Estimado compatriota:
Esperando que no lo tomes a mal, te invito a reflexionar sobre tu entusiasmo por el heavy metal.
Si tu mismo reconoces que muchos heavy metal te odian o te “tienen bronca… en el ambiente rosarino”, se burlan del crucifijo que llevas al cuello y te lo ponen cabeza abajo, si "siempre tienden a blasfemar", y si piensas que algún día vas a terminar agarrándote a trompadas, no veo porqué te consideras “un heavy metal”.
En lo tocante a formar tu propia banda, sugeriría que veas la posibilidad de encausar tu vocación musical por carriles menos conflictivos, turbios y peligrosos.
Hay determinadas fuerzas subterráneas con las que cuanto mas lejos mejor y nos es conveniente jugar con ellas sentado en el filo de la navaja.
La historia del heavy metal es francamente siniestra. Entonces ¿Porqué insistir con términos cuya connotación es tan malsana?
Si tienes un don musical, bendito sea, pues es un don celeste, que es bueno que cultives a fin de no enterrar los talentos recibidos.
No creas que no comprendo lo atrapante que resultan algunas bandas metaleras (como suelen decir “Tienen toda la fuerza”), máxime aquellas como las que tú citas que nos hablan de leyendas, hadas, caballeros y magos.
No obstante, insisto, no debes renunciar a musicalizar todas esas épicas sin volcarte necesariamente al “metal pesado”, cuya propia palabra está indicando lo contrario a lo humano; al vuelo liviano del águila, al símbolo de lo celeste, para optar por lo Caínico, lo metalúrgico, en su sentido mas oscuro.
No sé si has leído al nuestro insigne poeta Leopoldo Marechal.
Si no lo conoces, me atrevo a recomendarte que leas “El banquete de Severo Arcángelo”; una extraordinaria obra simbólica de un ágape purificador con el objeto de redimir a determinados personajes y que es convocado precisamente por un fundidor de metales.
A fin de evitar equívocos, te aclaro que en modo alguno creo que tengas algo que ver con lo satánico; tampoco pretendo acusarte de nada diabólico ni mucho menos.
A su vez tengo en miras que los jóvenes –como me ha ocurrido- sienten un especial atractivo por los conjuntos que se destacan en su época. De hecho mis hijos escuchan algunas bandas que tu mencionas como Helloween con la formación de Michael Kiske, aunque trato de inculcarles que no se "enganchen" en demasía por todo lo que ya he comentado en este hilo.
Amigo rosarino, si en algo te pueden herir mis dichos, ten en cuenta que ello está absolutamente al margen de mi intención.
Un fuerte abrazo.
Marcadores