Inmigración italiana en Argentina - Wikipedia, la enciclopedia libre Inmigración italiana en Argentina

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Italo-argentinos

Italianos llegando al puerto de Buenos Aires en 1948
Población total 691.481[1]
Idioma Español rioplatense, Italiano, dialectos italianos tales como el Genovés, entre otros.
Religión predomina el Catolicismo
Etnias relacionadas Italianos, Italo-uruguayos

Bandera de Italia.





La inmigración italiana en Argentina se refiere al movimiento migratorio más numeroso e importante que recibió la República Argentina. Se trata de la mayor comunidad europea en el país, incluso superando a la española.[2] De 1814 a 1970 llegaron contingentes de inmigrantes de todas las regiones de Italia, unas seis millones de personas llegaron al país.
El asentamiento italiano en Argentina, junto con los españoles, formó la columna vertebral de la sociedad argentina actual. La cultura argentina tiene conexiones importantes en la cultura italiana en términos de idioma, costumbres y tradiciones.[3]
Comunidad italiana en Argentina[editar]

Artículo principal: Italiano argentino.
La comunidad italiana en Argentina es una de las comunidades extranjeras más representativas del país desde el siglo XIX a la actualidad. Según estimaciones el 60% de la población de Argentina, unos 27 millones, es de origen mayormente italiano.[4] Número que podría subir a los 30 millones considerando a los que tienen una lejana ascendencia italiana ( 74% de la población ). La oleada grande de los inmigrantes comenzó en los años 1870, una tendencia que siguió hasta los años 1960. El efecto de la mudanza de los italianos al nuevo país fue muy fundamental para el establecimiento de la sociedad argentina como es compuesta hoy: hay influencias de la cultura italiana que son evidentes hasta en la actualidad.[3] Argentina es la nación, fuera de Italia, con mayor porcentaje de italianos y con máxima evidencia de su cultura italiana.
Orígenes[editar]

Regiones de origen[editar]

Las razones de la mudanza de tantos italianos al Nuevo Mundo fueron muchas. Los italianos empezaron en la segunda mitad del siglo XIX a emigrar no solamente hacia Argentina, sino a Brasil, los Estados Unidos, y otros países americanos. En 1860 Italia estaba dividida entre pequeños estados como el Reino de las Dos Sicilias, los Estados Pontificios, el Gran Ducado de Toscana y el Reino de Cerdeña (y también el Imperio Austriaco). Consiguientemente el movimiento nacionalista, dirigido por Giuseppe Mazzini y Giuseppe Garibaldi, empezó a luchar violentamente para la unificación de Italia de los estados italianos bajo una monarquía constitucional, un proceso conocido en la historia italiana como Risorgimento (el Resurgimiento). A pesar del éxito del proceso en encontrar su meta, las guerras del período y la desunión de la nueva entidad crearon inicialmente un trastorno social y económico en Italia (que estaba compuesta de estados relativamente ricos en el norte, como Reino de Cerdeña y Lombardía, y estados agrícolas pero muy pobres en el sur, como Sicilia y Nápoles). Aún más difícil de reconciliar fueron las diferencias entre los numerosos dialectos del idioma italiano en varias partes del país (había diez tan sólo en Sicilia).[5]
La Italia unida inicialmente no tuvo una infraestructura estatal capaz de resolver los problemas locales de los ciudadanos, y fue dominada por corrupción, desempleo, y desigualdad entre las clases sociales, una situación que existió (y continúa parcialmente existiendo en algunos sectores de la sociedad italiana) así que muchos italianos decidieron buscar oportunidades en otros países, usualmente en el Hemisferio Occidental.
Regiones de origen de los italianos en Argentina (1876-1915) Porcentaje
Piamonte 16.9%
Calabria 13.2%
Sicilia 11.1%
Lombardía 10.4%
Marcas 8.2%
Campania 7.5%
Véneto 7.2%
Abruzos/Molise 3.2%
Al otro lado del mundo, el gobierno argentino había ganado nuevos territorios en la Guerra de la Triple Alianza (1860-1870) contra Paraguay, que estaban despoblados. Para establecer la presencia de la nación en las nuevas fronteras, el estado argentino requería mano de obra barata para construir nuevos asentamientos, idealmente blancos que pudieron definir la tez europea del nuevo país. El gobierno, compuesto de personas de ascendencia ibérica no confió en los pueblos indios, dado que no tuvieron ninguna lealtad al concepto de un estado nacional del modelo europeo.
Llegada a Argentina[editar]


