El Requeté de Granada y la victoria

Así narraba la prensa granadina en 1939 la actuación del heroico tercio de Isabel la Católica y su contribución a la victoria en la Cruzada de Liberación que hoy celebramos:



También la Comunión Tradicionalista ofreció desde el primer momento sus elementos a la autoridad militar. El mismo dia 21 de julio fue facilitada una nota en la que el jefe regional ofrecía al Ejército sus servicios, «pidiendo a Dios y a su Madre Santísima proteja nuestras banderas». Ordenaba también a todos los directivos la organización inmediata de los servicios y terminaba: «No tengo que recomendar a toda nuestra Organización de Granada, hombres y mujeres, que no dejen de tener la vista en lo alto, pues de Dios ha de venir la victoria y la hemos de conquistas con nuestra fe».

El Requeté de Granada estaba constituido desde las primeros meses de la República. Después de las elecciones de febrero los requetés recibieron órdenes superiores que concretaban su actuación en un movimiento contrarrevolucionario. Más tarde se recibieron unos planos acompañados de órdenes en las que designaba a la sierra de Huelva como el sitio de la acción de los requetés granadinos. Allí les esperarían las armas, según las órdenes superiores, y junto con requetés de otras provincias andaluzas se lanzarían a la salvación de España. La precipitación de los acontecimientos, dice el entonces jefe del requeté Luis Montañés, hizo que no se pudiesen llevar completamente a cabo los preparativos.

Se aceleraron de manera extraordinaria, una vez comenzado el Alzamiento. Los requetés actuaron en las diversas milicias, Y, como tales, ya a primeros de septiembre salió para el frente un piquete perteneciente al primer requeté y se trabajaba para la constitución del Tercio Isabel la Católica, que a lo largo de la guerra ha conquistado laureles, junto con las demás fuerzas del Requeté.

Los requetés tuvieron también asignado en Granada el servicio de correo del frente. La sección femenina estaba constituida por las «Margaritas», trabajadoras infatigables en la organización de los servicios que se les encomendaron. Los «pelayos» eran la organización juvenil. Todos trabajaron con personalidad propia hasta el momento de la fusión con Falange Española para dar nacimiento al partido único (...).

Extraído de Hoja oficial del lunes (Granada, 24 de julio de 1939)


Reino de Granada