Búsqueda avanzada de temas en el foro

Resultados 1 al 4 de 4
Honores1Víctor
  • 1 Mensaje de Martin Ant

Tema: Tres golpes

  1. #1
    Martin Ant está desconectado Miembro Respetado
    Fecha de ingreso
    07 nov, 12
    Mensajes
    2,714
    Post Thanks / Like

    Tres golpes

    Viernes, 18 de Noviembre de 2016

    Tres golpes




    por Ludovicus




    Tres elecciones, tres sorpresas, tres aldabonazos, marcan la irrupción del votante silencioso. Brexit, Colombia, Estados Unidos. A la Naturaleza le gusta ocultarse, escribió Heráclito, y en estos casos, bajo la apariencia de una pacífica hegemonía del progresismo –que no es otra cosa que la negación sistemática de la existencia de una naturaleza- se ha revelado como latente una discrepancia, una disonancia, una dynamis de sentido contrario.

    “Son votantes vergonzantes”, explican los medios al intentar razonar lo inexplicable. “Tienen miedo de declarar sus ideas”. Pero el fenómeno dice más sobre las características del actual sistema hegemónico de ideas que sobre los votantes. Es hora de darnos cuenta de que vivimos bajo la dictadura del progresismo. Esta dictadura es tanto más opresiva cuanto que es omnipresente. Asoma en los textos escolares, en los medios de comunicación, en las oficinas públicas. Tiene su propia Inquisición, que no duda en examinar a quien exprese opiniones contrarias, iniciarle acciones administrativas, enjuiciarlo. Tiene una cosmovisión en temas que van desde la sexualidad hasta la integración cultural, un sentido de la Historia, una moral y una antropología que debe compartirse bajo diversas penas. Hemos ganado la batalla cultural, pueden decir los progres; ya no hay necesidad de hacer prisioneros.

    Aun más: en todo Occidente, quizás con excepción de Inglaterra, se ha consagrado por diversos medios el delito de opinión, por ejemplo en materia de discriminación de géneros (y es metafísicamente imposible, si se habla de géneros, no discriminar). Un pensamiento contrario al progresista te puede llevar a perder el empleo, a sufrir una multa o a la cárcel. Todo transgresor es instantáneamente burlado – ya que no refutado, pues ni siquiera se argumenta hoy a favor de los axiomas progres, que se consideran evidentes de suyo como los metafísicos. Y el campo de la persecución se ha ido ampliando aún más: no sólo opinar, sino describir una realidad cruda que contradiga el dogma progre puede constituir una infracción mortal. Ay de aquel que lee en la TV un estudio estadístico sobre una minoría sexual, racial o étnica que indique algún tipo de constante negativa. Ay del que establezca una relación de causalidad entre un vicio y una consecuencia desgraciada; vergüenza sobre quien diga que un Dios tiene que ser justo, un macho es un macho y el pasto es verde.

    Podríamos decir que la Progresía se engolosinó, creyéndose su propio relato, suicidándose por complaciente. Si asomaban descontentos, como manchas de hierba quemada en un prado magnífico y unánime, siempre se podía recurrir al arsenal de descalificaciones: son homófobos, islamófobos, sexófobos, globalófobos cualquier cosa menos deífobos. Son pobres, son descastados, son blancos de cuello azul, son obreros de cinturones oxidados, son campesinos cuidadores de cerdos, son resentidos víctimas de la guerrilla. Son, con palabras de la candidata Clinton, una canasta de deplorables. Basura de la Historia, una versión posmoderna del lumpenproletariat de Marx. Los yanquis resentidos, los colombianos rencorosos, los ingleses reaccionarios. Si alguien discrepaba se le oponía la ineluctable corriente de la globalización, la teoría del género o la desnacionalización como fenómenos irreversibles e irresistibles.

    Pero no se argumentaba. Ya no. El dogma, en particular el progre, no se argumenta. La opinión contraria debe ser amonestada, ahogada y silenciada, hasta el punto de hacerlo desaparecer del ágora público. No hay que razonar con deplorables. Tolerarlos, y sólo por un tiempo. Circula por internet el video de un agudo pensador progresista agarrándose la cabeza por el error cometido; se da perfecta cuenta de que la hegemonía ideológica y la complacencia universal genera inmediatamente una reactividad, una dialéctica que a su vez no es medible precisamente por la existencia de esa hegemonía que oculta las corrientes subterráneas como la capa de hielo en la superficie de un río en invierno. Tan luego les ocurre a los progres, que olvidan el lema de Rousseau espetado por Demoulins al Inquisidor Robespierre, “brûler n´ est pas répondre”.