La mayoría de los italianos que se mudaron hacia Argentina inicialmente fueron norteños, originarios de regiones como Piamonte, Liguria y Lombardía. Ellos se establecieron en las regiones menos pobladas del país como las Pampas (i.e. Santa Fe, Córdoba, y Mendoza). La capital del Chaco, Resistencia fue el destino de muchos italianos después de 1878.[6]
Las comunidades más grandes se establecieron en la provincia y especialmente la ciudad de Buenos Aires, además en Sante Fe, Entre Ríos, Córdoba, La Pampa y Santiago del Estero. Otros sucesivamente llegaron a los países vecinos Uruguay y Brasil.
Los italianos comenzaron a llegar a la Argentina en gran número en la década de 1870, y este flujo migratorio se mantuvo constante hasta la década de 1960[7]
En 1895 los ciudadanos italianos eran el 12.5% de la población argentina, pero en 1960 se habían reducido a casi el 5% del total y en 2008 eran 659.655.[8]
En 1980 los descendientes directos de italianos eran casi el 52% de los argentinos, porcentaje que subía a casi el 70% si se agregaban los argentinos con lejana ascendencia italiana (como Juan Domingo Peron, que tenía un bisabuelo italiano venido de Cerdeña).
Rango en el mundo[editar]

El historiador italiano Marcello De Cecco ha dicho:
Los italianos, como es sabido, son un pueblo de emigrantes. Durante muchos siglos, ellos se dispersaron a los cuatro rincones del mundo. No obstante solamente en dos países ellos se constituyen en una mayoría de la población: en Italia y en Argentina.
Motivación de inmigración[editar]


Inmigrantes italianos a Argentina.



Museo de inmigración en Buenos Aires, de vez un hotel para personas que llegaron recientemente de la patria.


Los italianos abandonaron su patria durante un periodo de casi un siglo en favor de Argentina, y las razones cambiaron con el tiempo:
Siglo XIX[editar]

La emigración italiana hacia Argentina (y las Américas) empezó en forma masiva en el Ochocientos, principalmente por dos razones: económica y demográfica.

  • Razones económicas: Antes de la unificación tumultuosa de Italia en la segunda mitad del siglo, Italia tuvo dificultades de adaptación en relación a los cambios tecnológicos. Mientras que en Inglaterra y Alemania abrazaron las nuevas formas de industria, en Italia no pudieron competir con las potencias imperiales. De hecho, Italia solo empezó a expandirse fuera de la península itálica al fin del siglo, muy tarde en relación a Holanda, Gran Bretaña, y Francia que empezaron muchos siglos antes y manejaron sus colonias relativamente con aptitud. En adición a esto, Italia fue dominada por Napoleón hasta 1815: él dejó la península más pobre y atrasada que nunca. En los años siguientes el pueblo italiano sufrió hambres, epidemias de cólera, y aún en tiempos normales, las instituciones débiles de los estados locales. Aún dominada por élites feudales, los italianos pobres pagaron impuestos altos y dependieron de préstamos usurarios para subsistir. Muchos italianos se mudaron al extranjero con el objetivo original de ayudar a sus familias a devolver los préstamos. Cabe precisar que muchos artesanos, que perdieron el comercio debido a la industrialización, dejaron Italia para continuar en sus empleos anteriores en lugares que los necesitaban, como Sudamérica.


