El río y el mar: puentes, puertos y faros
Manila ha vivido de cara al mar, que es la razón de su existencia. Ha dependido de buques que llegaban y que salían. Es una ciudad marítima. Su río ha sido límite y unión.
El atraque de los grandes barcos en las proximidades de la ciudad fue siempre una dificultad; por eso, Cavite se convierte en el puerto de la capital de Filipinas durante siglos. En la desembocadura del río se formaban barreras de arena, serio peligro para la navegación; mediado el siglo XVIII se levantaron diques de encauzamiento. Mucho más tarde, en 1881, se elaboró el primer proyecto de un puerto para Manila. Se emplearon los métodos y técnicas más avanzados de construcción portuaria.
El río Pasig y los canales de sus esteros son las grandes vías de comunicación de Manila. Las islas que forman delimitan también los barrios, mientras que el río separa Intramuros de la otra orilla. Los puentes unen todas las partes de la ciudad. A finales del XIX, la Junta de Obras del Puerto prepara un plan general de canalización que mejora la comunicación fluvial.
Hasta bien entrado el siglo XIX, el Puente Grande fue el primero y el único. Tras el terremoto de 1863, un nuevo puente lo sustituía en 1875. Tenía ocho arcos, los dos centrales de estructura de hierro. Se llamó Puente de España.
El segundo puente fue el llamado de Clavería.
Tenía una estructura colgante y constituyó un hito en el paisaje urbano de Manila; unía Quiapo con el sitio de Arroceros y se abrió al público en 1852. El tercer puente, el de Ayala, de dos tramos independientes, atravesaba la isla de la Convalecencia y fue inaugurado en 1880.
En la segunda mitad del XIX el tráfico marítimo de la bahía empieza a tomar una gran envergadura. Se realiza entonces la construcción de faros, como el de San Nicolás o los de la isla del Corregidor, siguiendo las últimas tendencias europeas.
Puente de España sobre el Pasig en Manila. Casto Olano en Colección de planos... 1876. BETSICCP, Madrid Para reemplazar al arruinado Puente Grande, se proyectó una obra mixta de ocho arcos: los dos centrales, de luces mayores, muy rebajados y construidos en hierro, y los seis restantes de cantería.
Tramo de la Concepción del puente de la Convalecencia en Manila. Eduardo López Navarro en Colección de planos correspondientes a varias de las construcciones realizadas o proyectadas por la Inspección General de Obras Públicas de las Islas Filipinas. 1876. BETSICCP, Madrid El puente de Ayala, como también se llamaba, salvaba el río en dos tramos independientes convergentes en la isla de la Convalecencia. Cada tramo lo formaban tres arcos rebajados y un tablero inferior, construidos en madera.
Vista del Puente de España, edificado después del terremoto de 1863. Álbum fotográfico... Finales del siglo XIX. BN Las partes metálicas del puente de España - los arcos centrales, las barandillas y los candelabros - se importaron desde Francia, por medio del ingeniero español allí destacado José Echeverría.
Vista del puente colgante en la ciudad de Manila. Álbum fotográfico... Finales del siglo XIX. BN El puente colgante fue promovido por una compañía privada que lo explotó en régimen de peaje. El proyecto lo realizó el ingeniero francés M. Gabaud.
Puente de Ayala entre la isla de la Convalecencia y el barrio de la Concepción, hundido en este año. La Ilustración Española y Americana, 1890. BN Sin que hubieran pasado diez años desde su inauguración, en 1889 el puente de Ayala amenazaba inminente ruina. Ese año se hundió el tramo entre la isla y el barrio de San Miguel, y tan sólo unos meses después lo hacía el de la Concepción.
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Plano de situación del puerto y arsenal de Cavite. 1832 MN Durante el siglo XVIII se recurría al puerto de Cavite, cercano a Manila, para el fondeado de las embarcaciones debido a las mejores condiciones que presentaban sus fondos.
Proyecto del puerto de Manila. José García Morón. Revista de Obras Públicas, 1889-1890 En los años ochenta se incrementan los intentos de dotar a Manila de un puerto exterior en consonancia con su importancia comercial, económica y política.
Nuevo proyecto de un puerto artificial para la ciudad de Manila. José García Morón. 1890. AHN En términos generales la propuesta consistía en crear una zona de abrigo para el atraque de las embarcaciones. Además se habilitarían amplios espacios destinados a tinglados y almacenes de los productos y mercancías con destino a Europa y América.
Proyecto de batería en el murallón del Sur. Mariano de Goicoechea. 1834. SHM A lo largo de su historia, la defensa de Manila fue una preocupación constante que se tradujo en contínuos trabajos de fortificación del frente marítimo.
Tramo del río Pasig a su paso por la muralla de la ciudad de Manila. Siglo XIX. SHM A la canalización y rectificación de la ría del Pasig y a la defensa de sus márgenes se destinaron notables esfuerzos a lo largo del siglo XIX.
Diques de encauzamiento contra los sedimentos que aterraban la entrada del Pasig. 1757. SGE Durante el siglo XVIII se realizaron obras y campañas de dragado contra la acumulación de arena en la desembocadura del río, que dificultaba la navegación y la entrada al puerto fluvial.
Vista del río Pasig con el Puente Grande de piedra, antes del terremoto de 1863. Fernando Brambila. Colección de dibujos y grabados de la Expedición Malaspina. 1789-1794. MN Construido en la primera mitad del siglo XVII, hasta la inauguración del Colgante, el Puente Grande fue el único existente sobre el Pasig. En 1814 se sustituyó el tablero de madera por bóvedas de cal y canto.
Faro de Punta Santiago (Batangas) para la señalización del estrecho formado por la isla de Luzón y la de Mindanao. Magin Pers y Pers y Guillermo Brockmann. La Ilustración Española y Americana. José Fernández. 1891. BN En 1890 se inauguró el nuevo faro catadrióptico para aviso de los navegantes. El propósito era iluminar este paso obligado de la derrota del sur y del Pacífico hacia el mar de la China.
Proyecto de faro metálico para el bajo San Nicolás en la bahía de Manila. José Echeverría en Colección de planos... 1876. BETSICCP, Madrid La mayoría de los faros levantados en Filipinas eran de construcción tradicional, aunque se ejecutaron también algunos de estructura metálica, siguiendo las tendencias europeas más innovadoras.
Torre vigía en la isla del Corregidor en la entrada de la bahía de Manila. Ildefonso de Aragón. Primera mitad del siglo XIX. SHM Aunque los faros en Filipinas obedecían a tipologías diferentes, todos ellos contaban con viviendas para los torreros y aljibes, imprescindibles en los lugares aislados e inaccesibles.
Proyecto de un faro en la isla del Corregidor. Mariano de Goicoechea. 1830. SHM La isla del Corregidor, por su significada posición en la entrada de la bahía de Manila, contó desde muy pronto con una luz de señalización.
EL RIO Y EL MAR: PUENTES, PUERTOS Y FAROS
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