Antes me refería al ámbito político-social, pero también en el religioso se ha denunciado públicamente (y explícitamente) la posibilidad de la existencia de una conspiración, denuncias hechas no sólo por laicos o clérigos (como el abate Barruel) sino también por el propio Papa (Pío IX dio a Cretineau Joly papeles secretos que revelaban esa conspiración para que los publicara, lo cual hizo en un libro que venía prologado por el propio Papa Pío IX).
Luego también aparecen más denuncias de los Papas posteriores. Por ejemplo Pío XI hablaba del famoso "imperialismo internacional del dinero" y de aquellos que "controlaban la sangre [métafora para referirse al dinero] de la economía de tal forma que nadie pudiera respirar contra su voluntad"; y utilizaba explícitamente la palabra "conspiración" en su Encíclica Divinis Redemptoris, en la que decía lo siguiente:
Amplia y astuta propaganda
17. Existe, además, otra causa de esta tan rápida difusión de las ideas comunistas, infiltradas secretamente en todos los países, grandes y pequeños, cultos e incivilizados, y en los puntos más extremos de la tierra; una propaganda realmente diabólica, cual el mundo tal vez nunca ha conocido; propaganda dirigida desde un solo centro y adaptada hábilmente a las condiciones peculiares de cada pueblo; propaganda que dispone de grandes medios económicos, de numerosas organizaciones, de congresos internacionales, de innumerables fuerzas excelentemente preparadas; propaganda que se hace a través de la prensa, de hojas sueltas, en el cinematógrafo y en el teatro, por la radio, en las escuelas y hasta en las universidades, y que penetra poco a poco en todos los medios sociales, incluso en los más sanos, sin que éstos adviertan el veneno que está intoxicando a diario las mentes y los corazones.
Conspiración del silencio en la prensa
18. La tercera causa, causa poderosa, de esta rápida difusión del comunismo es, sin duda alguna,
la conspiración del silencio que en esta materia está realizando una gran parte de la prensa mundial no católica.
Decimos conspiración porque no se puede explicar de otra manera el hecho de que un periodismo tan ávido de publicar y subrayar aun los más menudos incidentes cotidianos haya podido pasar en silencio durante tanto tiempo los horrores que se cometen en Rusia, en México y también en gran parte de España, y, en cambio, hable relativamente tan poco de una organización mundial tan vasta como es el comunismo moscovita. Este silencio, como todos saben, se debe en parte a ciertas razones políticas, poco previsoras, que lo exigen —así se afirma—, y está
mandado y apoyado por varias fuerzas ocultas que desde hace mucho tiempo tratan de destruir el orden social y político cristiano.
Fuente:
PÁGINA OFICIAL DEL VATICANO
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