El Gobierno asegura que los matrimonios gays podrán adoptar en el extranjero

ABC
Sábado, 21 de mayo de 2005


Los funcionarios no podrán acogerse a la objeción de conciencia a la hora de tramitar el certificado necesario para que los homosexuales puedan adoptar

I.A.

MADRID. Que los matrimonios homosexuales puedan adoptar en el extranjero es el nuevo propósito del Ejecutivo español. Así lo anunció ayer la secretaria de Estado de Servicios Sociales, Familia y Discapacidad, Amparo Valcarce, en declaraciones a Antena 3. En el momento en que las Cortes aprueben definitivamente la modificación del Código Civil para extender el derecho de matrimonio a las parejas homosexuales, el Gobierno iniciará conversaciones con aquellos países con los que ya tiene convenios de adopción con el fin de ampliarlos.
«Una vez modificada la ley, informaremos con transparencia al resto de países de nuestra legislación e iremos estableciendo acuerdos con ellos», palabras con las que la secretaria de Estado se refería al proyecto de ley aprobado el pasado mes de abril por el Congreso para permitir tanto el matrimonio entre homosexuales como la adopción de menores por parte de parejas del mismo sexo, medidas que se harán efectivas a partir del próximo verano.
Siguiendo las «buenas prácticas»
Valcarce expresó su confianza en que, una vez llegue el momento de poner en funcionamiento este nuevo proyecto, no se producirán bloqueos de las adopciones por parte de aquellos países reacios a que las parejas homosexuales puedan ejercer su derecho a la adopción. Para evitar esa posible confrontación, el Gobierno seguirá «las buenas prácticas» realizadas por otros Estados, como es el caso de Suecia. «Ellos no han tenido hasta el momento ningún problema. Trabajaremos con transparencia y comunicaremos las modificaciones legislativas» aseguró la secretaria de Estado. «A partir de ahí —continuó— estableceremos convenios con cada uno de los países para que lo que aquí ya es legal sea también aceptado».
Sin excusa para los funcionarios
En cuanto a la opción de que los funcionarios puedan negarse a tramitar el certificado de idoneidad que precisan las parejas para acceder a la adopción, Amparo Valcarce descartó la posibilidad de que puedan acogerse a la objeción de conciencia, ya que «del mismo modo que los jueces no pueden decir que por objeción de conciencia dejan de casar a ninguna persona, ningún funcionario puede acogerse a ese supuesto. Todos los funcionarios —subrayó— estamos obligados al cumplimiento de la ley». Mensaje que contrasta nuevamente con la posición de la Iglesia, que ha vuelto a expresar su disconformidad al matrimonio homosexual a través del obispo de Mondoñedo-Ferrol, José Gea Escolano, quien ha apelado a las familias para que «manifiesten públicamente su descontento cuando se intenta destruir el matrimonio con leyes como ésta» y para que «tomen nota para cuando haya elecciones, actuando en consecuencia». Asimismo, Gea Escolano insta a los políticos católicos a que no aprueben el matrimonio entre personas del mismo sexo «si quieren ser fieles a la doctrina de la Iglesia», para lo que empleó palabras del entonces cardenal Ratzinger en las que recordaba a los parlamentarios su «deber moral» respecto al citado proyecto de ley.


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