LA ÉPOCA DEL LUMPENISMO :



Se rebelaba Ortega y Gasset contra algo que él mismo denominaba “ plebeyismo “. Yo lo entiendo, y no quiero ni pensar que se le hubiera pasado por la cabeza al eminente filósofo-aunque liberal….-si le hubiera tocado vivir nuestra contemporaneidad….No obstante, no me gusta. No me gusta porque yo no creo en la sociedad de masas, pero sí en los movimientos populares; cosa que pareció aborrecer Ortega y Gasset; de hecho no llegó a conectar del todo con el “ fascismo “ por motivos como éste; al igual que en Norteamérica Robert Erwin Howard ( Creador del género literario de la Fantasía Heroica, investigador de Historia y autor de Conan de Cimmeria, entre otros ) El carlismo fue consciente del valor de la jerarquía, de la aristocracia, y sin embargo nos da una lección histórica a todos los patriotas en cuanto a su profunda construcción social.



Como diría Jack el destripador, vayamos por partes :



Hemos de asumir que la democracia y el comunismo son las dos caras de una misma moneda, y que conllevan la misma herencia : La Revolución Francesa. Derechas e izquierdas pueden parecer distantes-si acaso más en la mera estética-pero en resumen defienden esenciales “ valores “; una común espina dorsal:



# Materialismo : Tanto el marxismo como el liberalismo basan la vida, la historia, la existencia al fin y al cabo, en una lucha económica. No han de extrañarnos un par de aspectos : Que Lenin se considerase un jacobino del siglo XX; y que la historiografía marxista pretenda analizar por igual las situaciones económicas históricas de la gran diversidad de los pueblos del mundo; diversidad que a diestro y siniestro niegan. El hombre es un rudo objeto económico en una vida insustancial; el hombre no tiene espíritu ni existe el destino, ni la libertad, ni el valor auténtico del trabajo. Para los liberales y su deísmo masónico, su dios es como un gran arquitecto, basado en una estética salomónica, creyéndose herederos de los constructores de pirámides y de la Orden del Temple. Ni para unos ni para otros cuenta la espiritualidad; el liberalismo parece reducirlo a mera elección personal y el marxismo lo ahorca por la fuerza; pero no obstante son iguales de laicistas. Liberalismo es el poder del dinero, y el marxismo el poder del proletario sin contar su actitud, sólo el hecho de ser proletario; al fin y al cabo otro tipo de mesianismo clasista. La vida no tiene más que un sentido economicista, y aquí entra el rencor : No buscan justicia, sólo poder y a toda costa. En nuestro tiempo, en España donde más y mejor se ve esto es en el PSOE, sin “ desmerecer “ al resto del lumpenismo democrático. El soljoz de la URSS fue tan inhumano como la “ revolución industrial “ tan bien retratada por Dickens en Oliver Twist.



# Igualitarismo : Lo que parece tan simplón como el “ todos somos iguales “ no deja de ser la más cruel de las tiranías; y compleja. Negar la diversidad humana; negar la naturaleza, las razas, las culturas, el ser al fin y al cabo. No aceptan la existencia de Dios Nuestro Señor, ¿ cómo van a aceptar lo que Él creó ? Jamás les entrará la cabeza que, como diría el argentino Alberto Buela, los seres humanos sólo somos “ iguales “ en dignidad. Jamás entenderán la parábola de Sancho Panza y Don Quijote de Ramiro de Maeztu….Su idea de por sí ya es todo un equívoco en la teoría; por ello no debe extrañarnos sus desmanes una vez puesta la práctica. La guillotina y los campos de concentración del demócrata Robespierre para con los vandeanos es el primer y más ilustrativo ejemplo; antes podríamos hablar de Cromwell en Irlanda….Para luego terminar con chekas y gulags….El liberal dirá “ tanto tienes tanto vales “, el marxista “ sólo vales si eres proletario “….Lo curioso del marxista es querer destruir a la burguesía; sin embargo aúpa a una clase por el hecho de ser clase que ha creado el mismo sistema burgués….Al fin y al cabo se es igualitarista para lo que conviene, como dice un dicho popular de los viejos anticomunistas de mi pueblo, “ lo mío es mío y lo tuyo lo repartes “ ( Nada más ilustrativo ); y así con todo.



