¿Qué quieren que haga la embajada?
NOTICIAUn matrimonio denuncia a la embajada en Roma por «abandono» tras sufrir un robo
La pareja, que se quedó sin autocaravana y «en la calle», logró regresar a Zamora con ayuda de la policía italiana
SUSANA ARIZAGA Un matrimonio zamorano denunciará a la embajada de España en Roma, ante las autoridades competentes, por la situación de «indefensión y abandono» que vivieron el pasado día 10 de septiembre en la capital italiana, donde a plena luz del día y en el centro «nos robaron la autocaravana y nos quedamos sin nada». Con cien euros en el bolsillo y la merienda de su niña de dos años, los dos jóvenes comenzaron una angustiosa «aventura» de la que les salvaron dos policías romanos, Jan Lucas y Fabriccio. Con el vehículo perdieron todo, «nos quedamos en la calle y con cien euros, sin ropa, sin comida... El choque fue total, como si de repente desaparece tu casa, porque en ese momento era nuestra casa», explica Miguel, todavía impactado por las dramáticas horas que vivieron en lo que debería haber sido un viaje de placer, sus vacaciones de verano. «Le entró hasta fiebre», agrega su esposa -que prefiere mantenerse en el anonimato-, «todos llorábamos».
Su petición de auxilio a la embajada española cayó en saco roto: «¿Tú sabes lo que es estar en un país que no es el tuyo y que la embajada te diga que no se cree lo que le estás contando?», explica el joven, que tiene muy presente el «mal trato recibido por los dos funcionarios» con los que pudieron conversar unos minutos desde una comisaría de Roma, a la que un taxista les condujo cuando le contaron el suceso, y «no nos cobró nada al vernos tan afligidos».
Una solidaridad que no hallaron en los empleados españoles, con los que pudieron contactar porque la propia policía romana les facilitó el teléfono, convencida de que allí les atenderían. Nada más lejos de la realidad. «Llamó mi mujer y le dijeron que estaba cerrado hasta el lunes, que llamáramos a un familiar o a un amigo». Cuando la joven le explicó a la funcionaria, de nombre Mata, que ya lo habían hecho pero que no localizaban a nadie, que casi no tenían batería en el móvil, la respuesta no varió. Le llegaron a preguntar «si me estaba muriendo, «nosotros sólo estamos para los casos de muerte», me dijo».
Tampoco a Miguel le ofrecieron su ayuda cuando logró hablar con otro empleado, a pesar de que insistió en que «teníamos una niña de dos años y mi mujer estaba enferma, venía de Francia con una infección de orina y un tratamiento, los medicamentos estaban en la autocaravana con todas nuestras cosas. ¡No teníamos nada!, solo lo puesto y la sillita de la niña». Ni siquiera atendieron a razones cuando los policías italianos se pusieron al teléfono. Les dijeron que ya les llamarían ellos y hasta hoy.
El joven, también funcionario, no se explica cómo es posible tal comportamiento por parte de esos empleados públicos, «que en situación de desamparo, como estábamos nosotros, están obligados a acompañarte a poner la denuncia por el robo, a prestarte dinero que después tienes que devolver al Estado y a repatriarte». El joven se muestra indignado, máxime en los tiempos que corren, cuando la sensibilidad social y del Estado hacia las personas sin recursos e incluso hacia los animales es mayor que nunca, «en España repatriamos a extranjeros; si abandonas a un perro, te multan, y, sin embargo, llegas a una embajada española porque te han robado en un país extranjero y no te hacen ni caso».
Los agentes de la comisaría romana tampoco daban crédito a lo que estaba sucediendo. A ellos estará eternamente agradecido el matrimonio zamorano, colmado de atenciones por quienes no tenían ninguna obligación de asistirle, pero que conmovidos por la desesperación de la joven pareja, con sólo cien euros en el bolso, sin tarjetas de crédito (estaban en el automóvil), alivió su tensión asegurándola que «no nos dejarían tirados, «os buscamos donde sea un lugar para dormir». Constatado que de la embajada española no habría más noticias, los policías «nos preguntaron cuánto dinero teníamos» y comenzaron a mover sus contactos para conseguirles un alojamiento.
La buena voluntad de Jan Lucas y Frabriccio permitió que la pareja zamorana y su niña pudieran pasar la noche en un colegio residencia de la orden de María Inmaculada, en la capital romana, hasta donde uno de los policías «nos llevó en su coche particular». Las monjas les acogieron sin cobrarles un duro. «Ahí sí que lloramos todos, hasta el policía, la monja cogió el crucifijo en su mano y nos dijo «nosotras estamos para ayudar a la gente». Los agentes lograron apalabrar con un taxista el traslado de la familia al aeropuerto, que está a 50 kilómetros de Roma, por 40 euros. La joven había logrado contactar con un hermano en Zamora, que se encargó de comprarles los billetes de vuelta.
Las pérdidas por el robo son elevadas, pero lo que más ha irritado al matrimonio es la falta de asistencia de la embajada. «Es terrible verte despojado de todo y que tu propia embajada no te ayude». Eso sí, han ganado unos amigos en Roma, desde donde esperaron sus noticias con inquietud.
