Despues del exito que cosecho con sus anteriores declaraciones tales como:

"El Rocío es la explosión de la primavera en el Mediterráneo"


Ahora vuelve con mas fuerza:

Carmen Calvo desea que "la Unesco legisle para todos los planetas" tras la cumbre de la diversidad cultural


Pero bueno que podemos esperar de alguien que sea lia con el novio de su hija:

Declaraciones de la hija de la ministra:

"Ambos decían que tenían dolor de cabeza. Y decían que se iban a acostar. Y realmente se acostaban, pero juntos."

"Empece a sospechar cuando mi exnovio llamaba a mi madre Dixie y mi madre le respondía Pixie"

La ministra enamorada

La indiscreta vida de las ministras levanta pasiones en los mentideros

A tanto ha llegado, que el CNI ha tomado cartas en el asunto. Los supuestos amores tardíos y descontrolados de una ministra con el veinteañero novio de su hija marcan récord.

El caso más llamativo es el de una ministra que anda metida en amores, amores tardíos, e inmersa en esos "estados de imbecilidad transitorios", que dijo el clásico, propios de quienes ahítos de poder buscan ya la ternura del beso nuevo, el abrazo tierno que nada sabe de diferencias de edades ni planes de futuro. El caso es que se han disparado los rumores a cerca de la supuesta relación de una miembro del Ejecutivo zapateril con un veinteañero. Las fuentes aparentemente más fiables, o con más capacidad para saber -por su cotidiana cercanía al personaje- han dado tantas vueltas al ruedo madrileño que, en sus últimas versiones, llegan incluso a afirmar que se trata de la ex pareja de su propia hija, casi nada, y que la relación ha provocado una trifulca familiar muy seria.

Consciente de que "todo Madrid" es un patio de vecinos, en un principio, el Gabinete de esta ministra desmentía en privado -y con vehemencia- este extremo ante el temor de que el menage llegase a oídos de la prensa rosa, pero ante la avalancha de interesados por lo que hay de verdad en la historia, ha optado por guardar un discreto silencio a la espera de que el cercano verano traiga consigo su habitual manto de silencio. El hecho es que en el ministerio afectado se ríen poco, temerosos de las frondosas ramas que, rodando, rodando, han llegado a alcanzar el árbol de lo verosímil.

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