# Relativismo : No existe la fijación de valores, la unidad. Es más, no existe el concepto real de “ valor “, o de moral. Si niegan la diversidad de los seres humanos, ¿ cómo no negar sus propios valores ? No pueden tener fuerza para la admisión de un Orden Natural; y con el tiempo, ambos querrán hacer ver cosas anormales como normales; el relativismo acaba convirtiéndose en la inversión de valores. El lumpenista, ya sea liberal o comunista, acabará por ser un arduo defensor del aborto, la pornografía, de las bodas de maricones, por poner sólo unos ejemplos….Aunque a día de hoy en España hayan liberales que se camuflen y vayan de patriotas incluso, aprovechando el sentimiento católico que aún queda en muchos sectores del pueblo español. De hecho, ambos le dan un sentido falso a las palabras por esto mismo que digo; para que signifique lo que más convenga a cada uno. Y si no, fijémonos cuando se habla de “ libertad “, “ paz “ o “ trabajo “….



# Sionismo : Sí, sionismo, el nacionalismo judío xenófobo y terrorista que aboga por la superioridad del “ pueblo elegido “ que ha de dominar la tierra cuando las demás razas están mezcladas ha estado presente en ambas corrientes; ya sea en David Ricardo, Friedman o Sharon, ya sea en Marx, Lenin o Ben Gurion.



Toda esta corriente ideológica nace al abrigo de las juderías de Francia e Inglaterra y de la logia masónica correspondientes-si bien el comunismo nace de un judío afincado en Alemania encuentra su desarrollo pleno en estos dos países mencionados-; los mismos que se llevaron toda la Edad Moderna rapiñando toda la gran creación del Imperio Hispánico-sin olvidar los holandeses en el Brasil- Aquellos que , mientras nuestra tradición moralista y tiranocida castigaba la piratería aun la de sus propios hijos, ellos los elevaban a categoría de “ sir “ desconociendo por completo la autenticidad del sentido del honor; aquellos que siempre nos envidiaron y que nunca aceptaron que fuéramos la sacra batuta imperial romana y germánica, y nuestras maravillosas creaciones, tanto en la tierra como en la mar. Aquellos que a principios del siglo XVIII se disputaron nuestra patria como si de un botín se tratase, con la consumación de la déspota Casa de Anjou y su Ilustración, enemiga de las tradiciones forales españolas; aquellos que en la Italia intentaban hacer la vida imposible a la Corona de Aragón, aquellos que no podían soportar las Misiones. Aquellos que terminaron de arruinar nuestra economía, que nos hicieron ser el perrito faldero de Francia en Europa ( Como hoy pretende el PSOE; si es que la cabra siempre tira al monte….) Con todo, se me podrá decir-y con razón-que la venida de los Borbones a las Españas es bastante anterior a la Revolución Francesa y a su triste herencia ideológica; a lo cual yo podré contestar-también con razón-: Resulta que los Borbones vienen de allí; y resulta que acá se comportan como precoces liberales; con la diferencia de no ser “ republicanos “. Por lo tanto, cabría preguntarse si el futuro y tradicional caudillo hispánico pudiera ser un Borbón…Rotundamente NO. ¿ Qué por qué ? Pues porque por mucha sangre que los Borbones nos pudieran regalar jamás de los jamases podrán pagar todo el tributo que el pueblo español le rindió, tan engañado. Felipe de Anjou esquizofrénico perdido y sus Decretos de Nueva Planta, Carlos III y su expulsión de los jesuitas; y su eterna molesta por la idea del tiranicidio…..-el fin de las misiones guaraníes….-el bobalicón Carlos IV engañado por Napoleón Buonaparte, Fernando VII dejándonos en herencia a una hija sin moral sexual alguna y con parca inteligencia conocida como Isabel II; el sistema de flotas y galeones, los repartimientos forzosos de mercancías, el recrudecimiento del enfrentamiento entre el criollo y el peninsular, la supresión de la feria de Portobelo y demás medidas tan ruinosas….Hasta el mismísimo Carlos María Isidro dijo a los pueblos del Levante : “ Yo os devolveré los Fueros que mis antepasados os quitaron “. En efecto, sus mismos antepasados fueron ladrones de las genuinas tradiciones de España. En el siglo XIX podía ser comprensible que mucha gente apoyara en su carlistada respectiva a un Carlos V o a un Carlos VII; probablemente, al ser civilizados por los tradicionalistas españoles, hubieran sido mejores reyes….¿ Pero y a día de hoy ? A día de hoy, señoras y señores, ya está bien de Borbones; no necesitamos reyes de una estirpe extranjera que no entienden el alma de nuestra tierra y a los cuales les debemos tantísima desdicha. Y veo cómo algunos se declararán hispanistas y antiafrancesados para cantar luego loas a la estirpe de los que se aliaban con protestantes y turcos contra el César Romano-Germánico Carlos I de Las Españas…..¡ Acabóse ! Con todo, he de reconocer que sí es cierto que existió una Francia de Clodoveo, de Carlomagno, de la Vandée, o un Brasillach, un Doriot, un Déat, o incluso un Pétain…En cambio en la “ Gran Bretaña “, quitando los sanos ideales de la Third Position-que reniegan de la simbología masónica y reconocen a Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda, son prohispanos en particular y prolatinos en general-hubo un Mosley, monárquico windsoriano, pacifista, mal imitador de Mussolini-al que no le llegó jamás a la suela de los zapatos-y ostentador de símbolos masónico-liberales como la Union Jack. Existe una Francia auténtica y Tradicional como existió un Monseñor Marcel Lefevbre; no podemos decir lo mismo de la Gran Bretaña. No obstante, seguiremos sin cesar reivindicando nuestra irrenunciable e innegociable integridad territorial; nuestro principio étnico y cultural; la Occitania y el Iparralde, al igual que Gibraltar. Y no olvidemos que hablamos de izquierdas y derechas porque en ese judeoparlamento los girondinos se sentaron en el lado derecho y los jacobinos en el izquierdo; no hay que concederle mayor importancia pues. Los Borbones suponen la consumación de la pérdida del ideal aristocracista hispano que impresionaba al pueblo; supuso la decepción y la desazón; ellos mismos siempre fueron grandes lumpenistas.



