Reproduzco una pequeña recensión que he encontrado para dar idea del libro:
El protagonista de la novela, el padre Elías, es un judío converso al catolicismo y convertido en monje. El Papa le encarga una misión crucial: persuadir al Anticristo de que culmine su labor. Éste es un político culto, rico y seductor, que desde su puesto de presidente del Parlamento Europeo promueve la unidad del género humano al margen de religiones y fronteras. Simultáneamente, la Iglesia empieza a sufrir acoso en los medios de comunicación porque mantiene dogmas atrasados y contribuye al enfrentamiento entre los hombres. La elección del padre Elías se debe a que ha sido político –fue ministro en el Gobierno de Israel-, conoce el ambiente en que se mueve el Anticristo y dispone de los argumentos para tratar de convencerle.
El autor dispone con inteligencia todos los elementos de un best-seller: viajes largos, lugares reservados que se abren para los lectores, amenazas de muerte y persecuciones, episodios de amor y tristeza... Las mismas armas que Dan Brown, Umberto Eco o Peter Berling, pero con otra finalidad.
La novela aporta varios beneficios a los lectores, incluso a los católicos, pues habla de realidades a las que hoy se quiere volver la espalda: la existencia del Mal en el mundo, el advenimiento del Anticristo, las instituciones mundiales como medio para dominar a la humanidad, la enemistad contra la Iglesia por parte de muchos políticos, periodistas y hasta sacerdotes.
Un libro excelente cuyo éxito deseamos, como el de La Pasión de Mel Gibson, para que estas gotas se conviertan en una lluvia que haga reverdecer el desierto mediático.
Marcadores