Extraña ola “democratizadora” en Medio Oriente
Extraña ola “democratizadora” en Medio Oriente
Albert Pike, Gran Soberano del Antiguo y Aceptado Rito de la Francmasonería, envió una carta, el 15 de agosto de 1871, a Giuseppe Mazzini, Gran Soberano de los Iluminati después de Adam Waishaupt, fundador de esa poderosa logia.
En la carta, Pike le dice que, para lograr el “Nuevo Orden Mundial bajo un Gobierno Mundial”, necesitarían organizar tres guerras.
La primera guerra (que sería la Primera Guerra Mundial): “Para implantar el Nuevo Orden Mundial habremos de facilitar una guerra para destronar a los zares católicos y someter el vasto territorio ruso bajo el control de los Iluminados, y así poder usarlo como plataforma desde la cual difundir nuestros objetivos”.
Después otra guerra (que fue la Segunda Guerra Mundial), “la lograremos exacerbando las diferencias entre el sionismo político y el nacionalismo germano, con el fin de consolidar y extender la influencia iluminista rusa y establecer en Palestina el Estado de Israel”.
Y una guerra más (Tercera Guerra Mundial) “la suscitaremos exasperando las diferencias entre judíos y árabes, para provocar un formidable cataclismo social”
En su libro “Tragedy and Hope”, el historiador Carroll Quigley documenta cómo aquellas ideas no quedaron en meros deseos, sino que efectivamente las dos guerras mundiales fueron financiadas por personajes pertenecientes a ese grupo de poder, especialmente por la dinastía Rothschild.
La tesis de un enfrentamiento entre judíos y árabes fue retomada en tiempos modernos por el racista Samuel Huntigton, en su libro “El choque de civilizaciones”, proponiendo que ese choque es inevitable.
No es así. Ese enfrentamiento es totalmente artificial y creado. Judíos y árabes podrían convivir pacíficamente como buenos vecinos, los dos proceden de un mismo padre, Abraham, y los dos pueblos pueden considerar que fueron elegidos para habitar Caná (la actual Palestina).
Pero, como expresó Albert Pike, hay un gran interés en provocar un estallido social que lleve a la fase final de la implementación del “Nuevo Orden Mundial bajo un Gobierno Mundial”. Es la estrategia hegeliano-straussiana.
En este sentido llama la atención que a inicios del 2011 se esté dando un raro alzamiento del mundo árabe contra sus dictaduras. Una extraña y sospechosa ola "democratizadora" azota la región en Medio Oriente y norte de África. Comenzando por Túnez y Egipto, y siguiendo por Argelia, Libia, Bahrein, Costa de Marfil, Sudán, Yemen, Marruecos, Irán, Líbano, Omán y Siria, revueltas "populares" se han sucedido de forma ininterrumpida en contra de los dictadores y del sistema islamista.
Esas coincidencias recuerdan el movimiento del ´68, en el que una aparente rebelión "estudiantil" era, en realidad, teledirigida y manipulada por agendas ocultas por encima de los estudiantes y de las naciones. Ya resultaba raro que jóvenes en Tokio, Paris, Ankara, México, EEUU, Praga, Buenos Aires, etc... todos repitieran simultáneamente la misma consigna de Marcuse a favor de la desobediencia civil, coreando los mismos leitmotiv y hasta enarbolando los mismos logotipos.
Prácticamente, no ha existido revuelta o revolución alguna en el mundo, que no haya sido planeada y financiada por intereses totalmente ajenos a las causas sociales y al "pueblo", el que siempre quedó peor que antes.
En el caso de Egipto, The Daily Telegraph (28-01-2011) hizo referencia a uno de los personajes que iniciaron la revuelta, un disidente político capacitado en los Estados Unidos en tácticas activistas.
Posteriormente se supo, a través de cables dados a conocer por Wikileaks, que lo de Egipto fue un golpe de estado que se fraguaba en los EEUU desde 2008. En ello estarían implicados los servicios secretos británicos MI6 y los servicios estadounidenses.
Recordemos que tanto en la creación de los emiratos como de la Hermandad Musulmana, en 1928, ha estado implicado el Reino Unido, bajo la estrategia de favorecer al enemigo para justificar la reacción en contra. Hoy día, tanto el Reino Unido como los EEUU siguen teniendo la capacidad de condicionar la opinión pública mundial respecto a los acontecimientos a través de la primear fuente de información en la región, Aljazeera, a la cual controlan veladamente. El objetivo: desestabilización. Lograr regímenes más duros que puedan hacer frente a Irán y a Siria.
El 10 de febrero, un día antes de la "renuncia" de Hosni Mubarak, el director de la CIA, León Paneta, en una audiencia en el Senado, afirmó descaradamente: "es muy probable que Hosni Mubarak salga de la Presidencia este mismo día". ¿Por qué lo sabía?
También, a primera hora de ese mismo día, Barack Obama fue informado de que Hosni Mubarak anunciaría su renuncia en un discurso televisado. Incluso la CNN fue avisada para que preparase la información de lo que iba a suceder.
Pero, contrario a lo que ya se sabía en Washington, el dictador no dio su brazo a torcer: "me quedo hasta septiembre y sólo muerto me sacarán de Egipto". Tal fue el desconcierto que el incrédulo conductor de la CNN atribuyó la confusión a un error de traducción.
Al día siguiente, el general El-Zayat, ex alto funcionario de la inteligencia militar y miembro del Consejo de Relaciones Exteriores de Egipto, declaró que el discurso de Mubarak fue formulado "sin el consentimiento de las fuerzas armadas" y lo calificó de "temerario".
También dijo que eso causó una "profunda división" entre los militares, y provocó que los militares golpistas se movieran para advertir a Mubarak que debía irse al día siguiente.
n el caso de Irán, la injerencia occidental ha sido más patente, cuando el mismo presidente Obama exhorta abiertamente a los iraníes a desafiar a sus dirigentes, alentando a hacer lo mismo que en Egipto "a favor de la democracia". ¿Quién lo ha nombrado policía mundial de la democracia? ¿Quién le ha dado el derecho de atropellar la soberanía interviniendo en los asuntos internos de las naciones?
Como bien dice el investigador Adrian Salbuchi, "grupos globales dominantes están detrás de las revueltas". Salbuchi señala que son grupos de poder como el Club Bilderberg, la Comisión Trilateral y otros, los que llevan años planeando esos "vientos revolucionarios" con el objeto de aniquilar los gobiernos nacionales y deshacerse de los gobernantes que no sean tan acordes a sus planes hegemónicos.
En Egipto, y en casi todos los casos se repite el mismo esquema: se destrona al líder "autoritario", la gente acepta a los nuevos libertadores, (sin darse cuenta de que el aparato militar y el status político permanecen intocables) y acaban en una situación peor que la de antes, pero ya sin la capacidad de organizarse y reaccionar.
¡ VIVA MÉXICO VIVA SANTA MARÍA DE GUADALUPE VIVA MÉXICO !
Adelante soldado de Cristo
Hasta morir o hasta triunfar
Si Cristo su sangre dio por ti
No es mucho que tu por ÉL
Tu sangre derrames.
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