Ortega y Gasset llega a criticar que la alta sociedad madrileña de su tiempo adoptase maneras de Lavapiés-Hoy convertido en foco de la delincuencia mundial-En primer lugar habría que ver por qué llamaba “ clase alta “ a quien llamaba; y en segundo, que el hábito no hace el monje; y un servidor piensa que la aristocracia es algo que va con el mérito de la persona, con su capacidad, con su honorabilidad, independientemente del apellido que nuestras familias nos otorgan. Pero, permitiéndome el insolente lujo de reformular-algo, sólo algo-a Gasset, creo que sería correcto hablar de lumpen y lumpenismo frente a “ plebeyismo “. Porque la plebe no tiene que ser mala de por sí ni representar bajos instintos, como él mismo reconoce al referirse al “ pueblo “; sin embargo, el lumpen sí encierra esos valores negativos. Hasta el mismo Karl Marx-un judío sionista burgués muy frustrado y confundido, adalid del nietzscheano ressentiment- ni; asimismo, la sociedad “ alta “ debe o puede representar lo “ bueno “. Seamos serios y claros : El controvertido filósofo itálico Julius Evola enlaza en toda su obra la Materia y el Espíritu; si bien con una visión racialista que igual puede gustar o no gustar; pero su conjugación es esencialmente correcta-y que conste que yo concuerdo con su visión racial-Tú puedes haber nacido en donde hayas nacido y apellidarte como te apellides; pero eso no basta. Para nosotros los hispanos, no basta con decir “ tengo fe “ como pretendieron Lutero y Calvino; lo que se dice se demuestra. ¿ Eres español ? Muy bien, se ve, ahora…¿ Qué has hecho para sentirte orgulloso de tal ? Es nuestra sacra y antiquísima concepción de la libertad y el trabajo . El lumpen es lo peor, y puede estar presente- y más en esta “ aldea global “ que desde arriba imponen ante los atónitos ojos de nuestro pueblo. Tan lumpen es un empresario corrupto como un obrero ladrón/aprovechado; por ello la interpretación “ clasista “ no es válida en modo alguno. Porque, cierto es, que cada oveja con su pareja, pero que el hábito no hace al monje; y que, a Dios rogando, pero con el mazo dando. El lumpen consiste en los antivalores que día a día se nos hacen ver desde que tenemos uso de razón; la televisión sin ir más lejos…¿ Qué es lo que se muestra como espejo público ? : Pues todo un zoológico muy pintoresco-y que me perdonen los pobres animales por tan odiosa comparación-: Putas, malqueridas, maricones pseudoesquizofrénicos, mentiras, insultos, chismorreos, depravaciones varias…Y hasta donde parece ser lo más serio es la burda mentira lo que impera ; y todo bajo una capa de aparente normalidad; porque nadie osará levantar la voz y menos en estos últimos tiempos con el poder que están adquiriendo, los que, en una sociedad más o menos normal, serían tachados poco menos que de “ aberracionistas “….El popular y señero cuento de Don Juan Manuel del rey y el famoso vestido es lo que se impone en la sociedad del McDonald, el reggaeton y el euro. Sociedad que nuestros compatriotas-en su inmensa mayoría-han aceptado sin rechistar lo más mínimo, que todo hay que decirlo. Por todo ello no considero malo el populismo-que tanto asustaba a Gasset o Howard- si éste se defiende-y entiende-desde posiciones correctas. Porque plebe no es igual a lumpen; ni apellido de pelo es igual a aristocracia; obligatoriamente digo-y espero que se entienda-. El lumpenista es rencoroso en cuanto a que se sabe incapaz, y por ello la envidia le corroe y no admira pues la virtud, sino que la desprecia, e intenta institucionalizar su propia miseria. Pero esto no tiene por qué ser plebeyo; lumpenista fue el Conde de Romanones, de sangre supuestamente azul; como lumpenista es Maragall, todo un descendiente de Joan Maragall i Gorina, como lumpenista es Miguel Serrano, sobrino de Vicente Huidobro….El pueblo-o en su latinajo-la plebe es un tesoro y un legado, no un cúmulo de bajeza. Aquí pues, nos encontramos : Lumpenismo, que no plebeyismo.



