Es en verdad muy hermoso ver cómo un país - que como bien dice Montealegre - que ha estado casi un siglo sometido al yugo comunista en el que se negaron y atacaron los fundamentos de su civilización, está regresando a sus raíces con éxito, ganando peso internacional y dando ejemplo. Siento una envidia muy sana por Rusia, y por lo que he podido comprobar por conocer gente de esa zona, en países del este siguen generalmente esa dinámica moral y religiosa.
Que Dios les bendiga, y ojalá que en la Europa Occidental, donde la debacle es más acusada, haya un resurgimiento de nuestras bases cristianas católicas. Sé que por ahora parece complicado, pero tengamos esperanza, porque está escrito que al final todo será como debe ser.
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