Siempre se ha dicho que los alemanes saben lo que hacen como pueblo.Si Merkel, que no es muy agraciada físicamente está ahí es porque es válida.aquí votamos al más guapo, aunque sea in-válido.
Merkel dará un giro a la derecha en Alemania apoyada por los liberales. Parece ser que la gente esta un poquito harta.
• Las urnas castigan a la gran coalición y premian a los partidos pequeños, que crecen todos
• La cancillera consigue librarse del SPD y seguir otros 4 años en el Gobierno pese a perder votos
PAOLA ÁLVAREZ
BERLÍN
Esta vez las encuestas no se equivocaron o, al menos, no lo suficiente como para aguar los planes de la cancillera, Angela Merkel. Alemania tendrá un Gobierno de derechas liderado por la unión democristiana que forman CDU/CSU, con Merkel a la cabeza, y apoyado por los liberales del FDP. «Hemos conseguido nuestro objetivo. Formaremos Gobierno con el FDP y yo seguiré siendo la cancillera de todos los alemanes», decía ayer una sonriente Merkel tras conocer los primeros resultados.
La coalición negro-amarilla será posible gracias al aumento de los votos del FDP que, casi con un 15%, obtuvo el mejor resultado de su historia y compensó el discreto retroceso de los conservadores que con un 33,8% pagaron las consecuencias de cuatro años de coalición con los socialdemócratas del SPD. La coalición sumará más de 330 escaños, por encima de la mayoría necesaria de 308, frente a los 291 que suman La Izquierda, Los Verdes y el SPD.
Los socialdemócratas sufrieron mucho más que el partido de Merkel el efecto del «matrimonio de conveniencia» en el que se embarcaron hace cuatro años. El SPD registró el peor resultado de su historia, al quedarse en un 23.1%. Sus socios naturales, Los Verdes, también se quedaron muy lejos de su objetivo de volver a ser la tercera fuerza política del país, aunque vieron mejorar sus resultados en dos puntos, hasta el 10,6%.
El otro ganador de la noche fue La Izquierda. El partido de Oskar Lafontaine obtuvo casi un 12% de los sufragios, el mejor resultado desde su formación, que supone también su consolidación como cuarta fuerza del país y que le permite convertirse en un partido fuerte dentro de la dura oposición de izquierdas a la que tendrá que enfrentarse el nuevo Gobierno.
El nuevo Gabinete entre socios naturales podría no ser tan cómodo como podría parecer a primera vista. Aunque el nuevo Ejecutivo podrá dar el giro a la derecha deseado por ambos –y que se dejará notar sobre todo en las políticas fiscales y los recortes sociales–, el buen resultado de los liberales les sitúa en posición de exigir puestos importantes y llegan al Gobierno con muchas ganas de dejarse notar, tras 11 años en la oposición.
EUFORIA DEL FDP / «Estamos preparados para asumir el encargo que millones de votantes han puesto en nuestras manos», afirmaba ayer el líder de los liberales, Guido Westerwelle, con una sobriedad que contrastaba con la desorbitada euforia que se vivía ayer en la sede del partido.
El FDP planteará más de un problema a los conservadores en temas como los recortes de libertades en nombre de la seguridad interior – sobre todo si se mantiene en el puesto el actual ministro del Interior, Wolfgang Schäuble, partidario de políticas más radicales en este terreno– y en algunos puntos de la política económica, donde los liberales pretenden dejar patente la naturaleza neocon de su partido, alejada de los conceptos del Estado del bienestar que ha defendido en los últimos años la CDU de Merkel.
BAJA PARTICIPACIÓN / En una jornada de récords positivos y negativos para los partidos, también la abstención batió un récord. El 71% de participación registrado ayer refleja el hastío de unos votantes desencantados con los grandes partidos y aburridos tras cuatro años de gran coalición.
Las elecciones de ayer son también la constatación de un nuevo panorama político en el país. Seis partidos estarán representados en el nuevo Parlamento (contando por separado a CDU y CSU) y todos habiendo obtenido más de un 10% de los votos.
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