TARIFA 1.811

Asedio de Tarifa.Royal Irish Fusiliers Regimental Museum. Wikipedia

El nuevo colaborador del Blog BHM, Mauro C. Urrutia nos lleva a un momento olvidado de nuestra historia, como muchos más , en plena guerra contra el invasor francés:


Hablar de Tarifa es hablar don Alonso Pérez de Guzmán más conocido como "Guzmán el Bueno" y de su plante ante los moros y un traidor y renegado infante allá por 1294 a los que, desde lo alto de las murallas de la ciudad sitiada, ofreció su propio puñal para que ejecutaran a su hijo hecho prisionero antes que rendirles la plaza.


Pero desde esos lejanos tiempos, Tarifa ha dado otros héroes y otras gestas, como la que el general don Francisco de Copons y Navía llevó a cabo contra las tropas francesas en 1811 cuando en España se libraba la Guerra de la Independencia contra las tropas de del todopoderoso Napoleón...


Estaba sitiada la ciudad por un ejército francés del que era Comandante General en Jefe, un Barón del Imperio, Caballero de la Gran Cruz de Carlos Federico de Francia y oficial mayor de la Legión de Honor, el general Levall, que proveniente de Algeciras había puesto sitio a la ciudad. Leval tomo las alturas cercanas para poder batir sus murallas con fuego de artillería con la intención de rendirla para después, desde su puerto, tener el control del marítimo del Estrecho de Gibraltar.


Las fuerzas de Levall
eran de unos 8.000 hombres apoyados por 16 piezas de artillería de asedio, estas se dividían en 3 batallones de infantería ligera, 2 batallones de infantería de línea y 2 batallones de infantería polaca además de cuatro escuadrones caballerías de dragones y artilleros.


Retrato de Copons en el Museo del Prado

Por su parte, Copons oponía unos 3.000 efectivos y 26 piezas de artillería compuestos por un batallón del regimiento de infantería de Irlanda y Cantabria, una compañía de cazadores, 120 artilleros, 25 soldados de caballería y unos 300 vecinos de Tarifa. A lado de las tropas españolas combatían como aliados fuerzas británicas interesadas en seguir ejerciendo el control del Estrecho desde Gibraltar. Estas tropas estaban mandadas por el coronel John Byrne Skerrett y la componían 3 batallones de infantería, una compañía de rifles, medio escuadrón de caballería de húsares alemanes y una batería de artillería.


La fortificación de Tarifa era el Castillo de Guzmán y las viejas murallas que con 26 torreones que rodean la ciudad. Aunque la defensa de la ciudad era el objetivo principal, los planes de Copons habían previsto su posible pérdida con retiradas al Fuerte de Santa Catalina que artilló convenientemente y por ultimo a la Isla de las Palomas donde habilitó una cisterna y almacenes de víveres y munición para resistir un segundo asedio y mantener el control del puerto.


La defensas de la ciudad se preparó con cortes de calles que se barricaron con rejas arrancadas de ventanas y se fortalecieron con multitud de objetos desde mobiliario doméstico como colchones y armarios hasta aperos de labranza.


Los franceses por su parte, después de abrir trincheras en los altos que dominan la Puerta del Retiro y una vez emplazada su artillería, el 29 de diciembre abrieron fuego con sus cañones de 16 libras a los que les llevó pocas horas abrir una gran brecha en las vetustas murallas cerca del torreón de Jesús, ahora, solo era cuestión de tiempo que esa brecha llegará a ser practicable para el asalto de infantería.


Levall viéndose dueño de la situación mandó una carta de rendición al Gobernador de Tarifa.


"Campamento de Tarifa 30 de diciembre de 1811.



El general de división, Comandante de las tropas del Sitio de Tarifa, al Señor Gobernador de la Plaza de Tarifa.



Señor Gobernador:



Con la defensa que hace esa plaza del mando de VS., tiene suficientemente justificada aquella opinión que es base del honor militar, a fin de que yo no dude, de que penetrado VS. de la multitud de una resistencia más larga, procurará evitar las funestas consecuencias que su obstinación pudiera atraer sobre la Ciudad y habitantes de Tarifa.



Desde ayer está abierta la brecha la que en pocas horas será practicable. Elija VS. entre una capitulación honrosa o los horrores de un asalto que le amenaza.



Complázcome en creer que aceptará mi primera proposición, siempre que se detenga en considerar que el mismo honor que le impele a la defensa, le prescribe al mismo tiempo el ahorrar la sangre de uan población cuya suerte estriba en VS. antes de verla sepultada en sus ruinas.

Tenga VS. a bien, señor Gobernador, el admitir las expresiones de la consideración más distinguidas en que le tengo.


Levall.


P.D. Advierto a VS. que solamente tiene dos horas de tiempo para que me envíe su contestación."



En reunión de cuartel general el coronel inglés Skerret, a la vista la desproporción de fuerzas favorables en más del doble a los franceses propuso rendir la plaza, embarcar y retirarse a Gibraltar a lo que el general Copons y el capitán de Ingenieros Reales Británicos Charles Smith se negaron, pues veían posibilidades de oponer una férrea resistencia y decidieron continuar con la defensa.