Yo soy consciente de que nuestro pueblo está en decadencia; pero asimismo, no deja de ser nuestro pueblo; y es nuestro deber como patriotas el luchar por su resurgimiento; porque somos conscientes-y amantes-de nuestra Historia y sabemos, que cuando éste atraviesa un sendero correcto-Ya decía Ramiro de Maeztu en su Defensa de la Hispanidad que el camino de España no tiene pérdida posible-España no puede seguir haciendo de asuntos de cintura para abajo debates nacionales, eso está claro. Es España el país más puramente aristocracista; ya dijo San Isidoro de Sevilla que “ el príncipe se debe a sus leyes “. Es España el tiranicidio por excelencia. Por ello España no puede seguir permitiendo el reinado del lumpenismo; tampoco puede caer en la excesiva nostalgia; sino mirar hacia delante con el rumbo fijo en su esencia, en su ser. Si no aceptamos que Martorell fue tan significativo para Las Españas como Cervantes, entonces, ¿ acaso podremos llamarnos patriotas ? Es la España la Patria que más sabe del Orden Natural, de la naturaleza que implica la socialidad del hombre correspondida en una fuerte jerarquía; jerarquía debida a su pueblo, a su historia y a su cultura. Nuestra Tradición es el máximo referente contra la decadencia de Occidente, que en particular está haciendo estragos con nuestra gloriosa patria. El lumpenismo destruye, como destruía y saqueaba Al Mansur para luego no hacer nada; no podemos caer en la típica e infantiloide dialéctica del “ malote “; hacer Patria construye; pero hacer Patria es atender a esa propia idea que la define a través del espacio y de los tiempos en un Ideal Inmortal.