Fueron felices, y comieron… gaviotas
Que el resultado de las elecciones patitocráticas, que no democráticas, del pasado domingo en España estaba cantado es algo que estaba, de antemano, fuera de toda duda. Que “los peperos de la gaviota” se iban a llevar de calle a “los del capullo en la mano” era algo que nadie cuestionaba. Que lo hicieran de la forma aplastante en que lo han hecho también estaba dentro de lo previsible y sondeable. Que los unos celebrasen por todo lo alto su victoria desde el balcón de la madrileña calle de Génova y los otros tratasen de optimizar absurdamente su debacle desde los sótanos de la calle Ferraz era algo que todos los españoles esperaban ver por la tele. Que el lacio, soso, transparente y siempre políticamente correcto Rajoy diese un discursito lacio, soso, transparente y políticamente correcto era algo evidente. Que el ladino, sibilino y maquiavélico Rubalcaba compareciese agachando las orejas y pidiendo un Congreso Ordinario de su partido, (pero par/ti/do de verdad…) para irse cuanto antes con el rabo entre las patas también era esperable si se cumplían los pronósticos; de hecho, ya está la independentista catalana Chacón dando codazos y afilándose los dientes…
Decíamos en anterior artículo que estas elecciones no han sido políticas. Han sido unas elecciones eminentemente económicas en las que los programas políticos electorales de los distintos partidos han pasado a segundo término hasta el punto de que, no me cabe duda, la mayor parte del electorado ha querido castigar al PSOE dando su confianza al PP sin detenerse lo más mínimo en saber cuál es la política social que el PP va a aplicar en esta legislatura. Se le ha dado un portazo en la cara al PSOE sin saber ni siquiera la cara que trae el PP para su próxima andadura. El borreguismo de la derecha democrática, de los católicos tibios y de los votantes defensores del “mal menor” han encumbrado a Rajoy a lo más alto del pódium político español sin tener en cuenta que su líder va a pasarse por el forro de sus caprichos todos los valores fundamentales de esa derecha democrática, de esos católicos tibios y de esos votantes “malminoristas”. La prueba es que desde primera hora, las plataformas ciudadanas que tanta monserga le dieron a Zapatero, ya están acribillando al barbudo gallego con peticiones derogatorias de leyes y leyes promulgadas con salva sea la parte aunque, no se nos olvide, estas mismas plataformas todavía tienen fresquito los restos del champán que usaron para brindar por la defenestración de Rubalcaba. No me puedo llegar a creer que esa “derecha suavita” haya votado por mantener la asignatura de Educación para la Ciudadanía, la ley del aborto, la de matrimonios homosexuales y toda la batería de leyes degenerativas promulgadas por el PSOE. Pero la verdad, es que lo ha hecho. No os quepa duda de que el PP no va a derogar NADA. Todo el mundo cree que el vencedor de las elecciones ha sido el PP, cuando en realidad, el PP tan sólo ha obtenido 500.000 votos más que en las elecciones anteriores. Si el PSOE hubiese mantenido su número de votos, otro gallo le hubiese cantado a Rajoy. Moraleja: Aunque el PP ha ganado y el PSOE se ha hundido, hay otros muchos vencedores, (los vencedores de verdad…) en las elecciones. ¿Y quienes son?.
Por una parte, UPyD (que es lo mismo que el PSOE con la diferencia de que Rosa Díez no quería tratos con los terroristas), ha dado un gran paso adelante aunque no me explico bien por qué, porque si ETA ya ha anunciado que deja las armas, no sé qué sentido tiene ya la existencia de Rosa Díez en política. Misterios del electorado… Por otra parte, los comunistas de IU han conseguido reflotar su barco a costa del descalabro socialista. Eso demuestra que la izquierda no vota ni siquiera a esta “derecha” ni aunque esté con el agua al cuello. Los inteligentísimos independentistas catalanes de CIU se han visto igualmente reforzados y han pescado votos en el agua revuelta de la crisis económica. A los nacionalistas vascos del PNV se les ha quedado cara de tonto al ver que la maniobra política de ETA-PSOE les ha hecho perder votos y han comprobado que ese nacionalismo rancio y decimonónico no les va a los vascos, que han preferido aplaudir el “gesto” terrorista y darle grupo parlamentario propio a los abertzales de Amaiur. Que no digan que no lo avisamos…
En resumen, si adjetivamos los resultados electorales nos encontramos con que económicamente ha ganado el PP, moralmente ha perdido el PSOE, hábilmente ha ganado CIU, confiadamente ha perdido el PNV, absurdamente ha ganado UPyD, aprovechadamente ha ganado IU y repugnantemente ha ganado Amaiur. De todos ellos, los únicos que han presentado programa político definido, (nos gusten ó no), han sido los independentistas catalanes de CIU, los comunistas de IU y los etarras de Amaiur. Lo demás son milongas aunque cada una de las formaciones políticas quieran rentabilizar sus victorias y sus derrotas de cara al populacho votante que, a pesar de todo, está encantado con que “su PP de Rajoy” le haya ganado al PSOE de Rubalcaba.
Visto todo esto, seguiremos siendo gobernados desde “la nada” los próximos cuatro años. Ellos estarán felices y sus gaviotas, comerán. Los otros comerán las migajas que las gaviotas les dejen y una bandada de cuervos comunistas e independentistas sobrevolarán la mesa para ver que pueden robar del victorioso banquete. Lo malo de todo ello es que las gaviotas se alimentan de los productos del mar y de los deshechos de los basureros y el mar político español está tan sumamente podrido que ni las gaviotas quieren pisar la playa. Adivinen Vds. dónde irán ahora a comer las gaviotas…Manuel Nieto de Nevares
http://andaluciacarlista.com/2011/11...eron-gaviotas/
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