La Hispanidad desde la Venezuela comunista
Para que Hispanoamérica sea fuerte otra vez debe volver a sus raíces, afianzar su unidad cultural y política Hispana en contra del globalismo, y tomar el catolicismo como guía moral contra la moral posmoderna que impera hoy
La Hispanidad para los venezolanos siempre fue un hecho instintivo, nunca fue algo analizado a conciencia, ni divulgado en colegios o medios masivos de comunicación. Por ejemplo, la enseñanza en la escuela pública apenas muestra algo del período hispánico, (aun cuando abarca 300 años) el cual formó a ilustres venezolanos como Francisco de Miranda, Andrés Bello o Simón Bolívar. Sin embargo, la historia oficial solo habla de oscuridad y opresión basada más en la leyenda negra que en hechos históricos.
En este sentido hay que saber diferenciar a la casta política anti tradicional masónica y socialista que se apoderó del poder político en 1958 y el pueblo llano. Pueblo que siempre consideró a España como su Madre Patria, (no a África como pretende la oligarquía roja), que conmemoraba el descubrimiento de América o día de la raza o hispanidad, el cuatricentenario de Caracas, y que era, y es fundamentalmente católico.
Mientras la guerra de independencia la muestran como una contienda internacional de españoles contra venezolanos, y no una guerra civil como en efecto fue.
Sin ir muy lejos, la revista oficial de la armada venezolana (que aún no estaba totalmente penetrada por la ideología socialista), el 24 de julio de 1992, celebraba 500 años del «Encuentro de dos mundos». Dicho editorial dice textualmente: » En el marco de los 500 años del encuentro de dos mundos, la Armada de Venezuela se siente honrada por ser depositaria de una porción de cenizas del ilustre Almirante Cristóbal Colón… desde entonces es tradición de nuestros cadetes colocar una ofrenda floral el día de la Hispanidad (12 de octubre)…»
Más adelante afirma: «Desde que la América indígena aparece en el panorama de historia universal, participamos en el como una accesión a la cultura más vieja, y más sabia, más ilustre de Europa: la cultura hispana.»
Esa era la norma hasta los años noventa, por un lado los políticos izquierdistas invocaban el «imperialismo español» para victimizar nuestro país, y por otro sectores institucionales y personalidades como el escritor y político de derecha Uslar Pietri defendían nuestro origen español.
Esta correlación de fuerzas cambió con la «revolución chavista», en la cual en los estatutos de partido socialista afirma inequívocamente su anti hispanismo, diciendo lo siguiente:» (el Partido socialista, psuv) nutre sus raíces de la afroindianidad legadas por Guaicaipuro y José Leonardo Chirino, todo ello inspirado en el liderazgo fundamental e ideas revolucionarias del Comandante Hugo Chávez, dirigidos a crear el hombre nuevo y la mujer nueva en un crisol de esperanzas y de sueños que hacen de nuestro socialismo un socialismo mestizo, cargado de africanidad, de los elementos propios de nuestros pueblos indígenas…»
«Afroindianidad» que nadie sabe en que consiste, pues el legado indígena en la cultura venezolana no pasa de algún que otro alimento como las arepas de maíz, o el casabe (pan de yuca)…
A medida que el PSUV se apoderaba de las instituciones republicanas la institución militar también lo hacía al punto de convertirse un brazo armado de la revolución en el cual el orgullo de la herencia hispana era borrado y sustituido por el indigenismo marxista.
Ellos toman mitos como el “buen salvaje” o la “leyenda negra española” como hechos reales, y promueven tales errores en los medios de comunicación, escuelas y universidades para que el hispano se odie a sí mismo, y vea al inglés como lo mejor, como el “salvador”, el modelo a imitar, en lugar de tomar nuestro propio camino. Por otro lado, el indigenismo no tiene una aplicación política real pues la civilización indígena no existe como tal desde hace 500 años, y la población que se pueda identificar como perteneciente a una tribu indígena es ínfima. Y en caso de hacerlo, no sería otra cosa que atentar contra la civilización hispanoamericana (que mezcla lo español, europeo-latino-cristiano, con lo africano e indígena), para beneficio de los enemigos de la unidad hispana.
