Comparto el siguiente artículo, escrito por mí hace algún tiempo (01/01/15) En él, se demuestra a las claras lo ordinaria que es la música de moda en el Río de la Plata, que escuchan niños, jóvenes y adultos. En ella hay una manifiesta exposición sexual; por ello, y relacionado con los trabajos recientes de De Prada ("Sextorisión" y "Pornografía Infantil"), se me ocurrió subirlo al foro. Aclárese que de un tiempo a esta parte la música fashion aquí a virado; y no obstante ser menos grotesca y chabacana, sigue propagando –directa e indirectamente- la sexualidad desenfrenada.
Respecto a la música
“Sólo el mirarte a mi me enloqueces, quiero tenerte en mi cama mujer”; y el estribillo dice: “Le daría un beso pero estoy cantando”; lo que denota muy pocas luces. Luego la letra refiere a un encuentro nocturno del cantante con una chica; éste acota preferir cuando ella está “bien loca”. Mas esta letra es una dulzura al lado del primer “éxito” (por supuesto superficial, efímero, sin ansias de perpetuarse en el tiempo como todo en esta civilización, donde la cultura, como ha escrito Mario Vargas Llosa, en su ensayo “La civilización del espectáculo”, ha muerto). Éste dice cosas tales como: (una muchacha) “se toma un trago, se pone violenta; dicen por ahí que Marka Akme [el nombre del conjunto] la calienta.” O estas delicias: “estábamos ya en lo oscuro sin ropa, te me hiciste la difícil, ahora estás todo el día loca y querés sexo” y lo peor: “traé a tu amiga, dale no seas egoísta, se te nota en la mirada querés tener fantasías”. No sería descabellado denunciar estas letras por pornografía explícita.
Otro artista tristemente famoso, de tragicómico nombre “El Reja”, tiene canciones como “La noche me vino a buscar”, donde afirma que “no existen los lunes, vivimos de fiesta”, o “Soltero hasta la tumba” (“conocí el amor, me fue como el orto” o “a la larga siempre te van a guampiar [engañar]”). Por suerte sacó otro tema de nombre “Hasta los fiesteros se enamoran”, aunque no se puede dejar de señalar la falta de creatividad del “músico”, quien siempre refiere a las mismas esferas: la noche, el desenfreno, la irresponsabilidad, la soltería. Su último lanzamiento es “Picoteame la gaviota”, que –como se ve- indirectamente hace referencia al sexo oral y poéticamente reza: “de joda todo el día, con Juana y con María” [marihuana]. Da pena escuchar el sencillo por su contenido realmente estúpido, y el video muestra al cantante rodeado de mujeres atractivas (alrededor de veinte). Me causan tristeza esas muchachas que se prestaron a actuar cual objetos sexuales de “El Reja”.
El resto de la música actual uruguaya es un poco menos grosera, pero igual de superficial y musicalmente pésima. No debo ser tan duro con “El Reja”, puesto que el resto de las bandas dedican sus letras a los mismos escenarios; dígase la noche, el desenfreno, etc. La falta de originalidad es moneda corriente en el ámbito musical uruguayo. Los videoclips, por supuesto, son todos iguales: local nocturno, drogas y alcohol, chicas lindas en actitud provocante, clima de descontrol, de ligue fácil, de ligereza, de seducción.
La frutilla de la torta es el nuevo video de un grupo denominado “Mala Tuya”, donde aparecen escenas de enamorados coqueteando y dándose besos, entre los cuales aparecen dos homosexuales. No sé si ha sido una obligación impuesta a la agrupación por parte de la telaraña totalitaria y manipuladora del gobierno actual, que pretende hacer ver lo antinatural y pecaminoso como natural y virtuoso, o si simplemente quisieron estar a la moda e inmiscuirse en lo políticamente correcto, pero sin dudas esto demuestra la decadencia de nuestra sociedad y el triunfo de los antivalores.
