Sólo tres inspectores de Aviación Civil controlan 1,7 millones de vuelos anuales en España


De los tres inspectores titulados en `operaciones de vuelo´, sólo uno de ellos se dedica al trabajo de campo; de los otros dos, uno se encarga de la parte administrativa y el tercero está de baja laboral por depresión


Puede parecer increíble, pero es la realidad. Aviación Civil cuenta únicamente con tres inspectores para controlar los 1,7 millones de vuelos que cada año se registran en España. Y de los tres inspectores titulados en operaciones de vuelo, sólo uno de ellos se dedica al trabajo de campo; de los otros dos, uno se encarga de la parte administrativa y el tercero está de baja laboral por depresión. Así, una sola persona debe estar a pleno rendimiento para analizar todos los vuelos en España.

Para paliar esta falta de personal técnico, Aviación Civil ha contratado a otros expertos que, aunque no poseen la titulación de inspector de Estado, sí pueden estar cualificados para realizar este tipo de trabajo. Pero, aún con estos expertos, sólo se podrían realizar inspecciones al 0,05% de los vuelos.

Según la vigente normativa, que data de 2003, la función de inspección aeronáutica comprende la vigilancia y control del cumplimiento de las normas de la aviación civil. Los funcionarios, según la Ley, tienen la obligación de inspeccionar el material de vuelo y observar que se cumplen las condiciones de las concesiones o autorización de servicios aéreos.

El Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla) denuncia la situación en que algunas compañías aéreas operan en el espacio europeo sin cumplir las normas preceptivas de seguridad. Su presidente, Andoni Nieto, afirma que “algunas de estas compañías realizan el mantenimiento de sus aviones en países con muy baja calidad como El Salvador o China. Incluso asientan su base en países más permisivos para burlar las inspecciones rutinarias de seguridad. Hay miles de Yak-42 volando por los cielos”.

“Hace un tiempo, el PP hizo una proposición no de ley para incrementar de tres a trece los inspectores, con la idea de valorar cerca del 60% de los vuelos internacionales. Pero de esto nada sabemos. Como tampoco conocemos qué ha pasado con el anuncio que realizó, al principio de ocupar su cargo, la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, de crear una Agencia de Seguridad para el Transporte Aéreo. Hasta el Defensor de Pueblo, en un informe, respalda la falta de inspecciones técnicas”.

El gremio de los pilotos aéreos se encuentra con las manos atadas ante un problema que afecta a más de 163 millones de viajeros sólo en España. “Muchos de nuestros pilotos han sido despedidos o se les ha abierto expediente por denunciar el mal estado en el que se encuentran algunas aeronaves. La presión de las empresas es una constante. Y cuando no nos escuchan ocurren casos como el de la compañía griega Helios. Este se pudo evitar si se hubiera hecho caso al piloto que se negó a viajar en el avión siniestrado. Pero lo hizo otro en su lugar”.

La lista negra de la aviación


La Comisión Europea ha anunciado que publicará a principios del año 2006 una lista negra donde se incluirán aquellas compañías que vuelen sin cumplir las normas preceptivas de seguridad. Los datos se podrán consultar, en tiempo real, a través de Internet, según ha anunciado el comisario europeo de Transportes, Jacques Barrot.

A los países de la UE se les obligará, desde una directiva nueva, a controlar los aviones de países terceros, como los chárter o los de compañías de bajo coste que “puedan plantear problemas”. Además, deberán comunicar todas las informaciones que tengan en su poder sobre las empresas que hayan sido objeto de prohibición o reducción de vuelos, para permitir a la Comisión Europea que estos datos sean hechos públicos”.

Si esta lista hubiera estado ya publicada, los 152 pasajeros fallecidos en el accidente de avión del pasado 16 de agosto en Venezuela, hubieran podido estar mejor informados sobre el carácter “poco seguro” de la compañía colombiana West Carribbean Airways (WCA) y acaso haber tomado las precauciones oportunas.

El presidente del Sepla respalda la creación de esta lista pero tiene claro que “si la normativa vigente se llevara a cabo por cada país miembro, no tendría que involucrarse la Unión Europea, que ha comprobado las deficiencias en materia de seguridad aérea”.

Andoni Nieto cree que la situación de dejadez que muestran las compañías aéreas tiene más que ver con “algún trato de favor. El sector aéreo está lleno de triquiñuelas”.

Y no le falta razón al comprobar que algunos pilotos no han pasado una inspección estatal en los últimos 15 años. Tanto profesionales como sindicatos han reclamado de forma constante a Aviación Civil que incremente las inspecciones, más si cabe con la llegada al mercado español de las compañías de bajo coste, que han abierto una lucha por la reducción de las tarifas.

“Proponemos que se hagan auditorias de calidad al igual que se realizan a otros productos europeos. A los vehículos se les hace un chequeo en seguridad pasiva, algo parecido podría hacerse con los aviones”.

Ante esta situación, Sepla desea que “las compañías despejen las dudas en materia de seguridad y hagan públicos las políticas de mantenimiento que afectan a la calidad de sus operaciones”. Una manera de paliar las carencias de Aviación Civil es que sean las mismas empresas las que se encarguen de sus propias inspecciones. Tal es el caso de Iberia, “nosotros tenemos nuestro propio personal que opera en el aeropuerto madrileño de Barajas, incluso damos servicio a otras flotas aéreas”.


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