Revista FUERZA NUEVA, nº 145, 18-Oct-1969
EL EJÉRCITO AZUL: ARMA CONTRA EL EJÉRCITO ROJO
Nuestro fin -dice la directora de “Domus Pacis”- es dar a conocer el mensaje de la Virgen y exaltar el rezo del Rosario
EL EJÉRCITO AZUL RESPONDE A LAS LLAMADAS DE LOS PAPAS
Fátima, quiérase o no, es el centro de la devoción mariana mundial. Nuestra Señora del Rosario se les apareció a tres pastorcillos y, por boca de ellos, lanzó su mensaje al mundo. Hoy (1969), en Fátima, hablo con doña María do Carmo Ferreira Mezquita, directora de la sede del Ejército Azul en este lugar. Mujer devota, activa, inteligente, apasionada de la idea de difundir el mensaje de la Señora. A ella ha dedicado su vida y ésta se trasluce en sus ojos cansados, pequeños y penetrantes, limitados en su mirada por una búsqueda incesante de eternidad.
-Doña María do Carmo, ¿cuál es el origen del Ejército Azul?
-Nació en Plainfield, América del Norte. Después de haber estudiado el Mensaje de Fátima en todos sus pormenores, el párroco de St. Mary, hoy monseñor Callaghan, un domingo del año 1947, subió al púlpito y dijo a sus feligreses: “¿Por qué tememos al Ejército rojo del comunismo? La Madre de Dios nos facilitó en Fátima las armas que debemos usar para triunfar sobre el comunismo ateo. Prometió que, empleándolas, Rusia se convertiría y habría paz, ¿por qué no empezamos a ponerlo en práctica? Y fundó así el Ejército Azul, llamado así por su finalidad de vencer al Ejército Rojo. Cuando monseñor Callaghan fundó el Ejército Azul no pretendía ir más allá de su parroquia. Por ello, quedó sorprendido al reprenderle el señor obispo por semejante movimiento en la Iglesia, sin permiso de la Autoridad. Ignoraba el párroco que lo que había ideado para su parroquia, ya iba extendiéndose más allá de sus límites. Y el obispo, al conocer los detalles, animó al que era fundador de un movimiento dinámico, a que siguiera adelante.
- ¿Cuántas personas forman parte hoy de las filas del Ejército Azul?
-Es casi imposible dar una cifra exacta del número de socios, ya que las firmas se van enterrando debajo de la única encina que queda en el santuario de Fátima. El 15 de mayo de este año (1969) fueron 125.000 los compromisos enterrados. Pero podemos afirmar que pasan de 20 millones en 70 países.
-¿Cuál es el fin del Ejército Azul?
-Dar a conocer al mundo entero el Mensaje de Nuestra Señora de Fátima, utilizando todos los medios posibles para que los hombres los pongan en práctica. Es, pues, independiente de cualquier otra asociación, por tanto, no está reñido con ninguna; por el contrario, es una ayuda para los que pertenezcan a otras asociaciones a que cumplan mejor con sus deberes, precisamente por su consagración al Corazón de María y su compromiso de cumplir lo que pide. Si éstos, estimulados por dicho Mensaje, rezan mejor, cumplen mejor con sus deberes de cada día y hacen penitencia, es evidente que cualquier forma de apostolado seglar, animado por esta renovación espiritual, será de indudable provecho, tanto en la santificación de sus miembros, como en la eficiencia de su apostolado.
-¿Cómo sabrán que han llegado a la victoria final?
-La organización católica que no se cierra a la voz de Fátima, lejos de perjudicar sus propios intereses, trabajará con más eficiencia. El triunfo del Corazón de María, entre sus adictos, será el presagio de la victoria final, por la cual todos estamos luchando.
EN LA CASA “DOMUS PACIS” DE FÁTIMA SE REÚNEN TODOS LOS SERVICIOS INTERNACIONALES
- Háblenos, por favor, de la labor concreta que tiene esta Casa de Fátima.