Imperium Hispaniae
"En el imperio se ofrece y se comparte cultura, conocimiento y espiritualidad. En el imperialismo solo sometimiento y dominio económico-militar. Defendemos el IMPERIO, nos alejamos de todos los IMPERIALISMOS."
¿Qué quieren que haga la embajada?
"El vivir que es perdurable
no se gana con estados
mundanales,
ni con vida deleitable
en que moran los pecados
infernales;
mas los buenos religiosos
gánanlo con oraciones
y con lloros;
los caballeros famosos,
con trabajos y aflicciones
contra moros".
http://fidesibera.blogspot.com/
¡Por Dios! camarada mazadelizana, ¿como que, "qué quieren que haga la embajada".?
¡Pues mi apreciado camarada le recuerdo que las embajadas españolas están trabajando funcionarios españoles. Funcionarios que aquí en España en suelo patrio la mayoría de las veces se están partiendo el mismísimo "culo" por moros y otras yerbas, por lo que no estaría mal, que funcionarios españoles hubieran ayudado a unos compatriotas en suelo extraño y más con menores de por medio.
Vamos eso al final lo hicieron gentes de otras tierras apiadándose de su mala suerte, fíjese Ud. policías italianos, en fin es natural y, al fin y al cabo casi llevamos la misma leche en los genes, de hecho aquí estuvieron los romanos varios siglos.
¡Ahora eso sí me pregunto una cosa, los "anormales" de la embajada tendrán leche romana en sus genes ó para descubrirlo, habría que remontarnos hace 7 siglos para descubrir que una abuela de estos fue ultrajada por Mohamed "el de los camellos verdes"!.
Mi honor, la lealtad,
mi fuerza, la voluntad,
mi fe, la catolicidad,
mi lucha, la hispanidad,
mi bandera, la libertad,
mi arma, la verdad,
mi grito... ¡despertad!
mi lema... ¡¡Conquistad!!
Coincido con lo que dice Liga.
Este caso es peor, el "barrabrava" argentino que murió en Sudáfrica:
Los restos del barra muerto en el Mundial de Sudáfrica no serán repatriados - Sociedad - Perfil.com
Patético:
Las cenizas serán trasladadas a un depósito judicial a la espera que, algún día, un familiar se los lleve. A todo esto, la Embajada argentina en Pretoria no ayudó económicamente a la hija del miembro de la Barra de Lomas, Vanesa Forlenza. En varias ocasiones, el cónsul de turno señaló a Perfil.com que no hay ninguna normativa que libere fondos para solventar repatriaciones. Sin embargo, este portal reveló que la Embajada le pagó el cambio de pasaje a varios barras para que pudieran regresar al país tras la Copa del Mundo.
Imperium Hispaniae
"En el imperio se ofrece y se comparte cultura, conocimiento y espiritualidad. En el imperialismo solo sometimiento y dominio económico-militar. Defendemos el IMPERIO, nos alejamos de todos los IMPERIALISMOS."
A ver: una embajada te puede ayudar repatriándote, o incluso dándote algo de dinero. Pero ningún funcionario (y van desde el policia nacional de la puerta al embajador) te van a dejar su casa. También sería bueno saber si llamaron a un número de los muchos que tiene una embajada o al de "emergencia consular". Si hicieron lo primero: normal que le dieran esa respuesta; si hicieron lo segundo: entonces si que entiendo la denuncia.
No es que no sienta lástima por la familia, pero es que la gente se cree que en las embajadas los diplomáticos están para servir como si fueran esclavos.
"El vivir que es perdurable
no se gana con estados
mundanales,
ni con vida deleitable
en que moran los pecados
infernales;
mas los buenos religiosos
gánanlo con oraciones
y con lloros;
los caballeros famosos,
con trabajos y aflicciones
contra moros".
http://fidesibera.blogspot.com/
¡Hombre! como esclavo no podría hablar, quizás los contemporáneos de Nuestro Señor si podrían hablar de esclavos. ¡Ahora! eso si, sobre funcionarios le podría estar hablando durante días sin cansarme y tengo toda clase de anécdotas de todo el funcionariado perteneciente a la Administración Pública del Estado (Exterior y Local); anécdotas que me han llegado interiormente y la verdad ¡que quiere que le diga yo!, la mayoría de las veces he tenido problemas hasta con mis propios compañeros de Empresa Pública de otra localidad.
Y oiga fíjese un cónsul si se llevo a su casa a un jugador de fútbol famoso, cuando le sustrajeron toda la documentación y el dinero en un país de Asia, ¡hombre claro! eso "mola", y más para hacerte la foto y enviársela a la familia, estos "funcionarillos", se aplican así mismos el refrán tan español de: "No dar por el pito más de lo que el pito vale".
Que nos conocemos todos y ya sabemos de que pie cojeamos la mitad y la otra mitad va en silla de ruedas.
Mi honor, la lealtad,
mi fuerza, la voluntad,
mi fe, la catolicidad,
mi lucha, la hispanidad,
mi bandera, la libertad,
mi arma, la verdad,
mi grito... ¡despertad!
mi lema... ¡¡Conquistad!!
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