Su iglesia es la más
primorosa de todas
las Misiones del
Obispado de Puerto
Rico; goza de una
hacienda de cacao
que tiene en
el valle de Cúpira,
que todos los años
asciende su
producto libre a
doscientos pesos,
Señor: La obligación de indigno
prelado, delegado de estas
santas conversiones de Píritu,
2 me precisa a dar cuenta a
Vuestra Majestad de las
operaciones de el obispo
de esta diócesis de San Juan
de Puerto Rico,
Al presente están de partida
para esa doce religiosos
mandados del rey nuestro
señor Felipe V, que Dios guarde,
y pedidos con instancias del
Obispo de Puerto Rico, a cuya
Mitra pertenecen la Isla de la
Trinidad, y la tierra firme de la
Guayana.
Por lo tanto, una vez que han
logrado la formación de un pueblo
y éste se constituye en parroquia,
entrando a formar parte de una
diócesis, ellos siguen adelante para
repetir una y mil veces la misma
operación. Así hicieron aquellos
Capuchinos de las Misiones de
Cumaná. Sin darse punto de
reposo, sin conocer el desaliento
ni mirar atrás, siguieron su marcha
ascendente, fundando nuevos
pueblos para, una vez formalizados,
entregarlos al cuidado y vigilancia
del Obispo de aquellos anejos
ultramarinos, que no era otro sino
el de Puerto Rico.
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