Las dos almas de Vox, (la cristiana y la nacionalista) son incompatibles


Si pierde su espíritu cristiano, Vox se derechizará más. Para eso, ya nos sirve el PP e incluso Ciudadanos. Además, de esta forma, sí que puede acabar en partido nacionalista, es decir, fascistoide

¿Qué es el fascismo? Fascismo es la deificación de la nación. Y la nación no es Dios por mucho que se la ame. No olviden que Mussolini era ateo. España es muy importante, pero no se le puede venerar ni mucho menos adorar. Eso es una idolatría y ya se sabe dónde acaban las idolatrías.

Además, para eso ya nos sirve el PP e incluso Ciudadanos. No, el alma cristiana de Vox debe imponerse al alma nacionalista.

El resto es opinable.

No queda claro de dónde el articulista Eulogio López saca lo de Vox como partido "nacionalista". También pudiera haber dicho que VOX es un partido patriótico, pero obviamente en tal caso se le acabaría el discurso anti-VOX.

¿El patriotismo también es "fascistoide"? Desde luego no cabe mayor triunfo del enemigo que llegar a utilizar su propia terminología denigrante. (Este Eulogio López también debería saber que también él "fascista" para el rojerío).

Vox en numerosas ocasiones se ha auto-definido como partido patriótico y defensor de la Patria española; pero como "nacionalista", no tengo noticias.

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Aunque no se sabe si la idea de Patria de Vox era la misma que la de León XIII, da lo mismo pues toda idea de Patria viene rechinando a los oídos de todo católico sustituida por la de solidaridad, humanitarismo, globalismo y demás mercancia rojo-masónica, en su sentido más antitradicional y anticristiano imaginable. Pero contra eso, nada de nada. Chitón.

El amor a la Patria y a Dios no solo son perfectamente compatibles, sino que ambos son legítimos y necesarios pues ambos provienen de Dios. Lo enseña magníficamente León XIII en su encíclica Sapientiae Christianae, (año 1890):

3 … Se ha de amar la patria donde recibimos esta vida mortal, pero más entrañable amor debemos a la Iglesia, de la cual recibimos la vida del alma, que ha de durar eternamente; por lo tanto, es muy justo anteponer a los bienes del cuerpo los del espíritu, y frente a nuestros deberes para con los hombres son incomparablemente más sagrados los que tenemos para con Dios.

Por lo demás, si queremos sentir rectamente, el amor sobrenatural de la Iglesia y el que naturalmente se debe a la patria, son dos amores que proceden de un mismo principio eterno, puesto que de entrambos es causa y autor el mismo Dios; de donde se sigue, que no puede haber oposición entre los dos. Ciertamente, una y otra cosa podemos y debemos: amarnos a nosotros mismos y desear el bien de nuestros prójimos, tener amor a la patria y a la autoridad que la gobierna; pero al mismo tiempo debemos honrar a la Iglesia como a madre, y con todo el afecto de nuestro corazón amar a Dios.

4 Amar, pues, a una y otra patria, la natural y la de la ciudad celestial, pero de tal manera que el amor de ésta ocupe lugar preferente en nuestro corazón...

Me parece que desde hace décadas estas enseñanzas están enterradas, olvidadas y proscritas, pero ahí quedan como perfectamente vigentes