  • Razones demográficas: Después de la unificación de Italia, las mejoradas condiciones sanitarias -hechas por el nuevo gobierno unitario- crearon un abultado crecimiento demográfico de la población italiana. Entre 1861 y 1911 la mortalidad (especialmente infantil) disminuyó enormemente, mientras que la natalidad se mantuvo elevada a causa de la influencia católica que promovía los nacimientos. Esto conllevó un gran crecimiento de la población joven de Italia en esos 50 años, que desembocó en una emigración en masa que -no pudiendo ir hacia las recientemente creadas colonias italianas en África- se dirigió hacia las Américas (Argentina era una de las metas preferidas por tener un clima parecido al italiano).

Siglo XX[editar]

Aunque Italia salió vencedora de la Primera Guerra Mundial, sus deudas fueron enormes, y el país perdió mucho de su pequeña riqueza en la lucha para expandir sus fronteras. El desempleo de posguerra fue otra motivación para que los italianos viajaran al extranjero. El fascismo conquistó Etiopía en 1936 para trasladar ahí millones de italianos, pero en 1943 todo se derrumbó. Con las secuelas de la Segunda Guerra Mundial, Italia fue aún más arruinada, con muchas ciudades destruidas como resultado de bombardeos de los aliados o de los alemanes.
En toda Europa los problemas económicos siguieron a la guerra, con corrupción y disturbios sociales que plagaron el estado italiano. Aunque la emigración hacia los Estados Unidos era entonces muy pequeña debido a las cuotas y a la discriminación, los italianos todavía pudieron encontrar un nuevo hogar en Argentina y en otros países sudamericanos.
Población italiana residente en Argentina
Año Población extranjeros Población italianos % italianos sobre extranjeros % italianos sobre población total
1869 210.330 71.403 33,9 3,8
1895 1.006.838 492.636 48,9 12,2
1914 2.391.171 942.209 39,4 11,9
1947 2.435.927 786.207 32,3 4,9
1960 2.604.447 878.298 33,7 4,4
1970 2.210.400 637.050 28,8 2,7
Tratamiento de los inmigrantes y descendientes[editar]

Artículo principal: Italiano argentino.
Con la inmigración italiana se crearon los ítalo-argentinos, o sea, los descendientes -nacidos en Argentina- de estos emigrantes italianos.
En relación a la experiencia italiana en otras partes del mundo, como en los EE. UU., los italo-argentinos no sufrieron de sentimientos anticatólicos o racistas. La sociedad conservadora y católica en Argentina saludó a los nuevos colonos blancos de la misma fe con que pudieron forjar Argentina. Los italo-argentinos se integraron en general mejor en la sociedad que los germano-argentinos debido a la semejanza entre los idiomas castellano e italiano, si bien eso no significa que fueron más exitosos.
A pesar de eso, hubo casos extremos en los que los italo-argentinos sufrieron de xenofobia, como en el juicio del anarquista Severino di Giovanni en 1931.[9] El juicio de Giovanni motivó algunos sentimientos anti-italianos, aunque puede verse más como un acto de maltrato estatal en Argentina.
Ítalo-argentinos en la escena política[editar]

Una indicación del éxito de la gente ítalo-argentina en el país fue la ascensión de muchos de sus hijos a la cumbre del poder. El primer ejemplo fue Manuel Belgrano (1770-1820), creador de la Bandera Nacional, y luego los presidentes Carlos Pellegrini, Eduardo Lonardi (de facto), Arturo Frondizi, José María Guido (de facto), Arturo Umberto Illia, Héctor J. Cámpora, Roberto Eduardo Viola (de facto), Leopoldo Galtieri (de facto) y Reynaldo Bignone (de facto) fueron descendientes de tales inmigrantes. También otros políticos como Ángel Borlenghi, Antonio Cafiero, Italo Argentino Luder, Domingo Cavallo, Roberto Lavagna, Mauricio Macri, Jesús Cataldo Cariglino, Gabriela Michetti, Jorge Macri y Sergio Massa, entre otros. La familia Tessio de Santa Fe había producido algunos políticos influyentes, como el gobernador Aldo Tessio y su hija Griselda.
Se dice que también Juan Domingo Perón tuviera antepasado en la isla de Cerdeña (Italia), y que su verdadero apellido fuese Piras (piras en sardo).


