El tema me tiene en un dilema últimamente porque ya llegó el momento de decidirse.
Por un lado mi impulso es sumarme a ello, por otro lado también siento que algo así es jugar con fuego y que es casi imposible efectuarlo sin afectar a catalanes no indepes e incluso a gentes del resto de España, o peor aún, a la economía global española.
Porfa, no salgamos una vez más con el argumento de que es algo que no toca directamente a la doctrina tradicionalista. Si no lo hace directamente seguro que lo hace indirectamente.
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