramiento de Wellington (22 septiembre 1808) como “generalísimo” de los ejércitos españoles por las muy infiltradas y liberales Cortes de Cádiz (que suprimieron el Santo Oficio, desarmotizaban los bienes eclesiales, reconocían en la propia constitución una supuesta deuda con Inglaterra, origen de la Deuda española, etc.)
El Congreso de Viena de 1815 establece la paz, pero para entonces España estaba en guerra civil contra los separatistas americanos fomentados desde las logias sajonas maestras de la agresión a España.
Ese mismo año una peste de fiebre amarilla azota Gibraltar e Inglaterra pide mntar un campamento sanitario provisional en la zona del istmo. España accede de buena fe a esta caritativa petición pero los ocupantes nos lo agradecen ocupando el terreno y reteniendo las construcciones “temporales” construyendo trincheras y garitas (1819).
Además, los ingleses avanzan por el mar, el puerto, cedido en Utrech era un fondeadero, el extremo más septententrional del Muelle Viejo al límite de la muralla que mira al istmo, unido con los puntos de sonda más separados de la costa del Peñón con fondo para naclar hasta el Muelle Neuvo.
Ese era el criterio español hasta la noche del 6 al 7 de diciembre de 1825 cuando una tormenta arrojó de ese “puerto” a 23 embarcaciones inglesas y varándolas en las playas del istmo. Este incidente natural provocó que los ingleses pretendieran que: “en la ausencia de toda mención en el Tratado de Utrech, de límites reales o imaginarios del puerto de Gibraltar … se hace indispensable, en primer lugar, buscar un límite natural, el que se encuentra en la curvatura de la costa que termina en Punta Mala, cuyo espacio, en su totalidad, se halla dentro deltiro de los cañones de la guarnición; consecuentemente aquel punto de tierra se ha considerado invariablemente como el ímties del puerto hacia el Norte, y desde el tiempo en que la fortaleza entró en poder de la Gran Bretaña se han exigido invariablemente derechos de puerto sobre todos los buques ancaldos dentro de esos límites”
Así, lo consideró, unitlateralmente Inglaterra colocando boyas en la meridiana de Punta Mala y el paralelo de la mitad del istmo, dejando una salida a la bahía desde La Línea.
En 1830, consumada la independencia de los virreinatos españoles en América, el Reino Unido concedió a Gibraltar, que había jugado importante papel en ella, la consideración de Colonia de la Corona. Y en 1835 los EEUU intentaron establecer una estación carbonera en la Isla de Perejil de lo que desistieron por presiones inglesas.
Una nueva epidemia de fiebre amarilla (1854) sirvió para que los británicos ocuparan maś de Zona Neutral al colocar, otra vez, barracones, garitas y trincheras en la vanguardia de los barracones “sanitarios”.
En esas fechas (1854-1856) en España padecíamos el Bienio Liberal fruto de la masónica Revolución Gloriosa
y España no reclamó, oficialmente, hasta noviembre 1863, los británicos alegaron que el territorio neutral era el espacio comprendido entre las líneas de centinelas establecidos en el istmo y como debían garantizar 100 yardas también se apropiaron de ellas.
El 10 de marzo (1865) el gobierno español (etapa Unionista 1856-66, progresista) firmó una Declaración Conjunta sobre navegación en aguas del Estrecho (suprimiendo ciertas formalidades a los mercantes que entraban en jurisdicción de plazas fuertes) dando DE HECHO DERECHOS sobre aguas limítrofes al Peñón a los ingleses cuando en Utrech NO SE LES RECONOCÍA NINGUNA esto trajo de forma inmediata, entre otras desgracias para España, un aumento del contrabando al amparo del alcance de las reales Navy y Artillery.
Y cuando España, tras la batalla de Uad-Ras (1860) quiso ocupar Tanger, cohcó con el veto inglés. Por entonces Marruecos, minado por la generalizada desobediencia al Sultán, era, de hecho, un protectorado británico, si bien, triste es decirlo, España también.
La guerra franco-prusiana (1870) impulsó a Gran Bretaña a favorecer que Francia tuviera el mayor ejército terrestre del continente y propiciar una importante porción en el reparto de África, pero sin dejar preponderancia a ninguna otra potencia ni ceder su ambición sobre Tánger centro del poder inglés en Marruecos.