-Nuestra Casa, que es residencia internacional del Ejército Azul, fue bendecida en 1956 por el Eminentísimo Cardenal Tisserant, entonces secretario de la Sagrada Congregación de la Iglesia Oriental. Nuestro fin primario es, por supuesto, el del Ejército Azul: difundir la verdad de Fátima y exaltar el rezo del Rosario, pero para ayudarnos económicamente nuestra tarea también es residencia de peregrinos. Aparte tenemos una capilla de rito oriental y una revista que editamos aquí, recogiendo el espíritu ecuménico. (*)
-¿El aspecto económico está resuelto, pues, con los ingresos que deja la residencia?
-Eso sólo nos sirve como pequeña ayuda, pero al mismo tiempo nos da gastos y mucho trabajo. Nuestra verdadera ayuda económica nos llega de Estados Unidos.
-Hábleme de la capilla de rito oriental. Creo que interesará a nuestros lectores.
-Fue bendecida con motivo del III Congreso Internacional, por el Cardenal Tisserant, acompañado por las más eminentes autoridades del Rito Bizantino y constituye el símbolo más auténtico de todos los cristianos. Ya le dije anteriormente que el Ejército Azul quiere unir a todos los cristianos en la devoción a la Virgen y en el rezo del Rosario.
-¿Qué cree usted que es necesario para que la unidad de Occidente se realice?
-Sería precisa una renovación espiritual, total y verdadera. Mirar y volver los ojos a la Cruz de Cristo, al pie de la cual estuvo María y se nos dio por Madre, y la doctrina del Mensaje de Fátima ofrece para eso espléndido ocasión y un estímulo poderoso. La conversión de Occidente es, como dice monseñor Fulton Sheen, la condición previa para la conversión de Oriente. Todos los cristianos del mundo son llamados para esta noble empresa, incluso los niños. El mismo Jesucristo llamaba a los niños, los bendecía, y María, en su apariciones, eligió muchas veces a los niños, como en el caso de Fátima, colocándolos a su servicio.
-¿Existe alguna fórmula apropiada para realizar el compromiso de los niños?
-Quizá Dios -y con el mensaje de Fátima hecho a tres pequeños pastores parece una realidad- escogió a los ignorantes a los ojos del mundo para avergonzar a los sabios y soberbios. Lo que era humilde y despreciado fue escogido para confundir a los grandes. Lo dice el Evangelio (…)
-¿Tiene algún lema el Ejército Azul?
-Las palabras de Pío XI, escritas en su Encíclica “Divini Redemptoris”, de 19 de marzo de 1937: “Como cuando la Patria está en peligro, todo lo que no es estrictamente necesario y no se dirige directamente para su defensa queda en segundo plano, así, también en nuestra casa se debe desistir de cualquier obra, por hermosa que sea, para salvar los fundamentos de la fe y la cultura cristiana”.
NOS ENCONTRAMOS EN UN MOMENTO DECISIVO DE LA HISTORIA DEL MUNDO
Doña María do Carmo, una vida dedicada al apostolado, ferviente defensora de Nuestra Señora y capaz de cualquier sacrificio con tal de hacer prosélitos, toca otro punto muy importante para el futuro de la humanidad:
-Se juega nuestro tiempo el futuro de la humanidad. Nunca fue tan cierta la frase del salmo: “Los reyes de la tierra se sublevaron y los príncipes pactan contra el Señor y contra su Cristo”. Las fuerzas del mal se unen, con esfuerzo apocalíptico, intentando borrar el nombre de Dios en la faz de la tierra. Precisamente –y esto es lo que nos da aliento para seguir adelante- en este cuadro tan poco animador, Nuestra Señora de Fátima nos transmitió el celestial mensaje valiéndose para ello de los tres pastorcitos. La Iglesia -nunca hay que olvidarlo- es un gran ejército en marcha pacífica hacia la Patria Celestial, un ejército que pretende alistar a todos y en cuyo triunfo estamos empeñados. Aún somos pocos para alcanzar la victoria final, pero esperamos formar un frente común en el cual todos tenemos lugar, desde los menos fervorosos a los más fervorosos movimientos católicos.
***
Las grandes realidades sobrenaturales -vida eterna, redención, reparación, penitencia, oración y exacto cumplimiento de la ley de Dios y de los propios deberes cotidianos- serán un poderoso tributo a favor del Ejército Azul -única asociación mariana de Fátima- y la mejor manera de cumplir el mensaje de Fátima, ofreciéndolo todo por la conversión del mundo comunista y por la obtención del reinado de la paz celestial en el mundo.
R. H.
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