    Pues bien, estas elecciones –quien diría– han venido a demostrar, contra viento y marea de los medios, las dirigencias y la “opinión pública”, que existe un sentido del hombre común que se parece al sentido común. Es una tardía reivindicación de Chesterton, que justamente hacía residir el valor de la democracia en ese hombre ordinario. Que calla ante la matonería universal de los medios, que disimula sus discrepancias por miedo o quizás por prudencia, pero que surge con la fuerza brutal de un géiser cuando se le abre una urna. No es suficiente, claro que no. No es la irrupción de la verdad ni de la salvación de nuestra civilización, pero celebremos esta triple victoria de la realidad: la expresión de una percepción genuina, la valiente disonancia y un rasgo de sentido en un mundo que lo ha perdido.


    Fuente: THE WANDERER

  2. #2
    Martin Ant está desconectado Miembro Respetado
    Fecha de ingreso
    07 nov, 12
    Mensajes
    2,714
    Post Thanks / Like

    Re: Tres golpes

    PREVERDAD

    por Juan Manuel de Prada


    (ABC, 21 de noviembre de 2016)






    Anda el progresismo mundialista llorando por las esquinas, incapaz de explicarse los sobresaltos últimos que le han deparado las urnas. Y, en su desconcierto y confusión, han creado un palabro nuevo, "post-truth" o “posverdad”, con el que pretenden nombrar “circunstancias en que los hechos objetivos influyen menos en la formación de la opinión pública que los llamamientos a la emoción y a la creencia personal”. Vemos en esta definición grotesca cómo el mundialismo confunde “hechos objetivos” con su particular cosmovisión, que ha logrado imponer sobre las masas cretinizadas mediante el control de los medios de comunicación y la propaganda sistémica. Pero que el mundialismo haya logrado apacentar a tal multitud de cretinos no significa que sus falsos dogmas sean “hechos objetivos”. La cosmovisión mundialista no es, en realidad, sino una elaboración delicuescente del “Non Serviam”, cuyo fin último es la negación de la naturaleza humana; y, para lograr ese fin, el mundialismo enuncia diversos “dogmas”, que se despliegan al modo de una niebla, oscureciendo la realidad de las cosas y borrando de las conciencias todo atisbo de sentido común (que, a fin de cuentas, es una impronta divina). Para lograr más plenamente este objetivo, el mundialismo ha establecido la dictadura de lo “políticamente correcto”; y, como último recurso disuasorio, ha establecido también delitos de opinión en materias especialmente sensibles (homosexualismo, teorías de género, etcétera) que intimiden al díscolo. Y, en verdad, la intimidación ha logrado resultados espectaculares.

    Tan espectaculares que el mundialismo ha logrado imponer sus “dogmas” dementes como si, en efecto, fuesen “hechos objetivos”, tanto entre los ufanos progres de izquierdas como entre los genuflexos progres de derechas. Y, ganada la batalla cultural, el mundialismo se ha dormido en los laureles del triunfo, conformándose con estigmatizar a los díscolos ruidosos, a los que caracterizó como palurdos sin estudios universitarios, destripaterrones, carcas nostálgicos de la Edad Media, etcétera; gentuza, en fin, “deplorable” (la bruja Hilaria dixit) que poco a poco se irá extinguiendo. En cambio, el mundialismo descuidó a los díscolos silenciosos, sin entender que su prepotencia estaban generando una reacción subterránea entre muchas gentes que callan por temor a ser estigmatizadas, pero que no están dispuestas a comulgar con las ruedas de molino de la llamada “opinión pública”, que se mantienen leales a una verdad hostigada y perseguida, que se aferran clandestinamente a los vestigios del prohibido sentido común. Gentes hartas de libertades excéntricas que añoran cosas tan sencillas y elementales como formar una familia, educar a sus hijos sin perversas colonizaciones ideológicas o alcanzar una paz fundada en la justicia.