Infelizmente el Uruguay no se conforma con la bajeza de su música; también se escucha la de nuestros vecinos argentinos, que se podría decir no están culturalmente mejor que nosotros, sino todo lo contrario. Una obra maestra de un tal “El Villano” llamada “El Tequila” en el estribillo dice: “El que no hace palmas, [no se asuste] se sienta en la poronga [pene]”, cosa que quiere decir algo así como que le gusta que le hagan el sexo anal o es homosexual. Continua así: “Esta es la puta nueva moda, lo toman todos los fiesteros [el tequila] y cuando están todas mamadas [embriagadas], todas las solteras se ponen a menear”. Luego remata: “el que no hace palmas la tiene chiquitita” [el pene]. Otra perla es el tema “Mueve el toto” [cola], de un trío de sinvergüenzas porteños, que en su videoclip muestra un montón de chicas moviendo el traste con apenas una minúscula tanga, alrededor del cantante argentino; una incitación a la pornografía y al machismo -presentando a las jóvenes cual objetos sexuales- No hace falta decir que ambas canciones suenan hasta en las más finas discotecas de nuestro país. Como también lo hace el éxito de “El Guachoon” de nombre “Fiestero hasta que me muera” cuyo estribillo reza: “Yo no quiero un suegro, yo no quiero una suegra, yo no quiero casamiento soy fiestero hasta que me muera”. Pero lo peor es una parte en que se acota: “Me gusta cuando mordes la puntita [el falo] loquita”, que significa algo así como que le gusta cuando la señorita le hace el sexo oral. El video es un ataque a la moralidad, con el cantante rodeado -¡qué original!- de dos muchachas semi desnudas totalmente entregadas a la suerte de “El Guachoon”; mas lo peor es la escena en que dos degeneradas se besan en la boca en un asqueroso acto lésbico.
En el ámbito internacional, estuvo de moda un tema denominado “Whistle” [flauta] de un moreno llamado Florida. El estribillo decía: “Can you blow my whistle baby?” [¿puedes chupar mi flauta nena?] en clara alusión al miembro viril y por ende al sexo oral. Nadie se escandalizó por ello. Otra canción es “6 AM” de un par de centroamericanos, que cuenta el olvido del cantante de todo lo que ocurrió la noche anterior dado el desenfreno con que la vivió. Por supuesto, en el videoclip los artistas se encuentran rodeados de sumisas mujeres bonitas. “Yo te lo dije” de J. Balvin es otro tema que refiere al sexo casual y sin compromisos. Y ello no es todo; Wolfine canta: "Ella es adicta, quiere una sobredosis de sexo y alcohol", y Plan B, con su nuevo "Candy", no muy originalmente cuenta la historia de una dama que "le gusta el sexo, en exceso".
Hecha esta síntesis del panorama musical actual, cabe preguntarse por qué la música ha perdido tanto nivel, por qué las personas no se escandalizan al escuchar tanta ordinariez y por qué no se cansan de múltiples referencias explícitas y machistas a la sexualidad.
Creo que el nivel musical bajó como también descendió (estrepitosamente) el nivel cultural; el oído fino que antes tenía el común de la gente derivó en uno que requiere muy poco para satisfacerse. La misma decadencia de la cultura justifica que se tolere escuchar todo tipo de groserías que antes serían inaguantables. Respecto a las interminables menciones a lo sexual, derivan de nuestra sociedad hipersexualizada, donde la introducción al sexo es cada vez a más temprana edad y éste está omnipresente (hasta en los lugares presuntamente más inocentes); la persona tiene estímulos sexuales por todos lados y el sexo se convierte en su prioridad y adicción. Para salvaguardar a la población de estos problemas se debería intervenir y prohibir todo tipo de manifestación musical ordinaria y sexualmente explícita. La libertad de expresión está subordinada al nivel intelectual, moral y cultural de los ciudadanos y a su salud sexual.
Acaso en Europa están tan mal?
