Re: La Iglesia, Rubalcaba y el IBI
Iniciado por
Oppidum
yo soy de los que piensan que a los Templos no se va a hacer turismo, así tengan quinientos años. Se va a orar: a adorar a Cristo o a venerar a la Santísima Virgen o los Santos.. Es necesaria una Administración paralela a la del Estado.
Por supuesto, yo también afirmo lo mismo. No te puedes figurar lo que vi en la Catedral de Santiago de Compostela en un agosto de hace 4 años. Era imposible atender a la misa que, como una actividad extraña, se celebraba en medio del crucero, al tiempo que una masa parloteante, y hasta vociferante, se paseaba por todas partes fotografiarlo todo, incluidos los fieles. Irritante hasta rozar la ira. Cuando salí de allí con verdadero alivio, pensé que no queda otro remedio que cortar semejantes espectáculos y me acordé de la expulsión de los mercaderes del templo.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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