La carta

Saben bien que no cito una estupenda película de William Wyler interpretada por Bette Davis. Desgraciadamente se trata de algo que, o es una broma demasiado atrevida o pone los pelos de punta a quien contemple y viva la Historia. Es la carta que el periodista Anson dice haber conseguido de amigos en La Habana, y muy cercanos al Comandante Castro, que nuestra Presidente Zapatero le dirige con motivo de alcanzar medio siglo en el poder. Por su texto yo apostaría que es cierta porque es babosería normal en el entusiasmo marxista siempre orientado de servilismo, sabiendo sobradamente la devoción que la Cuba de Castro inspira a la izquierda revolucionaria. Aconsejo a mi lector que se acerque a cualquier sala de cine y vea la película de reciente estreno: "La vida de los otros".

Se deduce que se trata de un correo estrictamente personal, al cual el periodista Luis María Anson tuvo acceso, él sabrá cómo. En todo caso su posible autenticidad se apoya, también, precisamente en que no extrañaría a nadie que el firmante la escribiera; y porque ni el diario LA RAZÓN ni el columnista se arriesgarían a una falsedad que les desacreditase para siempre. Lo peor no es que sea cierta, sino que lo que dice refleja la idea que tenemos del propio firmante; lo serio del caso es que viene a ser una pequeña muestra de las virtudes socialistas que hoy velan por nuestra felicidad --Perpignan, vulneración del tiempo de reflexión en 13 y 14 de marzo 2004, "Cuéntanos cómo (no) pasó", el bufón Rubianes, fotos de Extremadura, la dependencia energética--, es decir, del Gobierno que hoy tenemos y que parece pretender en ocho años dejar España lasa y sin capacidad de regeneración, y de cuyo traje Cuba es el botón de muestra. La tarea de Zapatero para las dos legislaturas que le fueron prometidas consiste en eso, que el PSOE, esto es, la evolución progresiva y seudo-pacífica hacia el marxismo, corone el programa de una revolución explosiva y radical hacia el comunismo cubano, o de nuevo cuño, después de dejar España "desaparecida sin combate" y dividida en cinco naciones federadas... La pasada por el socialismo de Felipe sólo fue una etapa y, ahora, la Revolución tiene que aplicarse concienzudamente a laminarnos con la final instauración de la dictadura del proletariado... con nomenklatura de hoz y martillo pero con palacetes y latifundios sin nobleza ni méritos. Es el deseo coincidente de los luchadores por la "democracia de voto controlado", y justo final que remonte la derrota de 1939. Para algunos la hipotética veracidad de la carta se apoya en aquellas declaraciones del señor Arnaldo Otegui, de hace unos pocos años, diciendo, más o menos: «Nosotros queremos para Euskadi un régimen comunista, soviético, similar al de Cuba».

Lo que me impulsa a comentario es el relieve que en su carta el señor Rodríguez Zapatero daría, o da realmente, a la fe católica. Por supuesto, quién lo duda, emparejándose con Largo Caballero, aquel prócer del comunismo más feroz que en los mítines de la Segunda república prometía a nuestros padres: «No dejaremos piedra sobre piedra de esta España católica que queremos derribar.» Y esto se podría explicar, igual ahora que entonces, en la falta de fe de tantos buenos españoles, de cientos de verdaderos patriotas que se adhieren indirectamente al distanciamiento de la fe salvadora, llegando incluso a despreciarla, simplemente --comprensiblemente-- porque la jerarquía pastoral nos la ha enmerdecido de traiciones doctrinales, de desidia espiritual y de liberacionismo progre como caretas a sus vagabundeos más engreídos. Pero creo que ya se acaba el tiempo de la apatía y se acerca el de la adhesión incondicional al único fuego que hace hervir el amor a España y a lo que representó su paso por la Historia: el estremecimiento expansivo de la trascendencia. Algo se empieza a notar ya en la cúpula pastoral.

La supuesta carta de Zapatero a Fidel Castro, después de todo, no sé yo si será mentira mas, finalmente, creo que eso no desmerece su texto. Lo que importa es que podría ser verdad, no sólo por las razones arriba apuntadas sino porque su texto lo habrían firmado con gusto todos los seguidores de los Foros Socialistas Mundiales (el antes Comintern de Lenin), que ahora se coordinan desde La Habana. Sólo resaltaría de ella que su firmante sea el Presidente del Gobierno español. De sus párrafos selecciono lo que sigue:

«Querido y admirado Presidente, mi Comandante [...]»

« [...] Cuba es hoy gracias a Vuestra Excelencia, un paraíso de libertad, [...] un pueblo libre y esperanzado, que disfruta de un alto nivel de vida, habiéndose sustituido en todas vuestras ciudades el caduco signo de la cruz por el de la hoz y el martillo

«[...] Medio siglo, 50 años, ganando una tras otra todas las elecciones ejemplarmente democráticas que se han celebrado en vuestro país, hollado un día por aquella España de infausta memoria, colonialista, católica e inquisitorial, es acontecimiento sin precedentes.»

Quien la quiera leer entera dispone de reproducciones en Internet y en el periódico La Razón, de 10 de marzo p.p.

Pedro RIZO