Al héroe anónimo



"Héroes cuyo nombre ignora la patria, y que ni sus propias madres saben que lo fueron".

Nadie sabe mas de sacrificios, que el carlista, a centenares, a miles se cuentan los que han dado su vida en todas las formas de holocausto: en la pelea; en la impotencia y tristeza del hospital, o del lecho del herido; fusilados; ahorcados como en Vitoria; perseguidos y ahumados en cuevas como a fieras salvajes; en la pobreza o amargura del destierro.

Para su vida oscura, como la de tanto héroe anónimo, no tendrá la historia una página generosa; solamente la amistad le consagrará un culto perdurable en el altar de los corazones. A su vida de martirio redentor, de sacrificio inacabable y de lucha inextinguible, ha coronado una muerte sufrida y resignada.

La memoria y la noble figura de aquel prototipo de la honradez caballeresca, de la lealtad legendaria e inquebrantable y del valor que invade los confines del heroicismo temerario.


EL BANDIDO REALISTA