Nápoles, 26 mayo 2005. Silvio Vitale, patriarca del tradicionalismo napolitano, ha fallecido ayer miércoles 25 (aniversario de la victoria española en Britonto en 1734, que liberó el Reino de Nápoles de los austríacos) en su domicilio, a causa de un infarto de miocardio. Abogado, historiador, escritor y político, fundó en 1960 la revista L'Alfiere, que ha sido uno de los puntos de referencia de la cultura tradicionalista en el viejo Reino de Nápoles. Todavía hace pocas fechas anunciábamos la aparición del último número de la revista, así como en otro despacho de FARO dábamos cuenta de la presencia de Silvio Vitale en el Encuentro Tradicionalista de Civitella del Tronto, celebrado a primeros de mayo. Además de la magna obra de haber sostenido, aunque con algunas interrupciones, la edición de la revista durante más de cuarenta años, Vitale es autor de una obra historiográfica personal del mayor valor, en parte consagrada a la figura del Príncipe de Canosa, del que era consumado especialista. También se le deben múltiples ediciones de obras clásicas y modernas. Su último libro, aparecido hace escasas fechas, se titula Origen e historia del escudo del Reino de las Dos Sicilias, en el que –como de costumbre en L'Alfiere- confeccionó hasta las ilustraciones.

Uno de los fundadores de la Cooperativa Editorial Il Giglio, con la cual desde hace años venimos sosteniendo una acción común, Vitale preparó –entre otras- las reediciones de los libros clásicos de Domenico Petromasi sobre la expedición del Cardenal Ruffo en 1799 o de Giacinto De' Sivo sobre el drama político italiano en 1861. Amigo del alma del profesor Francisco Elías de Tejada, se convirtió ya en la década de mil novecientos sesenta en su más seguro corresponsal napolitano, tomando parte en buena parte de sus iniciativas, mientras que éste pasó a ser colaborador imprescindible de L'Alfiere. El también desaparecido Pino Tosca, en su libro El camino de la Tradición, al explicar la historia de la fama de Elías de Tejada en la península italiana, no puede sino dejar constancia en cada página de la presencia a su lado de Silvio Vitale. Así, de una parte, Vitale acudió a los Congresos de Estudios Tradicionalistas promovidos en la década de mil novecientos sesenta por Elías de Tejada, y ya en la de mil novecientos setenta participó la fundación de la correspondiente sección de la Asociación de Iusnaturalistas Hispánicos “Felipe II”. Los últimos años ha curado para las ediciones Controcorrente, de Pietro Golia, la versión italiana del magno Nápoles hispánico del maestro extremeño, del que ya han aparecido tres volúmenes. De otro lado, éste imprimió con su presencia constante una gran animación al panorama tradicionalista napolitano, en el que florecieron las publicaciones y los congresos. No fue la menos importante la iniciativa de la peregrinación anual a Civitella del Tronto, ideada por el profesor Paolo Caucci, a imagen de Montejurra, y que contó siempre con la presencia de Vitale. Tras la muerte de Elías de Tejada, el profesor Miguel Ayuso continuó los contactos con Vitale, Tosca y Caucci, así como con los responsables de la Cooperativa Editorial Il Giglio, y con el historiador Maurizio Di Giovine, hombre bueno y generoso, permanente vínculo de unión entre todos, sobre el que recae en la práctica la coordinación de buena parte de las acciones de las distintas redes. Di Giovine, a quien S.M.C. Don Javier I nombró requeté honorario, ha sido también el permanente ángel bueno del Carlismo en el seno del tradicionalismo napolitano. Uno de los herederos morales de Vitale, si no el único, en el curso del último acto de Civitella, hace escasas semanas, al que acudió Silvio Vitale, sostuvo con éste, Caucci y Ayuso diversas conversaciones tendentes a institucionalizar la Comunión Tradicionalista en la península italiana.

Más allá de algunas decisiones y opciones prácticas, siempre discutibles, la vida y la obra de Silvio Vitale pertenecen al tradicionalismo. La Secretaría Política de S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón, en nombre del Regente y de toda la Comunión Tradicionalista, manifiestan su más hondo pesar a los familiares, amigos y discípulos de Silvio Vitale, al tiempo que aseguran oraciones y sufragios por su alma, en la hora de su desaparición terrena. Requiescat in pace.