Como ya se ha dicho, yo también dudo de que haya muerto arrepentido. Pero aún así, no sé si Dios le perdonará o no. Si lo arroja al fuego eterno es por pura Justicia. Pero en fin, no le deseo ese destino ni al peor de mis enemigos.
Que sea lo que Dios quiera. Al final nadie escapa a la muerte, ni al Juicio que esta trae consigo. Dejemos que Él ponga las cosas en su sitio.
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