Esto que ocurre en Perú es lo mismo que ocurre en todas las universidades católicas del mundo: hace décadas que no son católicas. Pero nadie quiere hacer saltar la liebre, por lo que mantienen sus nombres hasta que algo ocurre que hace más incómodo el mantenerlo que el quitarlo.
En España el problema está a otro nivel: aquí se habla de lo que ocurre con los hospitales católicos que practican abortos. Si les quitan el nombre o no.
Se ve que el ecumenismo con el mundo no está funcionando como se pensaba, pero eso si que nadie piensa cambiarlo, todo se limita a quitar y poner medallas.
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