La alternativa al "Sistema"

Por "Sistema" debe entenderse el "status quo" implantado a escala mundial. A él está cediendo hasta El Vaticano, no digo que "La Iglesia triunfante de Cristo", que mantiene su verdadera doctrina al respecto de la relación del hombre con los modos de producción y propiedad expresada en la encíclica Rerum Novarum, se haya doblado ante esta siniestra dominación entregada al Mal, sino a la extraña fascinación que mantienen algunos miembros de la Curia respecto al "Sistema Mundialista", el cual se ha ido colando por todas partes, muchas veces por la fuerza, pero la mayoría mediante la instauración de la "doctrina de la esclavitud del hombre sometido al Gran becerro de Oro del sistema económico capitalista." En parte, este sometimiento se debe a una ausencia de formación en el individuo, o ignorancia moral, a una ausencia de verdadera protección social del menor en su etapa formativa --manipulación total de los sistemas educativos--, y que de haberse dado en circunstancias distintas hubiese supuesto una verdadera resistencia al avance revolucionario de la compra de las conciencias a través de los derechos fingidos, de las tecnologías que hacen que el individuo se crea la superchería de sentirse dueño de su destino, y el estado de relajamiento consecuente en el que todo es válido con tal de lograr vivir en un "aparente" estado de placer perpetuo con el que se intenta engañar a la conciencia individual y se han borrado hasta que la muerte es una realidad de la misma vida y que por ella se han de rendir cuentas ante Dios. La imagen del hombre moderno es la del avestruz con la cabeza metida en el agujero, sólo existe lo que ve, es decir, "la nada material".

Pero también se debe a la posesión de los medios de comunicación de masas frente a pobres intentos de resistencia siempre localizados y más bien aislados unos de otros, lo que ha impedido una organización real de oposición no sólo a escalas nacionales, sino al establecimiento de una red global que impidiese que el capitalismo o el socialismo campasen a sus anchas aquí y allá. Posiblemente hoy es tarde para las generaciones de nuestro tiempo y hayamos de ceder en apariencia, mientras debamos ser el "reservorio" de la fuerza de respuesta de las generaciones futuras. No caigamos en el desánimo de pensar que todo está perdido, pues tal y como se decía hace años "ya dará la vuelta la tortilla" y llegará el día en el que se produzca el cambio de ciento ochenta grados que todos nosotros deseamos.

Mientras tanto, vayamos meditando según la herencia recibida de nuestros mayores y viendo el modo de integrarla en esa red que aún está por configurarse.

El Distributismo en la Comarca

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