Comprometidos
El comunismo ataca los valores tradicionales como la patria, la familia, la religión, etc., de manera completamente subversiva, pero curiosamente, al interés del dinero no osa atacarlo jamás. Y esto es el auténtico capital, los prestamistas de dinero (prestamistas a gobiernos, a empresas y a particulares), los que están en la cima del poder y del parasitismo sobre la sociedad y sobre el mundo entero.
Pero el objetivo de este artículo no es el pasado, sino los tiempos más recientes.
Hace 25 años en España había comunistas, claro que sí, pero esos comunistas no tenían la mentalidad que tienen hoy en día. Entonces, no había invasión inmigrante. Tampoco había “matrimonios” homosexuales, ni exigencias para que estos adoptaran niños. Sí había feminismo, pero desde luego, no con tantas pretensiones como ahora ni con tantos apoyos y privilegios legislativos y mediáticos, ni tanto victimismo con el rollo de la “violencia de género” usado para conseguir toda clase de prebendas.
Han cambiado mucho las cosas desde entonces a peor. Pero lo que quiero aquí llamar la atención es el papel del comunismo. Los comunistas entonces no solicitaban matrimonios homosexuales, sino más bien lo contrario, veían el matrimonio como otro de los valores de la Iglesia que había que abolir (a las lesbianas no se les ocurría casarse entre sí), y ni se les pasaba por la cabeza ampliarlo a los homosexuales, y ni mucho menos que adoptaran niños. Más aún, los comunistas en realidad estaban en contra de los homosexuales, al más puro estilo comunista tradicional (basta leer a los pesos pesados del comunismo de hace muchas décadas para descubrir lo que pensaban de la homosexualidad). Ni tampoco a los comunistas se les había ocurrido pensar que el sobrevaloradísimo asunto de la “violencia de género” fuera un problema importantísimo. Era algo que no existía en el debate público entonces. Y desde luego, no se veía a ningún comunista defender a los inmigrantes, porque simplemente no había y a ningún ciudadano, ni siquiera a los comunistas, se le pasaba por la cabeza pensar que nos iban a invadir de esta manera.
Cuando el capital ORDENÓ implantar en la sociedad esas aberraciones, el comunismo OBEDECIÓ servilmente una vez más, demostrando que trabaja en colaboración con el capital, pasando a adoptar sus órdenes como IDEALES a cumplir.
El proceso es el siguiente: El capital desde la cúspide de la pirámide de poder internacional, por medio de sus organizaciones mundialistas como el Grupo de Bilderberg, la Comisión Trilateral y demás reúne a sus criados, los peces gordos visibles de la política, medios de comunicación, sindicalistas, etc., y les da las órdenes que tienen que propagar hacia abajo para implantarlas en la sociedad. Así:
- Cuando dieron la orden de hacer propaganda sobre la “violencia de género”, lo empezaron a hacer literalmente de un día para otro todos a la vez, radios, prensa y televisiones, y los comunistas servilmente también obedecieron y ejecutaron su parte del papel, acogiendo la idea como un nuevo “ideal” por el que luchar.
- Cuando dieron la orden de fomentar el matrimonio homosexual para desestructurar la familia tradicional, no sólo los medios de comunicación internacionales empezaron a hacer propaganda a favor de ello y los políticos a legislar poco después cuando la sociedad estuviera ya madura, sino que los comunistas pasaron a adoptar dicha idea como nuevo ideal por el que “luchar”.
- Cuando dieron la orden de empezar a mover la nueva subversión de la adopción de niños por homosexuales, los comunistas recogieron la idea como otro nuevo ideal haciendo campaña en favor de ello junto con los millonarios capitalistas dueños de periódicos y canales de TV como La Sexta o Telecinco, en España.
- Cuando dieron la orden de empezar la invasión inmigrante, los comunistas pasaron obedientemente a reverenciar el nuevo mantra de la defensa del inmigrante como uno de sus ideales. Llamazares (Izquierda Unida) emprendió una gira por África para invitar a los negros a venir a España en masa, al mismo tiempo que Aznar, del Partido Popular, que según la falsa propaganda del régimen es el partido opuesto a Izquierda Unida, de manera sinérgica y complementaria en colaboración suya abría las fronteras de par en par, apoyados ambos por las radios, prensa y TV que nos bombardeaban con los consabidos mantras para facilitar que la plebe aceptara la invasión (“nos van a pagar las pensiones”, “nos enriquecen culturalmente”, etc.).
El comunismo juega el papel de radicales para que los partidos políticos mayoritarios parezcan en comparación suya moderados y puedan así ejecutar con menos oposición los planes de subversión anti-tradicional para transformar las sociedades de nuestros países en sociedades orwellianas artificiales y asfixiantes. El comunismo forma parte principal y fundamental del régimen. Las órdenes del capital son los ideales del neocomunismo, y los neocomunistas, son sus tontos útiles o sus peones interesados, los miembros de la base más radicales a su servicio en la estructura del régimen mundialista.
Este hilo argumental ha sido expuesto en foro público; y los plumillas-mercenarios más preclaros y resentidos del frente mediático no han sabido sacar de su bagaje neorretórico otras imposturas que apelaciones a su “honestidad”. Y es que exponerlos a sus verdaderos amos, exactamente esto, como un barril de pólvora dirigido a la línea de flotación, no falla nunca.
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