El drama del capitán Diego de Alvear
JORGE S. CASILLAS
«Las dos vidas del capitán», de Mari Pau Domínguez, novela por primera vez uno de los sucesos más dolorosos de la Historia de España: el hundimiento de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes
IGNACIO GIL
La autora de «Las dos vidas del capitán», Mari Pau Domínguez
La escrtoria Mari Pau Domínguez presentó en sociedad «Las dos vidas del capitán» un libro inspirado en el hundimiento de la fragata española Nuestra Señora de las Mercedes. Un episodio de la Historia de España que no se había novelado hasta ahora.
El libro recupera las historias humanas que surgieron de aquel naufragio colocando como protagonista a Diego de Alvear, un «héroe desconocido» que sirvió a España tanto en las colonias de ultramar como durante la invasión napoleónica.
Diego de Alvear y Ponce de León llegó con 25 años a Uruguay y trabajó en la conformación de las fronteras de la América Latina que hoy conocemos. «Aún no somos conscientes de la labor que estos hombres realizaron», valoró Mari Pau Domínguez, que se ha documentado durante dos en el archivo del Museo Naval. «Nunca antes he tenido que novelar tan poco», ha asegurado, gracias en parte a toda esa documentación. La historia cuenta cómo, después de 30 años dedicados al desarrollo de estas regiones, Diego de Alvear emprendió el viaje de vuelta a España. Partió junto a otros tres barcos con aquellas divisas que hoy son el tesoro un tesoro valorado 373 millones de euros. El destino quiso que Diego de Alvear no estuviera en el Nuestra Señora de las Mercedes. Dos días antes de partir, el capitán de uno de los barcos que haría de escolta enfermó, y fue Diego el encargado de sustituirlo. Solamente le acompañó su hijo Carlos, del que su madre estaba un poco cansada por su comportamiento. La mujer de Diego y siete de sus ocho hijos se embarcaron sin embargo en la fragata siniestrada.
Drama personal
El hundimiento del Nuestra Señora de la Mercedes, más que un drama económico –que no lo fue dado que se trataba de un traslado «habitual» de divisas– fue sobre todo un drama personal, pues acabó con la vida de más de 260 de los tripulantes.
Diego de Alvear tuvo que ver cómo parte de su riqueza y siete de sus ocho hijos saltaban por los aires y se perdían luego en el mar cuando estaban a muy pocos kilómetros de tocar tierra. Por descontado, su condición de capitán le impidió responder a título personal las llamadas de socorro que provenían del agua, un profundo y doloroso dilema que aparece reflejado en la novela. «Esta es una epopeya de amor y redención», resumió su autora.
Diego de Alvear
«Una agresión injustificada»
J.S.C. MADRID
Fue la noche del 5 de octubre de 1804 cuando se produjo el ataque a la Fragata Nuestra Señora de las Mercedes. Una unidad movida por Comodoro Graham Moore instigó este golpe frente a las costas del Algarve. Estando en tiempos de paz, cuenta el almirante y director del Museo Naval, José Antonio González Carrión, que se trató de una «agresión injustificada», «una pifia» por la que Inglaterra tuvo que restituir el daño económico, que no moral y personal, a Don Diego de Alvear y Ponce de León.
http://sevilla.abc.es/cultura/libros...406041259.html
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