Yo he oído a gente de CCOO hablar de la inmigración y los inmigrantes en términos que asustarían a un skinhead.
Aunque los directivos calientasillas mantengan un discurso la gente de base está muy muy quemada con la situación. Si los sindicatos mayoritarios ya son poco creíbles como defensores del trabajador, el asunto de la inmigración puede llevar una ruptura definitiva de la confianza que el obrero pueda tener en ellos.