    Y estas gentes que callan, por prudencia o cobardía, ante el matonismo de la propaganda sistémica, que fingen adherirse a los falsos “dogmas” impuestos a través de leyes inicuas, que se refugian mohínas en sus casas cuando suenan las fanfarrias orgullosas del mundialismo, todavía no se atreven a salir del armario; pero ya se atreven a expresar su queja ante una urna. No responden a “llamamientos a la emoción y a la creencia personal”, como pretende el palabro progre, sino al llamamiento de la naturaleza y del sentido común, que el mundialismo ha pretendido en vano borrar de sus conciencias. Son hombres y mujeres corrientes que se resisten a entregar su alma y a dimitir de su raciocinio; son portadores de una “preverdad” que es la única esperanza que le resta a este podrido mundo.


    Fuente: FACEBOOK JUAN MANUEL DE PRADA
    DOBLE AGUILA dio el Víctor.

  3. #3
    Martin Ant está desconectado Miembro Respetado
    Fecha de ingreso
    07 nov, 12
    Mensajes
    2,714
    Post Thanks / Like

    Re: Tres golpes

    Juan Manuel de Prada: Preverdad

    26 noviembre, 2016





    En los artículos de Prada a veces resaltaríamos el dominio de nuestra lengua; otras veces, la profundidad intelectual o la omnímoda cultura que ponen de manifiesto; pero, sin merma de lo anterior, en el que hoy publicamos me atrevería a destacar la valentía intelectual. Dentro de su brevedad, el artículo ha sabido cristalizar en bellas palabras, no algo recóndito, sino lo que a todos, con mayor o menor oscuridad, se nos había ocurrido tras las elecciones presidenciales norteamericanas. Lo que todos han percibido, pero no se atreven a decir o no saben cómo expresarlo. Habla de la sorda sublevación, del callado levantamiento de “gentes hartas de libertades excéntricas” que atienden “al llamamiento de la naturaleza y del sentido común” frente a lo “políticamente correcto”. La pregunta que estas observaciones sugieren es tan obvia como ellas mismas. Contra lo que cabría esperar, las reacciones naturales descritas por Prada, despectivamente colocadas por los gerifaltes mediáticos entre los populismos, no se producen en países históricamente católicos, sino en los que predominan cristianismos cismáticos o heréticos, como Rusia o Estados Unidos; incluso en países dominados por el mahometismo que, en cierto modo, no es sino una herejía judaizante y primitiva. La cuestión es la siguiente: ¿por qué en las naciones de predominio católico los movimientos tradicionales no tiene más que un apoyo minoritario? ¿por qué en ellas no cuajan sino populismos nazis o marxistas que, en lo cultural, apoyan las “libertades excéntricas” (sodomía, teorías de género, etc.), cuando no propugnan llevarlas todavía más adelante? La respuesta también está en la mente de cualquiera, con tal de que tenga tanta valentía intelectual como se necesita para reconocer lo evidente.


    José Miguel Gambra



    Fuente: COMUNIÓN TRADICIONALISTA

  4. #4
    Martin Ant está desconectado Miembro Respetado
    Fecha de ingreso
    07 nov, 12
    Mensajes
    2,714
    Post Thanks / Like

    Re: Tres golpes

    Libros antiguos y de colección en IberLibro
    Gente lamentable

    Juan Manuel De Prada



    Me ha impresionado mucho la mezcla de desparpajo y engreimiento con que la prensa sistémica mundial ha tratado de explicar la victoria de Trump o el llamado ‘brexit’. Ambos resultados, por supuesto, son considerados catastróficos; y detrás de ellos se halla siempre el mismo culpable: un sector de la población que vive alejado de las grandes urbes, habitantes del mundo rural o de los cinturones industriales, gente atrasada, sin estudios universitarios, rehén de atavismos casi bestiales, que se ha tirado toda la vida oliendo boñigas de vaca o escardando su terruño, tal vez picando carbón en una mina o despiezando reses en un matadero industrial. Bebedores compulsivos de cerveza, ancianos tronados, patanes y fanáticos religiosos, destripaterrones y tragaldabas, un odioso lumpen que se resiste a subir al tren del progreso.