El 30 de diciembre de 1870, el masón Prim es estrangulado, en su propia casa para rematar el atentado de tres días antes. Terminaba así la masónica Gloriosa y se hacía un nuevo intento diplomático de recuperar el Peñón entregando Ceuta a cambio. Llevó la negociación otro masón, Sagasta, Ministro de Estado, que se aparcó por una inconcreta e indocumentada amenaza inglesa de ejecutar una supuesta deuda española.
En 1874 los ingleses construyen en el istmo barracones de acantonamiento de un batallón-regimiento de forma permanente.
La apertura del Canal de Suez incrementa el valor estratégico de Gibraltar.
Para evitar incidentes al reprimirse el contrabando, España establece límites “internos” en la acción de nuestros guardacostas y en 1877 Cánovas intenta delimitar las aguas de la Bahía, pero ni con esas cesiones se logra más que un aplazamiento “sine die”.
En 1881 las autoridades españolas colocan unas sombrillas de protección a los centinelas en el límite del campo neutral produciendo una inmediata y absurda réplica diplomática que finalizaría con una “autorización” inglesa si se quitaban tras el verano mientras ellos construían obra permanente para proteger sus soldados. Ante la réplica española contestan que “nosotros colocamos parasoles sin pedirles permiso”
En 1895 Inglaterra decide ampliar el puerto gibraltareño y sus instalaciones auxiliares a las dimensiones actuales invadiendo aguas españolas.
Durante la guerra Hispano-Norteamericana (1898) Inglaterra apoyó descaradamente a EEUU dificultando todo lo que pudo nuestras intervenciones. Además propuso una zona de 7 millas sin fortificar con centro en Gibraltar y en 1899 el embajador británico exigió, y obtuvo, la no fortificación y desmantelamiento de la sfortificaciones españolas de Sierra Carbonera.
Es de reseñar que desde la época de los sitios, Gibraltar, SIEMPRE ESTUVO EN ESTADO DE GUERRA, incluso en tiempos de paz cada cañón estaba PERMANENTEMENTE CARGADO y cada batería disponía de al menos cinco cargas más. Celo envidiable y digno de mejor causa.
Con el tratado hispano francés (1900) se pierde gran parte del Sahara español y peor aún, queda sin delimitar su frontera Norte, fundamentalmente por las presiones británicas.
En 1904 la entente franco británica reparte sus influencias en Egipto y Marruecos.
La Conferencia Internacional de Algeciras comienza en 1906, tras la visita de el Kaiser a Tánger el año anterior fijando el reparto del protectorado de Marruecos entre España y Francia crando además la zona internacional de Tánger prohibiendo artillar las costas del Protectorado.
Francia es apoyada por Inglaterra contra España que lleva la peor tajada, apliado por el tratado de 1912. Gibraltar será, otra vez, quien imponga el control del Estrecho.
En 1908 los ingleses inician la construcción de la VERJA apropiándose de 106 hectáreas más de las 156 que había entre la línea de circunvalación y las puertas de la ciudad. Inglaterra sostiene que no hubo protesta española entre agosto 1908 y febrero 1909 por lo que queda legitimada su posesión por prescripción. Los ingleses siempre han aprovechado los períodos de inestabilidad española.
En 1909 el Vaticano eleva Gibraltar a diócesis episcopal (desde 1806 era vicariato apostólico separado de Cádiz-Ceuta y desde 1840 los Vicarios Apostólicos de Gibraltar eran siempre nombrados obispos titulares de otras diócesis pues desde 1842 es sede espiscopal anglicana).
Durante la IGM un conservador e ingenuo Eduardo Dato forece la neutralidad española a cambio de Gibraltar y Tánger, sería asesinado en 1921 como lo fueron otros varios de nuestros Jefes de Gobierno: Prim, Cánovas, Canalejas y luego Carrero Blanco.
En los años de la IGM el Peñón acogió ya algunos aviones y dirigibles en una “pista de emergencia improvisada” sobre el hipódromo del istmo.
Durante la guerra en el Norte de África (1921-27) el jefe Abd el-Krim gozó de continuo apoyo inglés. Y durante 1925-29 el anglófilo general Miguel Primo de Rivera propuso, infructuosamente, un cmabio de Gibraltar por Ceuta.
Nuevamente, aprovechando la guerra en España, los ingleses ampliaron el aeródromo a casi todo el ancho del istmo.