Aunque la carta de Levall iba dirigida al Gobernador de Tarifa, fue el general Copons quien siguiendo una secular tradición española y en este caso también muy tarifeña decidió no rendir la plaza y envió al general Levall la siguiente respuesta que tiene poco que envidiar a la de Guzmán el
Bueno casi 500 años antes.


"Sr. General Levall:



Sin duda ignora VS. que me hallo yo en esta plaza, cuando propone a su gobernador que admita una capitulación por hallarse la brecha próxima a ser practicable.



Cuando lo esté, a la cabeza de mis tropas en ellas para defenderla, me encontrará VS. y entonces hablaremos.



Queda a la disposición de VS. en la plaza de Tarifa a 30 de diciembre de 1811, a las dos y cuarto de la tarde. Francisco de Copons y Navía.


P.D. Sírvase VS. omitir en lo sucesivo parlamentos."


Después, Copons dio a su guarnición la siguiente proclama:


"Soldados:



El general Levall, jefe de las tropas francesas que tenéis a vuestro frente, temerariamente me ha intimado que esta Plaza de vuestro amado soberano Fernando VII, se la entregue por capitulación, o que de no hacerlo asaltará la brecha.



Asegurado yo de vuestra lealtad y del valor que me habéis manifestado, le he contestado lo siguiente: "Sr. general Levall. Sin duda ignora V.S.,....... en lo sucesivo parlamentos".



Mi corazón queda penetrado, soldados, que esta contestación que he dado al enemigo, el más bisoño de vosotros lo mismo hubiera hecho. Bien sabéis que a la cabeza de vosotros en los riesgos que hasta ahora se han presentado me habéis visto y por esto me persuado merecer vuestra confianza para que me tengáis por compañero y el primero en la brecha si el enemigo intenta atacarla.


Tarifa 30 de diciembre de 1811. Francisco de Copons y Navía."


El 31 de diciembre, 23 compañías francesas del considerado en aquel entonces el mejor pertrechado y más preparado ejército del mundo, se lanzaron a asalto de la brecha con ímpetu y bravura.


Reconstrucción de los Asedios de Tarifa, TeodoroReding.org

Los granaderos franceses avanzaron al asalto de la brecha protegiéndose por el cauce del rio pero fueron recibidos por un nutrido fuego de fusilería de los defensores que produjo gran mortandad.

Intentaron un nuevo movimiento por la izquierda de la brecha con el mismo resultado así que optaron por retirarse por el cauce del rio, pero este estaba cubierto por un cañón situado en un torreón cercano que les sometió a un intenso fuego de metralla causándoles numerosas bajas.


Tal fue la valiente defensa que huyeron los franceses dejando en la brecha más 600 hombres entre heridos y muertos. Pidió entonces Levall parlamento, en un tono mucho más humilde que el de su misiva anterior y este fue aceptado por los sitiados que ayudaron ellos mismos a retirar muertos y asistir a los heridos. En su primer intento, Leval había perdido el 10% de sus fuerzas de asalto y era consciente del poco daño causado a la guarnición.


Hasta el 4 de enero estuvo lloviendo de manera torrencial dañando las baterías francesas y todo su campamento, aprovechando esta situación los sitiados pasaron a la ofensiva poniendo en fuga a Levall que se retiró camino de Algeciras abandonado todos los pertrechos de sitio y gran parte de su artillería.


La batalla se zanjó con 680 bajas francesas y la pérdida de unos 12 cañones contra 68 bajas aliadas.

Después de aquello, el capitán Mr. Charles Smith siguió en activo otros 30 años llegando a Teniente General y siendo nombrado caballero del imperio británico.


El general don Francisco de Copons y Navía continuó luchando con éxito contra los franceses en numerosas batallas hasta que el regreso del rey Fernando VII, por el que había luchadocon denuedo y valor, acabó con su brillante estrella ascendente. Había sido merecedor de Cruz Laureada de San Fernando, de San Hermenegildo y la Gran Cruz de la Orden de Carlos III pero cayó en desgracia y como otros muchos héroes españoles fue sepultado por el sectarismo, la burocracia y las intrigas políticas e intereses de otros que no le llegaban a la suela de sus botas.

Acosado por los absolutistas, persecución que le valió perder la vista en 1824. Impurificado por sentencia de 1827, hasta 1833 no se le revalidó en su empleo de teniente general ni se le devolvieron sus condecoraciones y sueldo condigno. Su esposa, muy joven, murió desesperada. Así pagó no por haber sido revolucionario, sino haberlo parecido en el cumplimiento estricto de su deber.


Hoy en día cuando después de un día de windsurf, bicicleta o playa voy camino de tomar unas cañas y unas tapas en alguno de los muchos barecitos que se apoyan en esas añosas murallas y paso por la brecha en la muralla, aún guardada por la estatua de don Francisco de Copons y Navía que con una carta en la mano y la otra en el pomo de su sable sigue esperando a Levall por si este quiere otro parlamento, no puedo sino darme la vuelta hacia las posiciones francesas para sentir el lejano tronar de sus cañones, oler el acre picor de la pólvora y escuchar los gritos de los bravos soldados españoles que durante siglos han luchado y muerto por España. Muchas veces sin paga, recompensa ni reconocimiento. Va por ellos ¡¡¡ VIVA ESPAÑA !!!


Estatua de Copons en Tarifa. Colección del autor



BELLUMARTIS HISTORIA MILITAR: TARIFA 1.811