(Fuente: The Social Crediter. Vol. 28. Nº 16. Sábado, 14 de junio de 1952. Página 5).
Visto en: SOCIAL CREDIT.AU
Reuters
Por Eustace Mullins
Recomendamos a los estudiantes de ciencia política, si es que existe tal ciencia, una obra que ha llamado recientemente nuestra atención: la autobiografía de Sir Roderick Jones, titulada A Life in Reuters, Hooder and Stoughton, 1951. Este libro nos da mucha información autorizada acerca de la distribución de noticias. Sir Roderick fue Jefe de la Agencia de Noticias Reuters durante muchos años, asumiendo el mando de esa agencia cuando todavía estaba en su histórico domicilio de la Old Jewry 24, Londres.
Es difícil aproximarse al periodismo sin tener en cuenta a sus compañeros de trinidad, la propaganda y el espionaje; y encontramos en este libro muchos ejemplos de sus relaciones. En la página 200, Sir Roderick relata un pedacito de historia que no se encontrará en las universidades. Describe una comida dada por él al General Smuts, a Sir Starr Jameson y al Dr. Walter Hines Page. Él dice:
“Cenamos en una habitación privada en el Windham Club, aquella misma en donde veinte años después se establecieron los términos de la abdicación del Rey Eduardo VIII. Desviamos la conversación a la cuestión de la entrada de los Estados Unidos en la guerra, a la cual tan pacientemente esperaban Bretaña y Francia. El Dr. Page nos reveló entonces, bajo sello de secreto, que él había recibido esa tarde del Presidente una comunicación personal en base a cuya fuerza podía afirmar que, por fin, la suerte estaba echada. En consecuencia, no fue sin emoción que se encontró él mismo capacitado para asegurarnos que los Estados Unidos estarían en guerra con los Poderes Centrales en una semana a partir de aquél día. La seguridad y certeza del Embajador fue correcta en relación al día. Cenamos el viernes, 30 de marzo. El 2 de abril el Presidente Wilson pidió al Congreso declarar el Estado de Guerra con Alemania. El 6 de Abril los Estados Unidos estaban en guerra.”
Sir Roderick nos cuenta que el Barón Julius de Reuter nació con el nombre de Israel Ben Josaphat Beer, hijo del Rabino Samuel Beer de Kassel, Alemania. Al igual que muchos de sus correligionarios, Beer vio que el Imperio Británico estaba maduro para el desplume. Emigró, levantó una agencia de noticias, vino a la atención de la Casa de Rothschild, y el resto es historia. En 1859, ya como Barón de Reuter, Beer firmó un Convenio con sus dos rivales en Europa: Havas de Francia y Wolff de Alemania. Havas era un judío francés; Wolff un judío alemán; y estos tres se dividieron el mundo entre ellos. Havas tendría Sudamérica, los tres compartirían el continente de Europa, y Reuters tendría el resto del mundo. El acuerdo, providencialmente alcanzado justo antes del estallido de la Guerra Civil en los Estados Unidos, duró hasta la Primera Guerra Mundial para el Sionismo.
Sir Roderick Jones comenzó su carrera como Asistente del Jefe de Corresponsales en el Transvaal, un tal Leo Weinthal, antes de la Guerra de los Boers. En la página 38 encontramos ciertos antecedentes interesantes acerca de dicho conflicto, diciendo lo siguiente:
“Hacia el final de 1895, los latentes e insubstanciales fuegos de descontento político en Johannesburgo fueron avivados por la Transvaal National Union y por los propietarios de minas de oro convirtiéndolos en una aparentemente presentable llama de revolución. Se estableció un Comité de Reforma de los Uitlanders, con un ejecutivo interno compuesto por John Hays Hammond; Lionel Phillips (una de los jefes o cabezas de la compañía minera de oro y diamantes de Eckstein: The Corner House); George Farrar, cabeza de la East Rand Property Mines; y el Coronel Frank Rhodes, hermano de Cecil Rhodes, Primer Ministro de El Cabo. Percy Fitzpatrick, también de la compañía de Eckstein, era el Secretario. El Comité General estaba compuesto por otros sesenta distinguidos ciudadanos, incluyendo a Abe Bailey y Solly Joel.”
Aunque Sir Roderick relata con libertad el papel de la Casa de Eckstein en la promoción de la guerra, no revela la importancia de la Casa de Rothshild. John Hays Hammond fue ingeniero jefe de minas de los Rothshilds, siendo empleado después por los Guggenheims con un salario de quinientos mil dólares al año, y finalmente se convirtió en un lobista en Washington para el grupo político de los Rothshilds, el Consejo de Relaciones Exteriores. Sir Abe Bailey fue el principal promotor y padrino de su grupo hermano en Bretaña, el Real Instituto de Asuntos Internacionales. Casi cualquier biografía de Cecil Rhodes informará al lector que él fue financiado en su Imperio Africano por la Casa de Rothshild.
El 28 de abril de 1915, el Barón Herbert de Reuter, Jefe de la Agencia, se pegó un tiro. La causa fue la quiebra del Banco Reuters, que había sido levantada por el Barón Julius de Reuter para manejar o encargarse de las remesas provenientes del extranjero sin que éstas tuvieran que estar sometidas a inspección. Los directores consideraron que sería imprudente reemplazar al Barón por otro judío alemán, habiendo una guerra en curso con Alemania, y Sir Roderick Jones, quien había servido a Leo Weinthal bien y fielmente, fue elegido como una fachada más respetable para las operaciones internacionales de la agencia. En la página 363, nos dice lo siguiente:
“Poco después de que sucediera al Barón Herbert de Reuter en 1915, ocurrió que recibí una invitación de parte del Sr. Alfred Rothschild, entonces cabeza de la Rama Británica de la Casa de Rothschild, para almorzar con él en su histórica propiedad de New Court, en la City.”
No tenemos el gusto de que se nos brinde un relato de la conversación, limitándose el propio Sir Roderick a una descripción de las formalidades que acompañan a una visita a los Rothschild. Después de esto, el Jefe de Reuters hizo una gira por el mundo, siendo recibido en todas partes con un despliegue normalmente reservado para la realeza. En la India fue atendido por el Virrey Lord Reading, cuyo nombre de introducción en la sinagoga había sido el de Rufus Isaacs. Isaacs le contó que, en su primera visita a la India, él había sido un humilde muchacho de barco, y que en su segunda visita él era Virrey; después de lo cual, Sir Roderick comentaba que solamente en el Imperio Británico podía ocurrir semejante cosa. Su observación constituye un desaire para América.
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