Ítalo-argentinos en el espectáculo y la farándula[editar]



Ignacio Corsini fue un importante cantautor de tango, nacido en Italia. Gino Renni es un actor italiano radicado en la Argentina.Nació en Calabria (Italia) el 7 de junio de 1943.Llegó a la Argentina en 1967 (a los 24 años), y realizó su primera película en 1968. Trabajó en varias telenovelas, como por ejemplo Cebollitas, realizó muchas películas y novelas gráficas para adultos. A su vez, el actor y conductor de televisión Rodolfo Ranni llegó de niño a la Argentina en 1947, después de haber nacido en Italia.[10] Otras celebridades nacidas en Italia son el cantante de protesta Piero De Benedictis (inmigró con sus padres en 1948),[11] el actor Gianni Lunadei (en 1950),[12] el empresario Francisco Macri (en 1949),[13] y el músico de rock Kay Galiffi (1950), miembro original de la banda Los Gatos,[14] y Luca Prodan líder de la banda de rock y reagge Sumo.
Ítalo-argentinos en la ciencia y tecnología[editar]

José Ingenieros, nació en Palermo, Italia, bautizado como Giuseppe Ingegneri, fue un médico y filósofo italo -argentino. Vittorio Meano, nacido en Susa, fue un arquitecto que diseñó el Palacio del Congreso de la Nación Argentina y el palacio legislativo de Uruguay. Francesco Tamburini, nacido en Italia, fue responsable de la construcción de la Casa Rosada, estuvo en el proyecto inicial del Teatro Colón de Buenos Aires y también diseñó el Teatro del Libertador General San Martín de Córdoba. Marino de Teana, naciò en Basilicata, fue un escultor y arquitecto que trabajó principalmente en Francia y fue definido por Le Monde como "un filósofo del espacio".
Ítalo-argentinos en las letras y la cultura[editar]


Susana Calandrelli, escritora


Sarmiento invita a numerosos intelectuales italianos con la finalidad de mejorar la educación nacional, así fue como se incorpora a la vida cultural de los argentinos Matías Calandrelli (1845-1919), periodista, escritor, gramático, músico y filólogo, autor de numerosas obras entre las que se destaca el Diccionario filológico comparado de la lengua castellana publicado en 1880. Como anécdota se sabe que Matías Calandrelli compuso un himno llamado Dios y Patria (1905) y que había encargado la música a Puccini durante su estancia en Buenos Aires.[15] Matías Calandrelli, fue el abuelo de la reconocida escritora Susana Calandrelli.[16]

Dhialma Tiberti, poeta


Otros reconocidos miembros de esta familia dejaron su marca en la cultura argentina: Como Matías C. (h) Calandrelli (médico, autor de tratados y poeta), Matías A. Calandrelli (Médico, Militar, Músico), Alcides Calandrelli (jurisconsulto), Jorge Calandrelli (músico), Elsa Calandrelli (música y folcklorista), Nieves Calandrelli (poeta), descienden de esta misma familia otras personalidades de la cultura como la pintora Patricia Sicardi Calandrelli y el músico Ignacio Sicardi.
Otras personalidades reconocidas en el ámbito de la cultura fueron: Josefina Passadori, científica geográfa y escritora como así también su sobrina, la poeta: Dhialma Tiberti.
Ítalo-argentinos en la religión[editar]

Al igual que en Italia, los italianos viviendo en otras partes del mundo profesan en su gran mayoría el catolicismo romano. En Argentina, los italianos han tenido mucha participación en la evangelización y en las obras de caridad dirigidas por la Santa Sede.
La Santa Sede y la Argentina tienen firmado un concordato que regula las relaciones entre el Estado y la Iglesia católica.
El 13 de marzo de 2013 fue electo el primer Sumo Pontífice latinoamericano de la historia, el hasta entonces arzobispo de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio, quien es conocido desde entonces como Papa Francisco. Bergoglio es de ascendencia italiana (materna y paterna), concretamente piamontesa.
Cultura[editar]


Colectividad italiana en la Fiesta del Inmigrante en Oberá.


