«La degradación del centro geográfico de España: sexo al aire libre, robos y basura» publicado en «ABC».

______________________

Los deportistas que frecuentan el pinar del Cerro de los Ángeles denuncian que se ha convertido en un «picadero» a tiempo completo, además de la falta de limpieza y de inversión.

Es mediodía y en el Cerro de los Ángeles de Getafe, pese a que es un martes cualquiera, ya hay cierto movimiento. Nada raro si no fuera porque en el pinar, además de los ciclistas y corredores, se avistan hombres con un vestuario impropio para el lugar; camisa, pantalón largo y hasta chaqueta. Unos se adentran entre los árboles y otros esperan sin rubor en el aparcamiento anexo a la entrada, en ambos casos con la intención de encontrar a un desconocido para tener sexo. Este problema, sin embargo, solo es la punta del iceberg en la degradación del centro geográfico de España, cada vez más deteriorado y sucio, invadido por preservativos usados y escenario de robos.

El abandono progresivo del cerro, en cuya parte más alta se ubica el complejo religioso –monumento al Corazón de Jesús, basílica, ermita y convento de las Carmelitas Descalzas–, ha colmado la paciencia de quienes frecuentan este espacio verde, hastiados por la impunidad con la que los participantes del «cruising» (sexo al aire libre entre homosexuales) se han hecho con la zona, sin importar el día ni las circunstancias de este.

Sirva como ejemplo de esta problemática el pasado 10 de mayo. A pesar de que la imagen de Nuestra Señora de los Ángeles, acompañada por cientos de fieles, abandonaba la basílica para ir a la Catedral de Getafe, con motivo de las fiestas de la localidad, estos sujetos mantenían su actividad, ajenos a lo que ocurría a su alrededor. «Es que no se cortan ni un pelo, es una vergüenza», relatan Ana y Javier, una pareja de ciclistas que acuden al pinar casi todos los fines de semana.

No les falta razón. ABC ha sido testigo de cómo a plena luz del día estos hombres mantienen relaciones sexuales sin ningún recato, especialmente en una caseta abandonada y oculta en el pinar, pero también en el aparcamiento. El disimulo que aún mantienen unos pocos decrece a medida que llega la noche y el fin de semana. Hasta la madrugada, el trajín de vehículos es constante en este punto a las afueras de Getafe –junto a la autovía de Andalucía–, también por parejas de heterosexuales que acuden con su coche, pero en menor medida. «Esto ya no es otra cosa que un picadero», valora cabreado un «runner» habitual.

El problema, además de la difícil convivencia, remite a la suciedad que estos encuentros sexuales generan. Basta con caminar unos 300 metros por cualquiera de los senderos para encontrarse, como mínimo, con una decena de preservativos usados.

Los profilácticos trufan todo el bosque, casi siempre acompañados del envoltorio. «Es algo con lo que lidiamos a diario, si te vas a la caseta ya es impresionante», detalla uno de los operarios de limpieza, que asegura que la proporción de condones con otro tipo de residuos es «muy superior». «Es necesario que arreglen esto, aquí vienen familias con niños», apunta un joven que prefiere no dar su nombre. No obstante, en los merenderos y caminos del pinar también es habitual encontrar papeles, latas y envases.

Fuentes policiales explican a este diario que este fenómeno ha crecido exponencialmente en los últimos años, habida cuenta de que antes se desarrollaba en una zona cercana de Perales del Río. Respecto a las causas, detallan que la vigilancia policial ha disminuido, si bien es un tema «complejo» de abordar. «Si no vemos que haya un menor o prostitución no podemos hacer gran cosa», añaden. Una solución, sugieren, es una mayor presencia con «ánimo disuasorio».

Llama la atención que el «cruising» se haga a escasos minutos a pie de la zona religiosa, donde van excursiones de niños. La Diócesis de Getafe, titular del terreno, no ha dado ninguna declaración oficial, pero fuentes cercanas aseguran que han sugerido varias veces al Ayuntamiento (PSOE), como encargado del mantenimiento, que cierre el cerro por la noche. De hecho, la parte más alta está sujeta a un horario y la limpieza y cuidado es mejor.

Estas son las principales preocupaciones, pero no las únicas. Desde hace meses también se han denunciado robos en el aparcamiento, con la rotura de lunas de los coches aparcados. Uno de los afectados explica que ocurre mientras corren por el pinar: destrozan la ventanilla y hurgan en la guantera. No obstante, desde la Policía Nacional señalan que, aunque son hechos contrastados, hasta la fecha no hay constancia de que haya un número de hurtos preocupante en la zona.

Pero todavía hay más. Impulsa Getafe, un nuevo partido en el municipio, denuncia que la inversión es «nula». Roberto Benítez, portavoz de la formación, sostiene que se ha perdido «mucha masa árborea» y que el circuito que había para deportistas ya no existe. «La degradación es palpable, no solo por el tema del sexo, también porque el Ayuntamiento no destina ni un euro para combatir las plagas que están destrozando los árboles ni para restituir el circuito y los merenderos que había», declara a este periódico.

El Consistorio, por su parte, asegura que «quiere reactivar» el cerro y ya trabaja en un plan para «fomentar su utilidad de ocio y familiar, ampliando las áreas de recreo y las zonas verdes». Sobre los encuentros sexuales, sostiene que es un tema «puntual».

Si bien el Ayuntamiento de Getafe sostiene que los encuentros sexuales en el Cerro de Los Ángeles son un tema «puntual», lo cierto es que tras las quejas alude a la nueva Unidad de Convivencia y Civismo en Espacios Públicos de la Policía Local para abordar esta problemática. Fuentes municipales detallan que esto permitirá que los agentes patrullen en motos y bicicletas, un extremo que facilitará el acceso a la zona. Sin embargo, el sindicato CSIT aseguran que solo se trata de un borrador y no se ha puesto en marcha: «No tenemos herramientas para trabajar».

Nota de «ABC»: El Cerro de los Ángeles es propiedad de la Diócesis de Getafe, aunque el mantenimiento y la limpieza del espacio es tarea del Consistorio. Esto figura en el convenio firmado entre ambos, así como por la Comunidad de Madrid y el Ministerio del Interior, en el año 2012. Esta firma renovó el acuerdo suscrito treinta años atrás, donde se especifica que el incumplimiento de las obligaciones contraidas por alguna de las partes es motivo de rescisión del acuerdo.

La degradación del centro geográfico de España: sexo al aire libre, robos y basura.