Cancionero español tradicional
Cancionero anónimo
Quiero dormir y no puedo,
que el amor me quita el sueño.
Manda pregonar el rey
por Granada y por Sevilla
que todo hombre enamorado
que se case con su amiga:
que el amor me quita el sueño.
Que se case con su amiga.
¿Qué haré, triste, cuitado,
que era casada la mía?
Que el amor me quita el sueño.
Quiero dormir y no puedo,
que el amor me quita el sueño.
*
Parióme mi madre
una noche oscura,
cubrióme de luto,
faltóme ventura.
Cuando yo nací,
era hora menguada,
ni perro se oía,
ni gallo cantaba.
Ni gallo cantaba,
ni perro se oía,
sino mi ventura
que me maldecía.
Apartaos de mí,
bien afortunados,
que de sólo verme
seréis desdichados.
Dijeron mis hados,
cuando fui nacido,
si damas amase
fuese aborrecido.
Fui engendrado
en signo nocturno,
reinaba Saturno
en curso menguado.
Mi lecho y la cuna
es la dura tierra;
crióme una perra,
mujer no, ninguna.
Muriendo, mi madre,
con voz de tristura,
púsome por nombre
hijo sin ventura.
Cupido enojado
con sus sofraganos,
el arco en las manos
me tiene encarado.
Sobróme el amor
de vuestra hermosura,
sobróme el dolor,
faltóme ventura.
*
Soledad tengo de ti,
tierra mía do nací.
Si muriere sin ventura,
sepúltenme en alta sierra,
porque no extrañe la tierra
mi cuerpo en la sepultura,
y en sierra de grande altura,
por ver si veré de allí
las tierras a do nací;
soledad tengo de ti
¡oh tierra donde nací.
*
En la fuente del roseI,
lavan la niña y el doncel.
En la fuente de agua clara,
con sus manos lavan la cara
él a ella y ella a él:
lavan la niña y el doncel.
En la fuente del rosel,
lavan la niña y el doncel.
*
Anda, amor anda.
anda, amor.
La que bien quiero.
anda, amor.
de la mano me la llevo.
anda, amor.
y ¿por qué no me la beso?
anda, amor.
porque soy muchacho y necio.
y anda, amor.
*
Gentil caballero,
deisme hora un beso,
siquiera por el daño
que me habéis hecho.
Venía el caballero,
venía de Sevilla;
en huerta de monjas
limones cogía,
y la prioresa
prendas le pedía;
siquiera por el daño
que me habéis hecho.
*
Zagaleja de lo verde.
graciosica en el mirar.
quédate adiós, vida mía,
que me voy de este lugar.
Ya me voy con mi ganado.
zagala, de aqueste ejido;
no me verás en el prado
entre las yerbas tendido:
desde agora me despido
de mis pasados placeres;
mis músicas y tañeres
se vuelven en suspirar.
Zagaleja de lo verde,
graciosica en el mirar.
quédate adiós, vida mía,
que me voy deste lugar.
*
¿Por qué me besó Perico.
por qué me besó el traidor?
Dijo que en Francia se usaba
y por eso me besaba.
y también porque sanaba
con el beso su dolor.
¿Por qué me besó Perico?
¿Por qué me besó el traidor?
*
Abaja los ojos, casada;
no mates a quien te miraba.
Casada, pechos hermosos,
abaja tus ojos graciosos:
no mates a quien te miraba.
Abaja los ojos, casada;
no mates a quien te miraba.
*
¡Ay, Dios, quién hincase un dardo
en aquel venadico pardo!
El amor de la doncella
que fuera discreta y bella.
para el que gozare della
será gustoso, aunque tardo.
¡Ay, Dios, quién hincase un dardo
en aquel venadico pardo!
El amor de la casada
me satisface y agrada,
porque como está encerrada
ni la celo ni la guardo.
¡Ay, Dios, quién hincase un dardo
en aquel venadico pardo!
El amor de la viuda
por mi casa y puerta acuda,
que no hay peligro ni duda,
si la pica sólo un cardo.
¡Ay, Dios, quién hincase un dardo
en aquel venadico pardo!
El amor de la beata
es apacible y no mata,
que no pide oro ni plata,
mas secreto y paño pardo.
¡Ay, Dios, quién hincase un dardo
en aquel venadico pardo!
El amor de cualquier monja
que me chupa como esponja
y todo es una lisonja,
y muero, padezco y ardo.
¡Ay, Dios, quién hincase un dardo
en aquel venadico pardo!
El amor de la soltera
lo trocaré por cualquiera,
aunque vuestro dolor fuera
más que Narciso gallardo.
¡Ay, Dios, quién hincase un dardo
en aquel venadico pardo!
*
Aquel caballero, madre,
tres besicos le mandé;
creceré y dárselos he.