El destructor J.L. Díez como el H.M.S. Grenville intentó cruzar el Estrecho (26 agosto de 1938) pero fue interceptado por el crucero Canarias y varios destructores. Averiado se refugió en Gibraltar y la noche del 29 al 30 de diciembre se hizo a la mar siendo abordado por el minador Vulcano y vuelto a averiar embarrancando en la costa Este del Peñón, la tripulación fue, inmediatamente entregada por los ingleses al bando rojo mientras el barco era entregado al mando nacional (marzo 1939).
LA AGRESIÓN INDIRECTA A ESPAÑA DESDE GIBRALTAR.
De siempre el Peñón ha sido usado por Inglaterra como base de contrabando y cualquier actividad contra la Ley y Soberanía españolas.
Con posterioridad a la Guerra de Independencia, desde Gibraltar se APOYARON TODOS LOS MOVIMIENTOS SUBVERSIVOS como la Sublevación de Riego (1820 en Cádiz) y al menos cuatro levantamientos “liberales-masónicos” entre ellos:
- el del coronel Valdés (1824, Tarifa).
- expedición de “los coloraos” (Almería, 1824, croronel Pablo Iglesias),
- los hermanos Bazán (1926, Alicante), y el del
- “carbonario” (masonería terrorista) general Torrijos (1831, Málaga).
Han sido muchas más, y más peligrosas, as encubiertas propias de los sajones.
Los círculos del poder real en Inglaterra ya habían preparado la desmembración de la España de ambos hemisferios a finales del XVII.
Tras la independencia de EEUU renovaron sus esfuerzos con el asalto al Río de la Plata (1806) entre otros. No es muy conocido que las tropas de Wellington destinadas a la Península para combatir a los franceses eran las previametne organizadas para un nuevo intento de conquista de Buenos Aires.
Tras la guerra, la alianza anglo-hispana impedía a Inglaterra ayudara descaradamente a los insurgentes americanso por lo que el gobierno británico usó la acción secreta de la Masonería infiltrada, muy especialmente, en el ejército español.
Centrándonos en la sublevación de Riego eran masones el propio Riego (carbonario o comunero), Alcalá Galiano, Istúriz, y Álvarez Mendizábal que además era cripto judío) e intendente del Ejército en la Isla de Cádiz y futuro primer ministro desarmotizador que huiría a Gibraltar años después. Estos eran pare de la cabez rectora de la insurrección que recibió financiación y medios de los masones de los virreinatos (Argibel, Achabal, Puyrredón, y Lezica entre otros) como directamente desde el Peñón; y sin olvidar al sinuoso general José Enrique O'Donell, conde de La Bisbal, también masón.
Todos los “libertadores” eran masones. Para Menéndez Pelayo, José María García León y Ricardo de la Cierva historiadores expertos en el tema, el apoyo de los ingleses y judíos de Gibraltar fue parte del éxito de la conspiración de 1820 y fraguada en las logias británicas y españolas, peninsulares e indianas que irradiaban su influencia desde Gibraltar.
España había recuperado virtualmente su Imperio en 1815 pero la “oportuna” insurrección de Riego evitó el envío de tropas (Cabezas de San Juan) a ultramar con la consiguiente victoria separatista.
Recordar también que tanto en las filas de los rebeldes hispanoamericanos, como luego en la de los “liberales” durante la 1ª Guerra Carlista (1833-40) lucharon legiones británicas como refuerzo a las agresiones indirectas.
Otras interferencias de Gibraltar en nuestra política interior son:
* tras los 100.000 hijos de San Luis, y durante la década Ominosa (1823-33) se produjo, en Gibraltar, una gran aglomración de liberales como Alcalá Galiano y otros 500 más que gozaron de toda la ayuda de una junta local.
* Narváez también se refugió en Gibraltar (1838) tras fracasar en su sublevación en Sevilla.
* en 1841, el entonces coronel Prim, subinspector de carabineros de Andalucía evitó que pudiran entrar en España (vía Gibraltar) los conservadores Narváez y los partidarios de devolver la regencia a María Cristina.
* el “progresista” Espartero tuvo que abandonar la regencia (1843) para exiliarse en Londres, vía Gibraltar.
* en 1844 el “hermano” Washington (Prim) planteó la posibilidad de reconocer la existencia de aguas británicas alrededor de Gibralatar.
