Está el artista, y el hombre.

"Nosotros no podemos juzgar al hombre, pero si al artista",
-es lo que mucha gente repite sin cesar, cuando le espetas a la cara que a ti la muerte o desaparición de este icono, ni fu ni fa.

Lo cierto es que la figura del artista va indisolublemente unida a la de la persona que lo representa. "El nergro casi blanco" que nos ocupa, fue en su vida un excéntrico lleno de prejuicios y de tabúes. Su vida pública y privada era "anormal" y no fruto de un márketing premeditado, sino que las excentricidades formaban parte de su carácter y su quehacer cotidiano.
¿Hubo pedrastía? no lo puedo asegurar, pero si debo atenerme a las acusaciones y juicios a los que debió enfrentarse por esos motivos.

¿Fue un mal artista? Debo reconocer que el impacto de su música o su estilo musical revolucionó al mundo de los vendedores de discos allá por los ochenta y noventa. Eso no significa nada, salvo que mucha gente coinicide en algo: (Aquí vale decir lo de que coinciden en el mal gusto).

Por eso no creo que su desaparición del mundo terrenal tenga más importancia que la de otros muchos hombres o mujeres que diariamente entregan el alma a Dios; y más si tenemos en cuenta que esas personas que pueden haber muerto el mismo día que éste los cuales han realizado porezas tan importantes como la de llevar una vida cristiana y digna, sacando adelante a una familia en un mundo hostil, y perseverando en los valores tradicionales heredados de sus antepasados. Esos "héroes" no abren las cabeceras de los informativos, y prsonalmente me da mucha más tristeza su muerte (aunque no los haya conocido nunca) que la de este sujeto, que es popular y mediático, pero que tampoco me ha interesado lo más mínimo su exitencia.

En fin, el mundo al revés.