Porque fueron los primeros
en mi niña juventud, .
prometilos por virtud
de amores tan verdaderos:
aunque envíe mensajeros,
otra cosa no diré:
creceré y dárselos he.
—Señora, si a vos placía
que mi deuda se pagase,
porque luego rematase
el daño que padecía,
y, si en esto consentía,
gran placer recibiré.
—Creceré y dárselos he.
Los ojos con que le vi
han seído causadores
que sean mantenedores
los votos que prometí;
la promesa que le di,
yo muy bien la guardaré:
creceré y dárselos he.
*
Al revuelo de una garza
se abatió el nebli del cielo.
y por cogella de vuelo
quedó preso en una zarza.
Por las más altas montañas
el neblí Dios descendia
a encerrarse en las entrañas
de la sagrada María.
Tan alto gritó la garza
que "ecce ancilla" llegó al cielo
y el neblí bajó al señuelo
y se prendió en una zarza.
Eran largas las pihuelas
por do el neblí se prendió,
sacadas de aquellas telas
que Adán y Eva tramó;
mas la zahareña garza
tan humilde hizo el vuelo,
que al descender Dios del cielo
quedó preso en una zarza.
*
Por amores lo maldijo
la mala madre al buen hijo.
—¡Si pluguiese a Dios del cielo
y a su madre, Santa María,
que no fueses tú mi hijo,
porque yo fuese tu amiga!
Esto dijo y lo maldijo
la mala madre al buen hijo.
Por amores lo maldijo
la mala madre al buen hijo.
*
Cervatica, que no me la vuelvas,
que yo me la volveré.
Cervatica tan garrida,
no enturbies el agua fría,
que he de lavar la camisa
de aquel a quien di mi fe.
Cervatica, que no me la vuelvas.
que yo me la volveré.
Cervatica tan galana.
no enturbies el agua clara,
que he de lavar la delgada
para quien yo me lavé.
Cervatica, que no me la vuelvas,
que yo me la volveré.
*
Ya cantan los gallos,
amor mío, y vete:
cata que amanece.
Vete, alma mía,
más tarde no esperes,
no descubra el día
los nuestros placeres.
Cata que los gallos,
según me parece,
dicen que amanece.
*
¡Qué bonica labradora
matadora!
Su lunar en su mejilla
lindo es a maravilla:
creo que en toda la villa
no hay más linda labradora.
¡Matadora!
*
Perdida traigo la color:
todos me dicen que lo he de amor.
Viniendo de romería
encontré a mi buen amor:
pidiérame tres besicos,
luego perdí la color.
Dice a mí que lo he de amor.
Perdida traigo la color,
todos me dicen que lo he de amor.
*
Gritos daba la morenica
so el olivar.
que las ramas hace temblar.
La niña, cuerpo garrido,
morenica, cuerpo garrido.
lloraba su muerto amigo
so el olivar:
que las ramas hace temblar.
*
Miraba la mar
la mal casada,
que miraba la mar
cómo es ancha y larga.
Descuidos ajenos
y propios gemidos
tienen sus sentidos
de pesares llenos.
Con ojos serenos
la mal casada,
que miraba la mar
cómo es ancha y larga.
Muy ancho es el mar
que miran sus ojos,
aunque a sus enojos
bien puede igualar.
Mas por se alegrar
la mal casada,
que miraba la mar
cómo es ancha y larga.
*
Aquel pajecito de aquel plumaje,
aguilica sería quien le alcanzase.
Aquel pajecito de los airones,
que volando lleva los corazones,
aguilica sería quien le alcanzase.
*
Que no cogeré yo verbena
la mañana de San Juan,
pues mis amores se van.
Que no cogeré yo claveles,
madreselva ni mirabeles,
sino penas tan crueles
cual jamás se cogerán,
pues mis amores se van.
*
No me habléis, conde,
de amor en la calle:
mirad que os dirá mal,
conde, la mi madre.
Mañana iré, conde,
a lavar al rio;
allá me tenéis, conde,
a vuestro servicio.
Mirad que os dirá mal,
conde, la mi madre.
No me habléis. conde,
de amor en la calle;
mirad, que os dirá mal,
conde, la mi madre.
*
Vi los barcos, madre,
vilos y no me valen.
Madre, tres mozuelas,
non de aquesta villa.
en aguas corrientes
lavan sus camisas.
Sus camisas, madre,
vilas y no me valen.
*
Caminad, señora,
si queréis caminar,
que los gallos cantan,
cerca está el lugar.
Caminad alegre,
no dejéis de andar,
que en la diligencia
la ventura está;
caminad aprisa
para negociar,
que los gallos cantan,
cerca está el lugar.
Advertid que el tiempo
volando se va,
la ocasión que os busca
nunca la perdáis:
trabajad ahora
para descansar,
que los gallos cantan,
cerca está el lugar.