Lo que busca el indigenismo marxista en primer lugar es borrar la identidad de nuestras naciones hispanoamericanas y en segundo lugar crear conflictos para dividir la unidad social. Venezuela bajo el régimen comunista, es un claro ejemplo de ello. Una de las primeras medidas de Chávez fue cambiar el tradicional «Día de la raza», que buscaba precisamente reconocer la importancia de las diferentes culturas que se mezclaron, por el «Día de la resistencia indígena». Motivado por este tipo de incoherencias históricas y discursos de odio hacia nuestro propio pasado, en 2004 el monumento a Colón fue derribado por hordas chavistas durante la celebración del «Día de la Resistencia Indígena». Así mismo en 2018 la alcaldía de Caracas, luego de muchos años intentándolo, retiraron la estatua del León de Caracas, el cual es el símbolo de la ciudad capital que desde su fundación, en el año 1567 porDiego de Losada, se denominó Santiago de León de Caracas, y lo sustituyeron por una estatua de una indígena que no representa nada para la ciudad.
Así se va reemplazando la identidad de una nación y llevándola a una falsa identidad nueva. Por tanto no es de extrañar que lo cultos santeros y de brujerías de origen africano, incluida la profanación de tumbas y el sacrificio de animales, se haya expandido con fuerza bajo chavismo, llegado al país por vía cubana. De tal modo que los niños que crezcan viendo estos símbolos no tendrán lazos con la identidad y el origen de nuestra ciudad y nación. Nuestro pasado hispánico. Por eso no es extraño que a las escuelas públicas se les coloque nombres de algún cacique indígena que no representa nada ni para las ciencias ni las artes, ni la historia nacional cuando en nuestra nación hay tantos hombres y mujeres que podrían servir de grandes ejemplos para esos niños. Pero su problema es que son demasiado «eurocentristas». Es por tal motivo que se manipula la historia, sobre todo la presentada a los jóvenes, a base de anacronismos para atacar el legado hispano.
No obstante, existe otra visión política que reafirma la hispanidad y catolicismo representada por los movimientos patriotas, tradicionalistas, antiglobalistas y conservadores formados principalmente por jóvenes, y alineados bajo lo que se conoce como nueva derecha y/o tercera posición. Los cuales varios de ellos toman como símbolo la cruz de Santiago que aparece en el escudo de Caracas (hasta el 2022), en el de Mérida y en el Movimiento Acción Nacional de corte católico y nacionalista disuelto en 1973, así como laCruz de Borgoña.
Dicha posición política; patriota, hispanista y católica es la verdadera oposición al régimen comunista al que la falsa oposición (socialista-progre-cobarde) repudia por según ellos radical y extremista (por atacar la raíz del problema).
Difícilmente pueden estos patriotas hispanistas luchar contra el régimen chavista que cuentan con todos los recursos del Estado, y con la falsa oposición cómplice que recibe financiación internacional e impiden la participación electoral de un partido alternativo. Tampoco cuentan estos con medios de comunicación masivos que les ayuden a difundir sus propuestas que expresan lo que una mayoría silenciosa desea para la nación.
Para esta verdadera oposición, la hispanidad no es solo un legado cultural, es una unidad geopolítica que puede y debería ser usada para enfrentar a los enemigos históricos como el supracapitalismo anglo-americano y su imposición cultural, utilitarista y materialista; el marxismo internacional; el globalismo; y el nuevo poder de China. La Hispanidad une culturalmente a todos los hispanoamericanos ya que no aspira a la lucha de razas ni nada parecido, como si lo hace el indigenismo o el africanismo. La hispanidad es un hecho cultural, más que racial. Por tanto es atacada por todos los enemigos posibles, así el indigenismo es una bandera izquierdista pues el izquierdismo es especialista en desintegrar y confrontar.
Por tanto para que Hispanoamérica sea fuerte otra vez debe volver a sus raíces, afianzar su unidad cultural y política Hispana en contra del globalismo, y tomar el catolicismo como guía moral contra la moral posmoderna que impera hoy. Y esa es la lucha más profunda que enfrenta Venezuela hoy, una lucha espiritual por su subsistencia o descender al tribalismo indígena, el colectivismo, la dependencia y la destrucción total de la Patria.
Autor: J.J Fernández – Divulgador de la tercera posición política y miembro fundador del Movimiento social acción nacionalista –https://nacionalismovenezolano.wordpress.com
https://www.tradicionviva.es/2022/09...ela-comunista/
Última edición por Hyeronimus; 14/09/2022 a las 12:38
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