* el 16-IX-1868 llegaba Prim a Gibraltar, procedente de Londres, con los masones Práxedes Mateo Sagasta y Manuel Ruiz Zorrilla, se trasladaron a Cádiz que se sublevó, comenzaba la revolución masónica “La Gloriosa” (1868-70) destronaban a Isabel II e iniciaban el sexenio democrático.
* durante la guerra en África (1921-27) Abd el-Krim gozó de apoyo inglés mediante el espionaje expedido en correo inglés (una valija diplomática de uso público entre Tánger y Fez que portaba mensajes secretos. Según el servicio de información militar español Abd el-Krim fue ayudado y asesorado por 47 oficiales británicos y los rifeños también conseguían burlar el bloqueo hispanofrancés con la ayuda de Inglaterra y Alemania.
Sería Gordon Cannings (capitán del ejército inglés) quien el 4-VII-1925 fundó el Riff Committee, sociedad de la Internacional Socialista llegando a ser el Representante (Ministro Asuntos Exteriores y Embajador) de la pretendida República del Rif.
Robert Gardiner también era capitán y oficial del Servicio Especial del Almirantazgo. Especialmente le interesaban las minas de hierro del Rif. En su faceta de “hombre de negocios” estaba ligado a intereses alemanes (Deutsch Orient Bank) junto con John Aznel y Cannings proporcionaron ingentes cantidades de armas y material a Abd el-Krim, muchas veces usando su enorme yate (Sivler Crescent) y el vapor Sylvia que recalaban continuamente en Gibraltar.
Este grupo inglés proveyó de aviones y pilotos a Abd el-Krim aunque no consiguieron usarlos.
Finalmente, el 4-VII-1943 murió el general Sikorsky, Primer Ministro y Jefe de las fuerzas armadas de Polonia en el exilio al sufrir un accidente (provocado por sabotaje británico) en el despegue de Gibraltar. Sikorsky había pedido a la Cruz Roja Internacional que investigara la masacre de Katyn (asesinato en masa de la oficialidad del ejército polaco por Stalin) y la postura polaca amenazaba las relaciones Inglaterra-URSS.
Luego con Alemania venciada y en la vegüenza, que no juicio, de Nüremberg se achacó a los alemanes de la masacre pese a las firmes conclusiones de la Cruz Roja.
No se sabe mucho de las actividades encubiertas desde Gibraltar, pero entre otras se sabe de la bomba puesta en Tánger, la existencia de contenedores con armas (fusiles y subfusiles) entregados por mar o lanzados desde el aire al maquis español organizado por “norteamericanos” (G-3) e ingleses en Andalucía; las redes de agentes secretos en la zona, etc.
LA POBLACIÓN DE GIBRALTAR.
Inicialmente era mínima, unos 70 españoles que se quedaron. Algunas pocas familias inglesas a las que nunca consiguieron atraer en número abundante y algunos “comerciantes” especialmente judíos, pese a Utrech, generalmente de origen marrano emigrados de España y Portugal.
En 1753 eran 1.816 habitantes: 597 genoveses (33%), 575 judíos (32%), y 434 ingleses (24%), 185 españoles (10%), y 25 portugueses (1%).
La vida del soldado inglés en Gibraltar era dura. Escasez de alimentos, abundantes castigos corporales, etc. el suicidio y deserción eran comunes, incluso descendiendo las altas y empinadas paredes de los acantilados.
Antes de la Guerra de Independencia la población había sido desalojada durante el Gran Sitio (llegara a ser de 6.000 personas) excepto en 1.804 que una epidemia les redujo a 1.136 civiles.
Entre 1810-13 los civiles eran unos 3.200 con proporciones similares a las de 1.753.
En 1830 tras la Continental War había 22.000 habitantes, con 5.000 soldados y 1.400 civiles ingleses. 7.400 católicos españoles, portugueses y genoveses nacidos en Gibraltar y otros 6.300 recién llegados más 1.300 judíos nacidos allí.
En 1880 y pese a las epidemias (fiebre amarilla, cólera, etc.) se mantenía la población.
A inicios del XX había unos 18.000 civiles (1939).
Tras 1.873 y la Aliens Order in Council (en Gibraltar nadie puede reclamar derecho de residencia y los hijos de padres extranjeros no pueden tener nacimientos en sus muros).
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