*
Estas noches atán largas
para mi,
no solían ser ansí.
Solía que reposaba
las noches con alegría.
y el rato que no dormia
con descanso lo pasaba;
mas estas que amor me grava
non dormi:
non solían ser ansí.
*
Estos mis cabellos, madre,
dos a dos me los lleva el aire.
No sé qué pendencia es ésta
del aire con mis cabellos,
o si enamorado de ellos
les hace regalo y fiesta;
de tal suerte los molesta
que, cogidos al desgaire,
dos a dos me los lleva el aire.
Y si acaso los descojo,
luego el aire los maltrata;
también me los desbarata
cuando los entrezo y cojo;
ora sienta desto enojo,
ora lo lleve en donaire,
dos a dos me los lleva el aire.
*
La novia destrenza el pelo;
se desmaya el caballero.
¿Quién lo irá a buscar?
¿Quién lo irá a buscar al novio?
¿Quién lo irá a buscar?
Nubes andan por el cielo,
agua iban revertiendo.
¿Quién lo irá a llamar?
¿Quién lo irá a llamar al novio?
¿Quién lo irá a llamar?
Que mis amores ya los tengo.
¿Quién los irá a llamar?
*
Ya traemos a la vaca
con los cuernos d'aljabaca
para bodas.
¡Ay qué lindas y qué bodas!
Ya traemos al carnero
y con los cuernos d'asero
para bodas.
¡Ay qué lindas y qué bodas!
Ya traemos a la vaca
con los cuernos de oro y plata
para bodas.
iAy qué lindas y qué bodas!
*
Quien amores tiene, ¿cómo duerme?
Duerme cada cual como puede.
Quien amores tiene de la casada,
¿cómo duerme la noche ni el alba?
Duerme cada cual como puede.
Quien amores tiene, ¿cómo duerme?
Duerme cada cual como puede.
*
Alta estaba la peña.
nace la malva en ella.
Alta estaba la peña.
riberas del río;
nace la malva en ella,
y el trébol florido.
*
Si la noche hace oscura,
y tan corto es el camino,
¿cómo no venís, amigo?
La media noche es pasada
y el que me pena no viene:
mi desdicha lo detiene,
¡que nací tan desdichada!
Háceme vivir penada
y muéstraseme enemigo.
¿Cómo no venís, amigo?
*
Si los delfines
mueren de amores,
¡triste de mí!,
¿qué harán los hombres
que tienen tiernos
los corazones?
¡Triste de mí!
¿Qué harán los hombres?
*
De los álamos vengo, madre,
de ver cómo los menea el aire.
De los álamos de Sevilla
de ver a mi linda amiga.
De los álamos vengo, madre,
de ver cómo los menea el aire.
*
Luna que reluces,
toda la noche alumbres.
¡Ay, luna que reluces,
blanca y plateada,
toda la noche alumbres
a mi linda enamorada!
Amada que reluces,
toda la noche alumbres.
*
Ya salió de la mar la galana
con un vestido al y blanco
ya salió de la mar.
Entre la mar y el río
nos creció un árbol de bembrío.
Ya salió de la mar.
La novia ya salió del baño.
el novio ya la está esperando.
Ya salió de la mar.
Entre la mar y la arena
nos creció un árbol de almendra.
Ya salió de la mar.
*
Ya amanece, ya amanecía,
los que los picá la muerte,
no s'adormían.
Ya amanece en ese campo,
levantaivos las quemadas
y a hacer llanto.
Ya amanece ya amanecía.
Ya amanece y con mucho pesare:
levantad a los maridos buenos,
para estar en sus lugares.
Ya amanece con mucha mancilla,
se van los maridos chicos
y no hacen alegría.
Levantay por la mañana,
levantay con mucho sospiro,
se van mancebos y anasbas,
ni jupa ni cirios.
*
Puse mis amores
en Fernandico.
¡Ay, que era casado!
¡Mal me ha mentido!
Digas marinero
del cuerpo garrido,
¿en cuál de aquellas naves
pasa Fernandico?
jAy, que era casado!
¡Mal me ha mentido!
Puse mis amores
en Fernandico.
¡Ay, que era casado!
¡Mal me ha mentido!
*
A Salamanca, el escolarillo,
a Salamanca irás.
Irás a do no te vean,
ni te escuchen ni te crean,
pues a las que te desean
tan ingrato pago das.
A Salamanca, el escolarillo,
a Salamanca irás.
*
No me echéis de la tierra
sobre su hermosa frente,
que hoy se desparte
de su casa y de su gente.
No me echéis de la tierra
sobre sus ojos pintados;
se van los novios chiquitos,
no crían sus deseados.
*
Lindos ojos habéis señora,
de los que se usaban agora.
Vos tenéis los ojos bellos
y tenéis lindos cabellos,
que matáis. en sólo vellos,
a quien de vos se namora.
