No soy un entusiasta compulsivo de los deportes. Reconozco el inmenso valor didáctico y pedagógico del deporte como elemento para formar nuevas generaciones sanas y sin vicios. También, su importancia para la salud pública y privada, e incluso su manifiesta importancia al servicio del Estado como sistema de control social de las masas. Pero no soy un enfervorizado hincha de deportivo club alguno.
Por ello, no suelo estar muy al día de "dimes y diretes", sean "futboleros", "baloncesteros", "tenísticos", "autovolantistas" o "golfistas", por poner algunos ejemplos. Pero resulta inevitable poner la oreja a trabajar cuando un personaje peculiar como es el presidente del Club Culé, se "cabrea" (acto de enfadarse tontamente), porque tiene que aportar algún jugador que otro de su club no cobrando por tal cesión (lo que da mala fama de "agarraos" a los catalanes), mientras no muestra empacho alguno en ceder los que sean mientras proclama eso de: "Una nació, una selecció".
Si no fuese por el componente político que se le imprime al tema, para no variar no sea que se rompa la pompa de jabón, no sé qué pensaríais de la posibilidad de que hubiesen algunas selecciones ¿nacionales? que representando al Reino, Principado o Señorío correspondiente, hiciese lo propio con España. Supongo que esto que planteo será la clásica quimera.
No obstante, y descendiendo al nivel de la ironía, o de la chufla si se prefiere, ¿no habría que añadir al eslogan citado de "Una nació, una selecció", un tercer elemento? Es decir, ¿ y qué tal una liga propia?![]()
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