    En realidad, las caracterizaciones realizadas por la prensa sistémica no se distinguen demasiado de las que antes lanzaron algunos de sus ídolos. La bruja Hilaria, por ejemplo, no tuvo rebozo alguno en despacharse ante un auditorio enfervorizado contra los votantes de su rival: «¿Saben? -dijo-. Podrían poner a la mitad de los seguidores de Trump en lo que yo llamo ‘el cesto de la gente lamentable’. Racistas, machistas, homófobos, xenófobos, islamófobos… por mencionar algunos». Mucho más condescendiente que la bruja Hilaria, el príncipe de la paz Obama, refiriéndose a los trabajadores en paro, afirmó que «no sorprende que se hayan amargado, que se aferren a las armas o a la religión o a la antipatía hacia las personas que no son como ellos, o al sentimiento en contra de los inmigrantes o en contra del comercio como una forma de explicar sus frustraciones». Gente amargada y lamentable, gente descastada de la que sólo cabe apiadarse (si uno es modosito, como Obama) o carcajearse (si uno es más presuntuoso, al estilo de la bruja Hilaria), refractaria a los dogmas establecidos, que osa poner en duda que la globalización o la ideología de género sean conquistas irrenunciables del progreso humano.

    Lo que prueban estas descalificaciones de la prensa y de sus derrotados ídolos es que el sistema había decidido prescindir de lo que la bruja Hilaria denominó «gente lamentable». Así se explica que no tengan recato en referirse a todo este sector de la población (sufridor directo de sus políticas inhumanas) en términos tan despectivos, en ridiculizarlos de forma tan burda, en endosarles todas las lacras imaginables, en hacer burla de sus difíciles circunstancias laborales, en presentarlos ante los ojos del mundo como una chusma repulsiva que profesa las ideas más anquilosadas y aberrantes. Naturalmente, esta resuelta campaña de denigración tenía un doble objetivo. por un lado, intentar que el sector más acomplejado o tibio de esta «gente lamentable» se desmarcase por temor al estigma social, aceptando comulgar con las ruedas de molino sistémicas; por otro, expulsar definitivamente a las tinieblas al sector más numantino de esta «gente lamentable», para convertirlo definitivamente en un grupúsculo de apestados a los que de momento se tolera, mientras se produce su extinción natural. Pero los arquitectos de este plan de demonización de la «gente lamentable» calibraron mal sus posibilidades: los señalados y agredidos se han revelado más numerosos de lo que auguraban los cálculos sistémicos; y, sobre todo, han resultado mucho más impermeables a la propaganda con la que trataban de desalentarlos y acomplejarlos, porque han criado callo de tanto repeler la bazofia con que tratan de tupir sus meninges.

    Y es que estos cálculos errados se realizaron considerando erróneamente que la «gente lamentable» estaba hecha de la misma pasta de alfeñique que los cantamañanas que se tragan la propaganda sistémica. pobres diablos a los que han lavado el cerebro en la universidad, urbanitas de meninges reblandecidas por las subvenciones y el consumo de pornografía, modernillos patéticos con más tragaderas que Linda Lovelace, lacayos de todos los dogmas establecidos que cifran en su cumplimiento devoto el salvoconducto para su aceptación social, masas gregarias enchufadas a todas las consignas y eslóganes del progresismo líquido, demócratas de anuncio de champú que se cagan por la pata abajo (porque toman mucho bífidus activo) ante cualquier amago de disidencia. Pero la «gente lamentable» salió más respondona de lo previsto; y en lugar de achantarse ante las descalificaciones, se revolvió furiosa contra las élites que tanto la habían despreciado y humillado durante décadas. Y sospecho que su furia no declinará tan fácilmente.



    Fuente: XL SEMANAL.COM

Información de tema

Usuarios viendo este tema

Actualmente hay 1 usuarios viendo este tema. (0 miembros y 1 visitantes)

Temas similares

  1. Cómo se organizaban los golpes de estado desde Londres
    Por Martin Ant en el foro Historiografía y Bibliografía
    Respuestas: 0
    Último mensaje: 18/10/2013, 18:17
  2. Tres negaciones
    Por Hyeronimus en el foro Política y Sociedad
    Respuestas: 0
    Último mensaje: 11/02/2013, 12:38
  3. De 'Los tres cerditos' a 'Los tres cachorritos'
    Por Miquelet Chaira en el foro Inmigración
    Respuestas: 1
    Último mensaje: 04/04/2007, 00:50

Permisos de publicación

  • No puedes crear nuevos temas
  • No puedes responder temas
  • No puedes subir archivos adjuntos
  • No puedes editar tus mensajes
  •