El colectivo de padres católicos, la CONCAPA, abrirá contactos en los próximos días y adelanta que lo más probable es que la concentración en Madrid se convoque para noviembre



“Una gran movilización, como la que tuvo lugar el pasado 18 de junio en Madrid a favor de la familia”. Así definen, desde la Confederación Católica de Padres de Familia y Padres de Alumnos (CONCAPA), lo que está previsto que sea una masiva concentración contra el proyecto de Ley Orgánica de Educación (LOE), recientemente aprobado por el Gobierno español. Para que esta iniciativa se lleve a cabo, numerosas entidades y plataformas del ámbito educativo, así como de otros muchos sectores sociales, unirán sus esfuerzos mediante contactos intensos a partir de los próximos días. La semana que viene, representantes de la CONCAPA se reunirán ya con diferentes organizaciones, entre las que se encuentran sindicatos, federaciones y particularmente la plataforma Derecho de los Padres a Elegir, constituida para reclamar una legislación que garantice la libertad de las familias a la hora de decantarse por un modelo educativo.



Por tanto, el frente educativo está convirtiéndose en una nueva prioridad a corto plazo para importantes sectores de la sociedad civil en España. Después del éxito de la gran concentración del pasado 18 de junio, organizada en aquella ocasión por el Foro Español de la Familia con el apoyo de numerosos colectivos, fuentes de la CONCAPA aseguran que la idea es inspirarse en el mecanismo organizativo utilizado hace tres meses, y adelantan que la nueva convocatoria será previsiblemente para noviembre, una época considerada óptima porque, según la misma confederación, todavía no se respira el ambiente navideño y, además, octubre será un mes de congresos para muchas entidades y sindicatos.



El motivo central de la anunciada movilización, según la CONCAPA, no es sólo un desacuerdo con el proyecto de ley, sino sobre todo “un procedimiento en el que no ha habido diálogo por parte del Gobierno en ninguno de los puntos sobre los cuales se han formulado observaciones o se han propuesto enmiendas y alternativas”. Otro de los puntos clave es lo que la confederación de padres define como “amenazas de esta reforma sobre los centros concertados y, en definitiva, sobre la libertad de enseñanza”. De la misma forma, la entidad denuncia que la LOE, tal y como está redactada ahora, no sólo no incluye medidas para acabar con el fracaso escolar en España, que se ha disparado en los últimos años tras la aplicación de la antigua LOGSE, sino que “mantiene la promoción automática de los alumnos y sigue sin premiar el esfuerzo”.



Los famosos 3 millones de firmas



Por otro lado, un argumento importante para esta nueva iniciativa cívica será la nula reacción gubernamental ante los más de 3 millones de firmas a favor de la asignatura de religión, recogidas recientemente en una campaña organizada precisamente por la CONCAPA. Una delegación de la asociación llegó a presentarse en el Palacio de la Moncloa hace unos meses, pero el presidente José Luis Rodríguez Zapatero se negó a recibir a los representantes de los padres, que se desplazaron a continuación hasta el Congreso de los Diputados, donde fueron atendidos por algunos diputados del Partido Popular, entre ellos el número dos del grupo de la oposición, Ángel Acebes.



Como ya adelantó el pasado 1 de agosto el presidente de la CONCAPA, Luis Carbonel, en una entrevista concedida a ForumLibertas.com, se prepara una gran concentración con el objetivo de “evitar que los hijos queden a merced de una ley que sólo pretende adoctrinarles en la ideología laicista del Gobierno”. Para el dirigente, ese intento de adoctrinamiento ideológico es uno de los principales asuntos “nefastos” del nuevo proyecto de ley, junto con la falta de medidas para combatir el fracaso escolar y la devaluación de la clase de religión confesional, que queda sin alternativa y pierde importancia, al perder su condición de computable, a pesar de que la piden cerca del 80 por ciento de los padres españoles.



Los ciudadanos y asociaciones que apoyarán la concentración contra la LOE acusarán públicamente al Gobierno de querer engañar a la sociedad, tras haber manifestado, en los últimos meses, que ha habido debate cuando ni siquiera ha tenido en cuenta la opinión del Consejo Escolar del Estado, contrario a la nueva asignatura de “educación para la ciudadanía”, o la del Consejo de Estado, que también expresó fuertes críticas en un informe aprobado por unanimidad.



Con la Constitución en la mano...



En algunos puntos, los contactos de los próximos días entre entidades cívicas pondrán sobre la mesa la necesidad de defender el artículo 27.3 de la Constitución Española, con el argumento de que no es respetado en el proyecto de reforma educativa. El fragmento dice así: “Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones”. En la misma línea, se planteará incidir en la cuestión de la pluralidad educativa y del principio de subsidiariedad, el que contempla que allí donde llegue la iniciativa social no debe implicarse la administración pública.



“El Gobierno, en lugar de promover la creación y la pluralidad de colegios con diversidad de idearios y proyectos para satisfacer las diferentes demandas de las familias, establece dificultades y mecanismos burocráticos para que los alumnos no vayan a los centros elegidos por sus padres, sino a los que quiera el ejecutivo”, lamentaba Luis Carbonel el pasado 1 de agosto. Sobre los centros concertados, el presidente de la CONCAPA también recordaba que, con la LOE, “se discrimina a los centros concertados porque se les otorga la mitad de los recursos que recibe un centro público y, encima, se les culpa de todos los males de la educación”.



Los promotores de la movilización contra la reforma educativa coinciden en una idea: Hace falta sumar esfuerzos y dialogar para que participe el máximo número posible de personas en la concentración de Madrid. Se trata de reunir a familias, alumnos, sindicatos y numerosos colectivos con un proyecto común: la defensa de un gran acuerdo sobre educación que garantice la libertad de los padres y la pluralidad de centros. El lema, cuando se anuncie, recogerá con toda seguridad este principio.