«Me llamaban el loco del pájaro»

E. Freire / Sevilla



Un inventor desarrolla en Coria del Río un dron revolucionario con aspecto de pájaro que ahuyenta a los depredadores de cosechas


ABC
Paco Morente sostiene un «gavilán» en las instalaciones de uno de sus clientes, Frutas Esther




Paco Morente ha tardado diez años en patentar su invento y conseguir que apuesten por sus «drones biomiméticos» un centro de investigación como el CSIC y una empresa -Fobos Solutions-, que ha comprado los derechos de explotación. Sus vehículos aéreos no tripulados tienen la fisonomía amedrentadora de las rapaces y pueden escenificar ataques en vuelo para espantar a otras aves y lagomorfos (conejos, roedores...), y evitar daños en los campos de cultivo o granjas acuícolas.

Empresas como Frutas Esther, Frutaria o Syngenta están aplicando estos dispositivos, que se han ensayado con éxito en grandes explotaciones, como Veta La Palma, la gran finca de la familia Hernández Callejas en Sevilla, para comprobar su eficacia frente a los cormoranes que esquilman la piscifactoría. También hay empresas interesadas en Uruguay y México, donde la depredación de las fincas agrícolas puede llegar hasta el 60%. Los drones se alquilan a un precio que ronda los 1.200 euros al mes.



Pero antes de saborear las mieles del éxito, Paco Morente, este murciano de 49 años con estudios de Electrónica y afincado en Coria del Río, que se define como «un ratón de laboratorio», llamó a muchas puertas en Andalucía que no se le abrieron. Guiado por su pasión, viajó por múltiples lugares del mundo recabando información científica sobre las plagas aviares, la depredación en la agricultura y la memoria evolutiva que guía el comportamiento de las aves.
Su investigación se ha ido fraguando en un sótano de cuatro metros cuadrados de la localidad sevillana donde reside. A su lado, compartiendo costes y esfuerzos, su hermano Jesús. «Me da miedo hacer números. He invertido todo mi capital, he hipotecado mi piso para desarrollar mi invento», señala. «Mi padre también quiso ser inventor, aunque éramos una familia humilde. Esto es como un vicio», dice con entusiasmo.
Durante esta aventura, sí logró algunos apoyos decisivos que quiere remarcar: el de los investigadores de La Cañada de los Pájaros -la finca experimental de Coria del Río- y de la Estación Biológica de Doñana; de Asaja Sevilla y de la Fundación Hélice.
En 2012 consiguió una primera patente, que caducó, y este mismo año ha logrado la segunda -de ámbito también internacional-, ya en colaboración con el CSIC. Por su parte, Fobos Solutions, una empresa gallega del grupo Meifus, con fábrica de vehículos aéreos no tripulados en Pontevedra y Madrid, que ha licenciado en exclusiva la patente, aporta la ingeniería para desarrollar los dispositivos, que se pueden manejar de forma manual o mediante piloto automático por satélite.


Pánico a la carta
Los «pájaros actores están fabricados en fibra de vidrio y de carbono y en un material resistente y muy liviano (EPO), que se usa en aeromodelismo. Hay distintos modelos para atajar problemas diversos. «Un águila no ahuyenta a un gorrión, es como un elefante detrás de un ratón», explica el inventor para aclarar que cada especie teme a su depredador. Así, el «dron-pigargo», de pico carnicero, causa pánico a cormoranes, garzas y gaviotas; y el azor aterroriza a conejos y liebres. Sonidos atávicos y ondas electromagnéticas son otros dispositivos embarcados en el dron para simular mejor el ataque.


«Ahí viene otra vez el del pajarito dando la tabarra»
Paco Morente, el inventor del dron-pájaro, tuvo que padecer la desconfianza y hasta la chanza de muchos a los que enseñó su invento. «Ahí viene otra vez el loco del pajarito dando la tabarra», oyó repetidas veces cuando se presentaba en algún despacho con su artilugio volador parecido a un azor buscando patrocinadores. A numerosas puertas llamó que se le cerraron en las narices, pero, al final, el cuento tiene un final feliz. Hasta la Singularity University de la Nasa, que ha convocado en Sevilla un gran encuentro mundial de inventores, ha invitado a Paco Morente.



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