Ya me he picado con el tema. Igual el hilo mejor se debería llamar ciencia e ideología, para hacerlo más " generalista " :barretina:
¿Sabías que la antropóloga más famosa de todos los tiempos es un fraude intelectual?
By AMDG on Agosto 17th, 2009 | 1 Comment »
http://www.duluth.umn.edu/cla/facult...garet_Mead.jpgOs lo resumo: escribió un libro Coming of age in Samoa en que mostraba una sociedad en la que los jóvenes practicaban una promiscuidad generalizada. En 1983 -más de cincuenta años después de aparecer el libro- Dereck Freeman mostró en un libro que era todo una patraña y que las informantes cuyas confidencias trascribió Mead fueron una tomadura de pelo.
Sin embargo, a pesar de todo, se le sigue dando credibilidad a Mead. Por ejemplo, aquí tenéis el artículo de la Wikipedia (Margaret Mead). Se trata de una traducción bastante pobre. Esta es la esencia de la discusión:
En 1983, cinco años después de la muerte de Mead,
Derek Freeman publicó
Margaret Mead y Samoa: la construcción y destrucción de un mito antropológico, en donde ponía en tela de juicio los principales hallazgos de Mead. Mead estuvo nueve meses en Samoa y no hablaba su dialecto. Freeman dedicó a su investigación casi medio siglo y hablaba el dialecto samoano de manera perfecta. Freeman basó la crítica en sus propios cuatro años de trabajo de campo en Samoa y en entrevistas recientes con informantes sobrevivientes de la época de Mead. El argumento dependía del lugar del sistema
taupou en la sociedad samoana. Según Mead, el sistema
taupou consistía en una virginidad institucionalizada, exclusivamente, para las mujeres jóvenes de alto rango. Según Freeman, todas las mujeres samoanas imitaban el sistema
taupou y las informantes de Mead entrevistadas negaron haber estado envueltas en sexo casual cuando eran jóvenes y declararon haberle mentido a Margaret Mead.
Después de una racha inicial de discusión, muchos antropólogos concluyeron que la verdad absoluta, probablemente, nunca se conocería. De cualquier manera, muchos encontraron la crítica de Freeman altamente cuestionable. Primero, especularon acerca del hecho de que Freeman hubiera esperado hasta que Margaret Mead muriera para publicar su crítica de manera que ella no pudiese responder. Por otra parte, señalaron que las informantes originales de Mead eran, ahora, mujeres viejas, abuelas y se habían convertido al
cristianismo. Además, hicieron notar que la cultura samoana había cambiado considerablemente en las décadas siguientes a la investigación original de Mead; que, después de la intensa actividad misionera, muchos samoanos habían llegado a adoptar los mismos estándares sexuales de los americanos, quienes, en su día, recibieron con tanta impresión las revelaciones de Mead. Sugirieron que, como mujeres en ese nuevo contexto, era inaceptable hablar francamente acerca de su comportamiento adolescente (nótese también que una de las estrevistadas de Freeman dio su fe renacida como razón para admitir su engaño del pasado). Finalmente, sugirieron que aquellas mujeres no serían tan francas y honestas acerca de su sexualidad cuando hablaban con un hombre entrado en años, como habrían sido hablando con una mujer joven. Muchos antropólogos también acusaron a Freeman de tener el mismo punto de vista sexual
etnocéntrico que tenían las personas a las que Boas y Mead impresionaron.
Los antropólogos también criticaron a Freeman acerca de las bases metodológicas y empíricas. Por ejemplo, Freeman combinó ideales públicamente articulados con normas de comportamiento, es decir, mientras muchas mujeres samoanas admitirían en público que es ideal mantener la virginidad, en la práctica exhibían altos niveles de sexo prematrimonial y se jactaban acerca de sus aventuras sexuales entre ellas mismas. Los propios datos de Freeman apoyaban las conclusiones de Mead: en una aldea samoana del oeste documentó que el 20% de las mujeres de 15 años, el 30% de las de 16 y el 40% de las de 17 se habían comprometido en sexo prematrimonial.
En 1983, la Asociación Americana de Antropología expidió una moción declarando el libro de Freeman, Margaret Mead y Samoa, como “pobremente escrito, no científico, irresponsable y engañoso”. En los años siguientes, antropólogos debatieron vigorosamente esos problemas pero, generalmente, apoyaron la crítica de Freeman.
Freeman continuó argumentando su caso en la publicación de
1999 El fatídico fraude de Margaret Mead: un análisis histórico de su investigación samoana.
La “declaración institucional” de la “comunidad científica” condenando el libro es cuando menos curiosa. Atención a esto:
Margaret Mead estuvo casada tres veces, primero con
Luther Cressman y luego con dos colegas antropólogos,
Reo Fortune y
Gregory Bateson, con quien tuvo una hija, también antropóloga,
Mary Catherine Bateson. Su nieta, Sevanne Margaret Kassarjian, es actriz de teatro y televisión y trabaja profesionalmente bajo el nombre de
Sevanne Martin.