Lindos ojos habéis, señora,
de los que se usaban agora.
*
¿Con qué la lavaré
la flor de la mi cara?
¿Con qué la lavaré.
que vivo mal penada?
Lávanse las casadas
con agua de limones:
lávome yo, cuitada,
con penas y dolores.
¿Con qué la lavaré,
que vivo mal penada?
*
Aquellas sierras, madre,
altas son de subir:
corrían los caños,
daban en un toronjil.
Madre, aquellas sierras
llenas son de flores,
encima de ellas
tengo mis amores.
Corrían los caños,
daban en un toronjil.
*
Vos me matastes
niña en cabello
vos me habéis muerto.
Riberas de un río
vi moza virgo.
Niña en cabello,
vos me habéis muerto.
Niña en cabello,
vos me matastes,
vos me habéis muerto.
*
Malferidas iba la garza
enamorada:
sola va y gritos daba.
Donde la garza hace su nido,
ribericas de aquel río,
sola va y gritos daba.
*
Madre, la mi madre,
guardas me ponéis;
que si yo no me guardo,
no me guardaréis.
*
iAy, si se usase
que quien mal marido tiene
que lo dejase!
*
Pensamientos me quitan
el sueño, madre,
desvelada me dejan,
vuelan y vanse.
Tristes pensamientos
de alegres memorias,
con oscuras glorias
y claros tormentos
vienen por momentos
a verme, madre;
desvelada me dejan,
vuelan y vanse.
Cada cual procura
que mi lecho sea
campo a la pelea
y paz mal segura;
sueños sin ventura
me espantan, madre,
desvelada me dejan.
vuelan y vanse.
Mis ojos despiertos
las noches y días,
lloran mis porfías
por bienes inciertos;
ya vivos, ya muertos,
mis males, madre,
desvelada me dejan,
vuelan y vanse.
Dichoso el sentido
que desengañado
despierta el cuidado
del pecho ofendido;
iay!, que me han vencido
desdichas, madre;
desvelada me dejan
vuelan y vanse.
*
Yendo y viniendo
voyme enamorando,
una vez riendo
y otra vez llorando
No es la de mi ciego
voluntad pequeña,
más arde mi fuego
si le añaden leña.
Vánmela añadiendo
mis ojos mirando,
una vez riendo,
y otra vez llorando.
*
Por un pajecillo
del corregidor,
peiné yo, mi madre,
mis cabellos hoy.
Por un pajecillo
de lo que más quiero
me puse camisa
labrada de negro,
y peiné, mi madre,
mis cabellos hoy,
por un pajecillo
del corregidor.
*
Llaman a la puerta;
espero a mi amor,
y todas las aldabadas
me dan en el corazón.
Vela mi esperanza
por quien se desvela,
que amando recela
olvido y mudanza;
culpo mi tardanza
en fe de mi amor,
y todas las aldabadas
me dan en el corazón.
En brazos le tiene
otra más lozana;
viene la mañana
y el traidor no viene;
mientras se detiene
centinela soy:
y todas las aldabadas
me dan en el corazón.
Hago centinela
con el pensamiento;
el dolor que siento
me causa la vela;
mi alma recela
olvido y temor:
y todas las aldabadas
me dan en el corazón.
*
Mírome en tus ojos;
dos hombres veo;
como no soy más que uno,
de celos muero,
Parecen mis penas
las olas del mar,
porque vienen unas
cuando otras se van.
Tiéneme debajo
y pídeme celos;
haga lo que hace
y hablaremos luego.
iAy Jesús!, que me mata;
quítenme este hombre
que me huele a marido
toda la noche.
Téngase su alma,
que no la quiero,
que a las almas en pena
les tengo miedo.
Pensamientos altos,
fortuna humilde,
¿qué buscáis en un hombre
que muerto vive?
Cuando cierro los ojos
miro hacia dentro,
para ver si lo veo
donde lo siento.
*
Porque duerme sola el agua,
amanece helada.
No duermas sola, hija mía,
toma ejemplo en quien te enseña,
porque hasta el fuego sin leña
se vuelve ceniza fría;
por no tener compañía
del calor del vino, el agua
amanece helada.
*
En mi helado pecho
fuego encendió amor,
¡agua, que se abrasa,
madre, el corazón!
El hermoso ciego
castigo no debe.
que se entró hecho nieve
a darme sosiego,
mas volvióle en fuego
una sinrazón;
agua, que se abrasa,
madre, el corazón.
Agua no he de hallar
para mi sosiego,
que a tan grande fuego
es poco la mar;
mas pues el llorar
es buena ocasión,
agua, que se abrasa,
madre, el corazón.
*
Todo el tiempo que vivimos
hacia el morir caminamos,
rodeando si velamos,
atajando si dormimos.