Historia del asesinato del conquistador Francisco Pizarro Gonzales Las guerras civiles en Nueva Castilla tras la conquista del Tahuantinsuyo.
Archivo adjunto 4418
El Marques de la Conquista y Marques de los Atavillos Don Francisco Pizarro González, Marqués (Trujillo, Cáceres, Reino de España, 16 de marzo de 1478[] — Lima, Nueva Castilla (Reino del Perú conformante del Reino de Las Indias), 26 de junio de 1541), Adelantado, fue el explorador y conquistador del Tahuantinsuyo “[]Gobernador de Nueva Castilla” (actual territorio Peruano) con sede de Gobierno en La Ciudad de los Reyes (Lima). Es recordado por haber logrado imponerse sobre el Imperio del Tahuantinsuyo con ayuda y apoyo de diversos cacicazgos locales, conquistando el mencionado estado imperial cuyo centro de Gobierno se ubicaba en el hoy Cuzco, y estableciendo una dependencia con la Corona del Reino de Castilla sobre él. Para sus aliados nativos indígenas era conocido como Apu (Jefe, Señor, General) o Machu Capitán (Viejo Capitán).[]
La muerte del CONQUISTADOR
El 26 de junio de 1541, hace 471 años, un grupo de hombres armados, que daban vivas a Diego de Almagro, dieron muerte a él Marques Don Francisco Pizarro González en su austera “casa de morada”. El gobernador departía con un grupo de amigos, quienes ante el peligro huyeron vergonzosamente.El Marqués-Gobernador apenas tuvo tiempo de ponerse una coraza y, junto con su hermano materno Don Francisco Martín de Alcántara, Gómez de Luna y dos jóvenes pajes apellidados Cardona y Vargas, se enfrentó a los asaltantes, cuyo número pasaba largamente la docena. Con vigor juvenil, pese a sus 64 años, Don Francisco Pizarro y los suyos defendieron la puerta de la habitación donde se encontraban. Uno a uno fueron cayendo muertos sus leales acompañantes. Pasaba el tiempo y Don Francisco Pizarro seguía resistiendo. Entonces Juan de Herrada, jefe de los atacantes almagristas, empujó a uno de los suyos, apellidado Narváez, que fue recibido por la espada de Don Francisco Pizarro que se hundió en su pecho. Ese instante bastó para que los demás almagristas ingresaran en la cámara y rodearan al Gobernador asestándole varias estocadas, siendo la que recibió en el cuello la que lo derribó en el ensangrentado piso. El golpe de graciaSintiéndose morir, Don Francisco Pizarro pidió confesión, con la mano izquierda empapada en sangre trazó una cruz e intentó besarla. No pudo lograrlo. Uno de los almagristas le descargó el golpe de gracia con un grueso cántaro de barro que se quebró en la cabeza del moribundo Gobernador, fundador de Lima y de muchas otras ciudades, “que de descubrir Reinos y Conquistar Provincias nunca se cansó”.Socios y rivalesLas desavenencias entre dos de los conquistadores, Don Francisco Pizarro y Diego de Almagro, se iniciaron cuando este último conoció los términos de la Capitulación de Toledo (1529), considerando que eran muy generosos para Don Francisco Pizarro y menguados para él. Pese a ello, continuó en la empresa descubridora, aunque en un lugar secundario. Después de la captura de Atahualpa, la Corona premió los servicios de Almagro con la gobernación de la Nueva Toledo, que comprendía el actual territorio de Chile. Hacia ahí emprendió Almagro una expedición que resultó un fracaso, por haber tomado una ruta equivocada, causando el frío notable mortandad entre la hueste a tal punto de que Diego de Almagro, con la salud muy maltrecha, ordenó regresar al Cuzco, ayudando así, de un modo providencial, a levantar el cerco de esa ciudad férreamente asediada por los seguidores de Manco Inca.Por las armasA partir de ese momento, Almagro inició demandas cada vez más ambiciosas para su Gobernación en el Cuzco. Don Francisco Pizarro, obviamente, rechazó con firmeza tales pretensiones y de nada valieron fallidas entrevistas entre ambos socios y otras gestiones en busca de una conciliación. Entre los almagristas, cuyo caudillo era el Mariscal Rodrigo Ordóñez, debido a la enfermedad de Almagro, y los Pizarristas, al frente de los cuales estaba Don Hernando, hermano legítimo del Gobernador, no cabía otra alternativa que dirimir sus diferencias con las armas. Esto ocurrió en la sañuda y sangrienta batalla de Las Salinas, cerca del Cuzco (6 de abril de 1538). Los almagristas fueron derrotados. Diego de Almagro, imposibilitado de caminar, fue llevado preso al Cuzco, donde fue juzgado y ejecutado. Dejaba como heredero de sus bienes a SMC el Rey Carlos I de Castilla y de España y, de su linaje, a un hijo mestizo que tuvo con una india panameña, que llevaba su mismo nombre y apellido con el remoquete de ‘El Mozo’. Mientras todo esto ocurría, Don Francisco Pizarro no se movió de Lima. Su conducta en relación con la muerte en el patíbulo de Almagro fue muy controvertida. El Marqués Gobernador, sin ninguna razón de fuerza, no abandonó la capital. Pudo haber viajado al Cuzco y salvar la vida de su socio. Pero no lo hizo y, más bien, dejó actuar a su hermano. Posteriormente, Pizarro ordenó una durísima represión contra los almagristas, privándolos de sus encomiendas –a los pocos que las tenían– y de cualquier tipo de propiedad a todos los demás. Sumidos en desesperante miseria, viendo que el licenciado Cristóbal Vaca de Castro, enviado por la Corona para mediar entre los dos gobernadores, no tenía cuándo llegar a Nueva Castilla, los almagristas que habían proclamado como su líder a Diego de Almagro ‘El Mozo’, de apenas dieciocho años, decidieron que no tenían otra salida para sus desventuras que el magnicidio, trágico episodio de nuestra historia que hoy recordamos.
Mas lo cierto es que va a cumplirse medio milenio de la muerte del Gobernador de Nueva Castilla el Marques Don Francisco Pizarro González, y aún los Peruanos estamos divididos, en pro o en contra, del viejo caudillo Extremeño. Es propio de las naciones jóvenes pensar así; al fin y al cabo, como nación, no tiene el Perú medio milenio. Tendrán que pasar unos años más para entender que, guste o no, la actuación de El Gobernador el Marques Don Francisco Pizarro forma parte esencial e indivisible de la Historia del Perú. Cuando esto suceda lo veremos con la naturalidad con que hoy ven los franceses a César, los rusos a Rurik, los ingleses a Guillermo y los egipcios a Omar. Y ese tiempo llegará recordémoslo.
Saludos en Xto. Rex et Maria Regina
Pro Deo, Patria et Rex
No se ama lo que no se conoce
Interesante evocación histórica de la figura del célebre conquistador extremeño, emitida en TVE en 1976: Paisaje con figuras - Francisco Pizarro, Programas y Concursos en el Archivo de RTVE - RTVE.es A la Carta
Militia est vita hominis super terram et sicut dies mercenarii dies ejus. (Job VII,1)
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