Re: Aplastad al infame
Es evidente que el fragmento parece aplicado al milímetro a la situación que hoy sufrimos. Pero yo veo aquí dos cuestiones al respecto: la primera es que dice originariamente. Este término podría retraernos a los comienzos, a un momento anterior al asentamiento de los pueblos y el establecimiento de límites determinados en los cuales cualquier grupo de asegura el sustento, el crecimiento y el desarrollo de su sociedad.
Naturalmente, el resto del mensaje no habla precisamente de lo que acabo de escribir, es evidente, pero lo que dice es profundamente demagógico. Pese a haber sido elevado a categoría de icono del pensamiento filosófico, en especial a raíz de la Crítica de la razón pura, KANT no es muy afortunado en muchos aspectos de sus planteamientos.
La segunda cuestión a la que hacía referencia, es que no estoy nada convencido de que entre los actuales responsables de las políticas inmigratorias, ya españoles, ya comunitarios, (son los más afectados), se encuentren muchos que hayan leído a KANT. Por supuesto, pensar que esto se haya producido entre los inmigrantes sería ya kafkiano.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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