Mead era declaradamente bisexual: además de sus tres matrimonios héterosexuales tuvo dos amantes lésbicas de largo plazo. Además practicaba el amor libre cuando le era posible. Y a esto:
Otro libro extremadamente influyente de Mead fue
Sexo y Temperamento en Tres Sociedades Primitivas. Éste se convirtió en la principal piedra angular del
movimiento de liberación femenina, desde que aseguró que las mujeres eran las que dominaban en la tribu
Tchambuli (ahora
Chambri) de
Papúa Nueva Guinea (en el Pacífico Oeste) sin causar ningún problema en especial. La carencia de dominación masculina pudo haber sido el resultado de la prohibición de la guerra por parte de la administración
australiana.
Y todavía le llaman ciencia.
Para los que sepáis inglés y os interese el tema. Aquí tenéis un enlace a un artículo sobre el libro de Mead (Margaret Mead, Derek Freeman… and the Samoans) que hace esta agudísima observación:
David Williamson[3], Australian playwright has written a satirical play based on the Mead-Freeman controversy titled: “Coming of Age in Academia” (http//:
www.monash.edu.au.pubs/). Writing of himself in an advertisement for his play, William’s states:
“He believes that
it is ironic that while anthropologists argued that there was no biological essence to human nature or links to our animal ancestors “‘Their treatment of Derek was identical to the treatment a chimpanzee troupe gives to one of it’s outcasts.” Y acaba con esta conclusión:
My recommendation is that Derek Freeman’s “Margaret Mead and Samoa: The Making and Unmaking of an Anthropological Myth” and “Coming of Age in Samoa” by Margaret Mead, be discussed thoroughly in all cultural anthropology classes or, better yet, have a class exclusively devoted to the subject. Indeed, it would serve as a useful tool in any class with a focus on the use of the scientific method for data acquisition, as an example of how the system can be manipulated and abused by those who are entrusted with its care.
Aquí hay una transcripción de diversas declaraciones en relación con la polémica (Culture War resource: Margaret Mead’s student refutes her “work”): La conclusión es demoledora:
Robyn Williams: Isn’t it surprising then that after all this time, I mean Margaret Mead’s book was published in about 1923 and here we are in 1984, something like 60 years later. Why did it take so long for one of the most public, as you’ve implied, statements about the human condition, why did it take all that time for a refutation to take place. It doesn’t say much for science does it?
Derek Freeman tape: “Well, a number of people pointed out the inadequacy of the evidence as early as the 1930s, but I think here we are dealing with beliefs of an ideological kind on which people predicate their whole view of the world, and they tend to cling to these beliefs and to wish to avoid the disturbance of having to rethink their assumptions.
“And if you look back in the history of human thought you’ll find much more gross myths than that which have endured very much longer.”
Es una explicación, pero sigue siendo desasosegante que esto pase en la universidad el siglo XX.
Categories: Noticias sorprendentes, filosofía
Tags: Derek Freeman, margaret mead, samoa
Año Darwin. La materia se hizo carne y habitó entre nosotros
By AMDG on Agosto 17th, 2009 | No Comments »
http://spanish-podcast.com/es/wp-con...nisdelmono.jpgUtilizo esta paráfrasis de la frase del evangelio que resume el misterio de la Encarnación para titular esta reseña de un artículo de Buchanan en la que denuncia al darwinismo no como una teoría cietífica discutible y discutida, sino como un dogma cuya puesta en cuestión acarrea denuncias, repudio, anatemas, discriminación y hasta expulsión de la vida académica.
Muestra que en la ciencia hay muchas falsedades e intrigas, y muestra que el darwinismo ha resultado una teoría desastrosa. Marx, Hitler, Spencer… Todos ellos eran darvinistas convencidos. Si vivieran hoy u sorpresa sería mayúscula cuando vieran al comunismo desacreditado -a su comunismo, no al comunismo cultural gramsciano- a la raza blanca en retirada y al país del imperio británico invadido por los nativos de sus ex-colonias. El darwinismo ha sido una maldición para la civilización que lo ha elevado a la categoría de dogma. Y eso es innegable.
Se refiere también a algunos asuntos estrictamente científicos, como la rareza de las especies de transición en el registro fósil, que deberían ser muy frecuentes. De hecho, todas las especies son “de transición” según el darwinismo.
Léelo: PJB: Making a Monkey Out of Darwin
La foto es de la etiqueta de Anís del Mono, que según los rumores representa a Darwin (otros dicen a un empresario de anís de la competencia)
Categories: Reflexiones
Tags: darwin, Pat Buchanan