Idioma italiano en Argentina[editar]

Véanse también: Lunfardo y Cocoliche.
De acuerdo con Ethnologue, Argentina cuenta con más de 1.500.000 de hablantes de italiano, por lo que es el segundo idioma más hablado en el país.[17] A pesar de las grandes cantidades de inmigrantes italianos en el país, la lengua italiana en realidad nunca se arraigó del todo en la Argentina, en parte porque en el momento en que la gran mayoría de los italianos sólo hablaban su dialecto italiano local y no el italiano unificado estándar. Esto impidió cualquier ampliación del uso de la lengua italiana como lengua principal en la Argentina. La similitud de los dialectos italianos con el español también permitió a los inmigrantes a asimilarse, mediante el uso de la lengua española, con relativa facilidad.
La inmigración italiana de la segunda mitad del siglo XIX a principios del siglo XX tuvo un impacto duradero y significativo en la entonación del español vernáculo de la Argentina. La investigación preliminar ha demostrado que el español rioplatense, y en particular el hablado en la ciudad de Buenos Aires, tiene patrones de entonación que se asemejan a las de los dialectos italianos (especialmente el napolitano), y difieren notablemente de los modelos de otras formas del español.[18] Ésto se correlaciona bien con los patrones de inmigración ya que Argentina, y particularmente Buenos Aires, tuvieron un gran número de colonos italianos desde el siglo XIX. De acuerdo con un estudio realizado por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, y publicada en Bilingüismo: Lenguaje y Cognición (ISSN 1366-7289).[19] Los investigadores señalan que este es un fenómeno relativamente reciente, que comenzó a principios del siglo XX con la ola principal de la inmigración proveniente del sur de Italia. Antes de ésto, el acento porteño era más similar al de España, especialmente al de Andalucía.[20]
Cocina italiana en Argentina[editar]

Como todas las naciones en que viven muchos descendientes de italianos, la cocina de Argentina posee muchas influencias de la vieja patria, si bien hay varios platos que son originales de los italianos en Argentina, a diferencia de los importados de Italia.
Pizza[editar]


Pizza sobre fainá.


La pizza es una de las comidas más conocidas en el mundo entero, y quizá la más famosa de origen italiano. La pizza argentina es más semejante al calzone que las pizzas más conocidas. Los tipos varían de pizza por metro (cocido en el horno en forma rectangular y tamaño lateral en vez de radial), pizza a la parrilla (como se escribe, cocida en una parrilla y no en un horno). La pizza argentina es supuestamente más similar a la forma napolitana que a la siciliana. La fugazza, un plato de pan con queso de origen genovés, está hecha en Argentina con queso solamente como en Recco (Genova), ya que la fugazza con queso es típico del pueblo de Recco.
Fainá[editar]

Fainá es un tipo de pan hecho con harina de garbanzo, y tiene sus raíces en el norte de Italia (en la región Liguria). Un plato popular en pizzerías argentinas es de moscato (vino moscatel), pizza, y fainá, lo que es un vaso de vino con un triángulo de pizza sobre uno de fainá. En Italia pizza y fainá nunca son comidos juntamente.
Pasta[editar]


Un plato de ñoquis de ricotta con queso.


Aún más prevalente en la dieta argentina son las pastas, entre ellas tallarines fettuccine, ravioli, gnocchi (escrito en castellano ñoquis), y cannelloni (canelones). Es costumbre en algunos países latinoamericanos comer la pasta ñoquis el 29 de cada mes, en tributo a San Pedro y San Marcos, santos patronos de Venecia.[21