Fuente: ¿Qué Pasa?, Número 537, 13 de Abril de 1974. Páginas 19 y 20.
SE CELEBRÓ EN GÉNOVA, EL CENTENARIO DE SANTO TOMÁS DE AQUINO, REALIZADO POR LA “ORGANIZACIÓN FELIPE II”
El presidente del Congreso, señor Elías de Tejada, excluyó de los trabajos al cardenal Siri
Bajo el patrocinio de S.E.R. el cardenal Giuseppe Siri, arzobispo de Génova, y realizado por la «Organización Felipe II», ha tenido lugar en dicha ciudad el Congreso del VII Centenario de Santo Tomás de Aquino.
El acto inaugural tuvo lugar el día 21 de marzo en el salón Quadrivium, propiedad del Arzobispado de Génova, hablando en el mismo el profesor Michele Federico Sciacca, catedrático de la Universidad de Génova; el presidente de la «Felipe II» y presidente del Congreso, profesor Elías de Tejada, de la Universidad de Sevilla; y S.E.R. el cardenal Siri.
Fueron presentadas en el Congreso 53 comunicaciones, seis de ellas provenientes de las organizaciones «Felipe II» de diversas naciones de América y veinte españolas.
Asistieron a los actos del Congreso 27 catedráticos italianos y los famosos teólogos especialistas en Santo Tomás, padres Centi y Spiazzi; además del académico don Juan Vallet de Goytisolo, el doctor Tomás Barreiro y los profesores universitarios: Fernández Escalante, Lamsdorff Galagane, Pérez Luño, Iturmendi Morales, Lorca Navarrete, Badillo O´Farrell, Francesc Bartomeu y Carmelo José Gómez Torres.
Enviaron comunicaciones los profesores: Ramón Maciá, Roldán, padre Renovales, Genovés Amorós, Gambra Ciudad.
Representó personalmente a la «Felipe II» del Brasil el catedrático de la Universidad de Sao Paulo y presidente de la «Felipe II» brasileña, José Pedro Galvão de Sousa; asistiendo por la Argentina el padre Raúl Sánchez Abelenda.
Estuvieron presentes en el mismo los grupos tradicionalistas italianos: «Christianitá», «L´Alfiere», «La Torres», «Adveniat Regnum», «Chiesa Viva» y «La Quercia», entre otros.
En conjunto, el número de asistentes pasó del medio millar.
Fueron aprobadas por unanimidad las siguientes conclusiones:
CONCLUSIONES APROBADAS POR UNANIMIDAD
«Nosotros, los tradicionalistas católicos, reunidos bajo la égida de la «Organización Felipe II», en la línea de los principios proclamados por el Santo Concilio de Trento, principios cuyo máximo defensor fue el rey Felipe II, en fervorosa fidelidad con nuestros muertos, nos hemos congregado en Génova en los días 21, 22, 23 y 24 de marzo de 1974, para declarar:
A. Absoluta fidelidad a la Iglesia Católica, así como fue fundada por Jesucristo, teológicamente definida por Santo Tomás y dogmáticamente explicada por el Santo Concilio de Trento, en la certeza de que la liberación de la satánica confusión moderna sólo puede venir de la Contrarreforma católica.
B. Hacemos nuestra la concepción católica del hombre como ser componente del universo, medido y no medida, sometido al orden moral inmutable establecido por Dios, explícitamente en la Revelación e implícitamente en el orden natural, cuya máxima expresión es la doctrina de Santo Tomás, desarrollada por los Padres del Santo Concilio tridentino, codificada en el «Syllabus» por Pío IX y aplicada contra los errores del democratismo cristiano, del totalitarismo y del modernismo por San Pío X.
C. Afirmamos la primacía de la sociedad en contra de las concepciones liberales y anárquicas derivadas del optimismo antropológico, y frente a las concepciones totalitarias de todo tipo, secuela del pesimismo antropológico. Reafirmamos, pues, que la organización de la vida política debe rechazar, sea la primacía del individuo abstracto (fruto de la herejía luterana), de la cual derivó el iusnaturalismo erróneo (desde Grocio hasta Wolff), sea la interpretación del Estado como solución dialéctica de la tensión entre individuo y sociedad.
D. Propugnamos una sociedad autárquica, organizada por sí misma en el cauce de los cuerpos sociales naturales: la familia, las asociaciones territoriales y profesionales, los cuerpos políticos nacidos en la historia, en la común participación de la herencia de sentimientos y cultura. Defendemos el pluralismo social fundado en el derecho natural católico y rechazamos el pluralismo artificial partitocrático.
E. En contra de la concepción absolutista del poder en todas sus formas (monárquicas, democráticas, totalitarias), secuela del concepto bodiniano de la soberanía política, y en armonía con la visión tradicional del pluralismo social, afirmamos que toda autoridad tiene sus límites en la naturaleza misma de las cosas, siendo suprema «potestas» en el ámbito señalado por el derecho natural católico. Hacemos nuestros, pues, los argumentos con los que los clásicos de la Contrarreforma negaron el concepto de soberanía afirmando la idea de la suprema «potestas» en el ámbito del orden natural concreto.
F. En contra de la libertad abstracta de la revolución, fruto del iusnaturalismo protestante, afirmamos las libertades concretas de la Tradición encarnada en los sistemas jurídicos de los pueblos de la Cristiandad.
G. En contra del nacionalismo, expresión del concepto positivista que se basa en la mera diferenciación de los grupos humanos caracterizados biológicamente, declaramos ser tradicionalistas, esto es, defensores de la concepción tomista del hombre como ser metafísico, artífice de la historia, y como tal, continuador de una realidad concreta, institucional, cultural, jurídica y política.
H. En contra de los progresistas, que niegan la objetividad del derecho natural afirmando la concepción antropocéntrica del universo, sostenemos la inmutabilidad de los primeros principios del derecho natural católico, fundado en la revelación implícita del derecho natural y en la revelación implícita [sic] del Decálogo; aun admitiendo que la limitada razón humana está obligada a acomodar estos primeros principios inmutables a las circunstancias concretas de cada período histórico.
I. Viviendo el pensamiento de Santo Tomás, frente a los problemas del mundo contemporáneo, recordamos que la finalidad del hombre está más allá de este mundo, a pesar de que la decisión última de su salvación dependa de la responsable actuación del hombre que elige con forzada libertad teológica su último destino eterno. Frente a las herejías que niegan la gracia divina sustituyéndola con la naturaleza humana, reafirmamos, siguiendo a Santo Tomás y la doctrina sostenida por Diego Laínez el 26 de octubre de 1547, en la Iglesia de Santa María de Trento, que «gratia perficit naturam»; esto es, que el destino humano depende de la libre elección entre los deberes para con Dios y la rebelión satánica e impotente característica del mundo moderno.
J. Decidimos extender a toda Italia la Organización de iusnaturalistas católicos «Felipe II», instituida a la memoria del rey que continuó la Cristiandad contra la herejía luterana, defendiéndola de la amenaza de los infieles, y que difundió la fe católica en todo el mundo proclamando que hubiera preferido perder sus reinos antes que tolerar blasfemias heréticas entre sus súbditos; levantando su nombre como bandera de combate contra todas las herejías, todas las cómodas debilidades y todas las traiciones que hoy se hacen a la Verdad revelada por Nuestro Señor Jesucristo, con la tajante radical intransigencia que sea precisa para la defensa de la Fe.
K. Enviamos un telegrama de solidaridad a los eminentísimos cardenales Ottaviani y Mindszenty y al profesor Juan Vicente Ugarte del Pino, presidente de la «Felipe II» del Perú.»
De acuerdo con las conclusiones unánimemente aprobadas, se cursaron los siguientes telegramas de solidaridad a los eminentísimos cardenales Alfredo Ottaviani y Joseph Mindszenty, así como al presidente de la «Felipe II» del Perú, catedrático de la Universidad de San Marcos y decano del Colegio de Abogados de Lima, don Juan Vicente Ugarte del Pino.
TELEGRAMAS CURSADOS
Alfredo Ottaviani.– «Citta» del Vaticano.
Joseph Mindszenty.– Viena.
Comité Congreso Centenario Santo Tomás celebrado Génova 21 a 24 de marzo, manifiesta fervorosamente a S.E.R. total solidaridad en persecuciones que cristianamente sufre.
Besan su anillo pastoral:
Francisco Elías de Tejada y Spínola, Giovanni Cantoni, Silvio Vitale, Piero Vasallo, Pino Tosca, José Pedro Galvão de Sousa, Paolo Caucci.
Profesor Juan Vicente Ugarte del Pino.– Perú.
Comité Congreso Centenario Santo Tomás de Aquino manifiéstale solidaridad en las persecuciones que cristianamente sufre.
Francisco Elías de Tejada y Spínola, Giovanni Cantoni, Silvio Vitale, Piero Vasallo, Pino Tosca, José Pedro Galvão de Sousa, Paolo Caucci.
• Al haberse opuesto el patrono del Congreso, S.E.R. el cardenal Siri, a las conclusiones aprobadas, bien que hiciese constar la ortodoxia indiscutible de las mismas, en los dos puntos de la condena de la «Democracia Cristiana» y del envío de telegramas de solidaridad, el presidente del Congreso, profesor Elías de Tejada, se vio en la dolorosa necesidad de excluirle del mismo. Por ello, adelantó la clausura de las actividades del Congreso bajo su presidencia, anulando el acto solemne que había de realizarse bajo la presidencia del cardenal Siri.
Ante los rumores difundidos por personas allegadas a la curia genovesa –tachando el acto de «franquista» y de «fascista»–, el presidente del Congreso, profesor Elías de Tejada, se vio nuevamente en la dolorosa necesidad de entregar a la «Agencia ANSA» y a la «Agencia Italia» el siguiente comunicado, que ha empezado a ser recogido por la prensa italiana de distintas tendencias a partir de la mañana del día de hoy.
El comunicado decía así:
COMUNICADO A LA PRENSA
«En mi condición de presidente del Congreso del VII Centenario de Santo Tomás de Aquino, celebrado en Génova del 21 al 24 de marzo de 1974, creo ser mi deber manifestar públicamente que con profunda y dolorosa pena he tenido que excluir de los trabajos del Congreso a su eminencia reverendísima el ilustrísimo cardenal arzobispo de Génova, monseñor Giuseppe Siri. Deber que he tenido que cumplir para evitar que un Congreso cultural se transformara en un instrumento para sus actividades políticas, maquiavélicamente definidas “pastorales”. Y esto porque:
1.ª La Organización “Felipe II” es un organismo escuetamente cultural. De tal manera que cesa en su condición de socio cualquier miembro que desenvuelva actividades de tipo político.
2.ª Porque yo, no obstante los motivos de sangre y de afecto que me ligan a Italia, soy extranjero, y como tal tengo el deber de respetar las leyes del Estado italiano, que prohíben a los extranjeros toda clase de actividad política.
Al mismo tiempo, debo comunicar que he decidido excluir de las Actas del Congreso el discurso inaugural de S.E.R. monseñor Siri; sea por su contenido de bajísimo nivel cultural, que no pasa del primer curso de bachillerato, indigno de la altura científica de las demás comunicaciones presentadas, sea por los errores garrafales, errores que podrían ser incluso graciosos, pero que se vuelven trágicos cuando están formulados por personas que cubren los altísimos puestos que ocupa S.E.R. el ilustre cardenal Siri.
Finalmente, debo hacer constar que, en el caso en que fuese verdadera la noticia referida por el teólogo de S.E.R., don Giovanni Baget Bozzo, a saber que S.E.R. considera a la Tradición “fuera de la historia” y que S.E.R. quiere permanecer “dentro de la historia”, semejante tesis es anticatólica, anticristiana e incluso contraria a las conclusiones de las ciencias biológicas modernas. Yo desafío a S.E.R., así como a sus teólogos palatinos, a que demuestren tal tesis, con tal de que S.E.R. baje algunos peldaños del pedestal donde se asienta el trono de su grandeza y sustituya con argumentos sus ansias de mandar. Que es precisamente lo que nosotros los católicos esperamos de los príncipes de esta Iglesia de hoy, sádica con los creyentes, masoquista con los ateos.
Turín, 26 de marzo de 1974.
Fdo.: FRANCISCO ELIAS DE TEJADA Y SPINOLA.»
• Como puede verse, S.E.R. el cardenal Siri adoptó una postura claramente progresista, mientras el presidente del Congreso, profesor Elías de Tejada, se limitó a repetir las doctrinas reiteradamente expuestas por los Papas Pío IX, en el «Syllabus»; León XIII, en la «Inmortale Dei»; San Pío X, en la «Pascendi» y en la «Le Sillon»; concluyendo con San Pío X que «los verdaderos amigos del pueblo son los tradicionalistas», no los cardenales que juegan a la política democristiana.
Madrid, 28 de marzo de 1974.
Por la «Organización Felipe II», Joaquín García de la Concha, secretario general.
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